2016 enero
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Fulgurante aparición de Sylvester Stallone en la primera línea cinematográfica, en una película escrita y protagonizada por el mismo y que, con muchos tintes biográficos, narra la historia de un boxeador y cobrador de deudas de poca monta, con sus penurias y su duro día a día, que tiene la suerte de ser elegido por el campeón del mundo de los pesos pesados (Carl Weathers) para un combate que celebra el 200 aniversario de los EEUU y en el que quiere dar una oportunidad a un desconocido. El éxito de la película -ganadora de los Oscar a la mejor película, mejor director (John G. Avildsen) y mejor montaje- quizá sea inexplicable en términos cinematográficos, aunque sí es entendible porque Stallone tocó la fibra sensible de la audiencia haciendo una alegoría del sueño americano y de la tierra de las oportunidades, lo que le catapultó a la fama inmediata. Aunque no sea una gran película, o una película merecedora de tan altas distinciones, “Rocky” sí es un buen drama muy bien interpretado por el propio Stallone, por Talia Shire como su novia, por Burt Young como el hermano de ésta o incluso Burguess Meredith como el manager gruñón que nunca tuvo su oportunidad.

Adaptación de un libro de Michael Lewis (“Moneyball”), cuya acción comienza a mediados de la década de los 2000 y que tiene como protagonistas a un grupo de personajes del mundo de las inversiones y las finanzas que, juntos o por separado, se dan cuenta de que los créditos bancarios concedidos al menos en EEUU no son inversiones tan seguras como a priori parecían serlo, anticipando así la gran crisis económica mundial vivida desde el estallido de las “sub-prime” y la caída de bancos como Lehman Brothers. Christian Bale, Steve Carell, Ryan Gosling y Brad Pitt –además co-productor de la película- encabezan el reparto de un ácido retrato de unos acontecimientos reales que cambiaron el mundo y de cuyas consecuencias aún hay muchos países y regiones que no se han recuperado. Adam McKay (“Anchorman”) sorprende con un film muy sólido y muy serio, incluso consciente de su propia importancia y en cierto modo reminiscente del cine-denuncia de los años 70, que explica muy bien los hechos que expone a pesar que lo que sucede en pantalla no siempre es fácil de seguir para el espectador común. Nominada a los premios Oscar más importantes: película, director y guión adaptado.

Producción húngara ganadora de los premios más importantes del Festival de Cannes 2015, que también es favorita para acabar recibiendo los mayores reconocimientos mundiales al cine de habla no inglesa de esta temporada. Está centrada en la figura de los Sondercomando de los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial y, más específicamente, está ambientada en Auschwitz en 1944, ya hacia el final de la Guerra. Allí, un prisionero que junto con otros trabaja quemando los cuerpos de los judíos asesinados por los nazis, encuentra el cuerpo sin vida de un joven y decide que debe darle sepultura, aunque para ello deba encontrar a un rabino y sobrevenir muchas dificultades, entre ellas, la oposición de sus propios compañeros. “Son of Saul” es un duro retrato del holocausto desde una perspectiva inédita, aunque también, un ejercicio de estilo cinematográfico que –al menos para quien suscribe estas líneas- nunca termina de funcionar debidamente precisamente por culpa de una serie de decisiones de su director.

Adaptación de un libro de Walter Isaacson a cargo del afamado guionista Aaron Sorkin (“A Few Good Men”, “The Social Network”), que narra tres episodios clave de la vida del que fuera fundador de Apple, en 1984, 1988 y 1998, antes de las presentaciones de sus nuevos productos. Sus relaciones personales, laborales e incluso afectivas se ponen de manifiesto a lo largo de una película muy teatral, en la que el texto y las interpretaciones del reparto (muy bien encabezado por Michael Fassbender, secundado por Kate Winslet, Jeff Daniels, Seth Rogen, Michael Stuhlbarg y Katherine Waterston) son el punto fuerte de la presentación. Los resultados globales, eso sí, en cierto modo se quedan cortos, ya que se muestran exclusivamente instantes aislados de la vida de Jobs, dejando demasiadas dudas e indeficiones sobre su obra y su persona. Siempre quedará la duda de qué hubiera hecho con este proyecto David Fincher, el director inicialmente relacionado con el mismo, y que dificilmente hubiera apostado por una dirección y puesta en escena tan invisible como la de Danny Boyle, que se muestra inusualmente contenido en esta película.

Octava película de Quentin Tarantino que, como la anterior, es un Western que vuelve a recoger un buen número de influencias cinéfilas del realizador (especialmente, “The Thing”, de John Carpenter) e incluso auto-referencias a su obra anterior: un cazador de recompensas (Kurt Russell) lleva a una peligrosa forajida (Jennifer Jason Leigh) hasta un pequeño pueblo de Wyoming en el que cobrará 10.000 dólares por entregarla. Sin embargo, la diligencia que usa como transporte se ve envuelta en una fuerte tormenta de nieve que le obligará tanto a acoger a dos personajes (Samuel L. Jackson, otro caza recompensas y Walton Goggins, quien dice ser el nuevo Sheriff del pueblo al que se dirigen), como a parar en una cabaña para refugiarse de la tempestad. Allí se encuentra con otros personajes más (Demian Bichir, Bruce Dern, Tim Roth y Michael Madsen), dándose cuenta de que su prisionera tiene un cómplice entre ellos que pretende liberarla. El grueso del film transcurre en el interior de esa cabaña, en la que Tarantino vuelve a demostrar su talento para los diálogos, monólogos y, como en la escena de la taberna de “Inglourious Basterds” (2009), hinchar su metraje al tiempo que acumula una enorme y creciente tensión a cada minuto que transcurre. Se trata de una gran obra en la que sobresalen Jason Leigh y Samuel L. Jackson, pero que quizá no sea apta para todas las audiencias y públicos por su particular estilo y alargada duración. Llena de matices y muy disfrutable, únicamente el tiempo la situará junto con las dos mejores de su autor (“Pulp Fiction” y “Basterds”), o bien en el escalón inmediatamente inferior. Ennio Morricone compone la banda sonora original.

Language / Idioma