2022 noviembre
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La consolidación de Woody Allen como cineasta, después de obras consideradas “simpáticas” como “Take the Money and Run” (1971), “Everything You Always Wanted to Know About Sex” (1972), “Sleeper” (1973) o “Love and Death” (1975) fue esta comedia neoyorquina, que gira en torno al inicio, desarrollo y fin de la relación sentimental que mantiene un cómico neurótico (Allen) con una mujer (Diane Keaton). Todo ello mientras Allen, de forma novedosa, rompe constantemente la cuarta pared, dirigiéndose al espectador, habla con “extras” a los que les pide opinión sobre circunstancias que aparecen en la película, o realiza una serie de flashbacks que tienen que ver con su infancia, sus padres o sus relaciones personales. El film, aún así, tuvo graves problemas durante el rodaje, relacionados con el tono de la película, y parece ser que los mismos fueron solucionados en montaje por Ralph Rosenblum, descartando varias escenas y subtramas y centrándose en la premisa de la relación de pareja, lo que explicaría que ”Annie Hall” sea algo episódica y carezca de una estructura narrativa clara. Tony Roberts, Paul Simon, Christopher Walken, Carol Kane, Shelley Duvall y Janet Margolin, entre otros, tienen papeles secundarios en el film.

Producción de corte bélico típica del cine de los años 60 -aunque se estrenara en 1970- que sin embargo añade una capa de humor y cierta crítica soterrada a la Guerra de Vietnam que entonces se encontraba en marcha, pero que no puede huir de sus propios convencionalismos y de una dirección absolutamente impersonal y anodina que le resta muchas de sus posibilidades. El argumento gira en torno a un grupo de soldados que, en la Segunda Guerra Mundial, descubren casualmente que más allá de las líneas enemigas, hay un banco en el que se esconden lingotes de oro por valor de dieceiséis millones de dólares. Entonces, liderados por Kelly (Clint Eastwood) y Big Joe (Telly Savalas), este grupo se separa del grueso del ejército aliado y protagoniza su propia incursión y enfrentamiento con el enemigo, pero todo ello, únicamente, debido a su lucrativo fin personal. Todo se complica cuando un general, que escucha que unos valientes han decidido atacar frontalmente a los alemanes, decide unirse a los mismos. El argumento podría haber dado más de sí en manos de Don Siegel, que parece ser que fue el director inicialmente previsto, pero en manos de Brian G. Hutton (“Where Eagles Dare”, 1968) se trata de una película de escala monstruosa, con algunos momentos simpáticos y uno de los papeles más anodinos de Eastwood, cuyo rol podría haber sido interpretado de forma intercambiable por cualquier estrella americana de la época. Donald Sutherland, Don Rickles o Gavin McLeod son algunos de los secundarios de la película.

Uno de los títulos más populares de Woody Allen en su triple faceta de actor-escritor-realizador, que viene a ser un compendio de sus obras y de sus temas habituales: un guionista de programas de televisión (Allen), entrado en la cuarentena, tiene una relación sentimental con una chica de diecisiete años (Mariel Hemingway). Un buen día se entera de que su mejor amigo (Michael Murphy) ha iniciado una relación extramatrimonial con una mujer (Diane Keaton) a la que en principio detesta. Y todo ello es el punto de partida de una serie de equívocos que tienen en la isla de Manhattan (Nueva York), retratada en un portentoso blanco y negro por Gordon Willis. “Manhattan”, al tiempo que es uno de los títulos más populares de Allen, también es uno de los mejores, gracias a la frescura de sus interpretaciones y al ingenioso guión del propio Allen junto a Marshall Brickman, junto al que el director ya venía de colaborar en uno de los títulos clave de su filmografía, “Annie Hall” (1977). Meryl Streep posee un pequeño papel en la película, como la antigua esposa de Allen que se ha hecho lesbiana y se ha llevado a su hijo a vivir con otra mujer.

Adaptación de una novela de Michael Morpurgi, escrita para la gran pantalla por Lee Hall (“Billy Elliott”) y Richard Curtis (“Love Actually”). El film tiene como protagonista a un caballo nacido en Devon (Inglaterra), en donde es criado por el hijo de un granjero (Jeremy Irvine) que se ve obligado a separarse del animal ante el estallido de la primera guerra mundial, cuando su padre no puede mantenerlo y lo vende a un oficial del ejército británico que le promete que se lo entragará sano y salvo al final de la contienda. Rodada íntegramente en localizaciones británicas, “War Horse” es un vehículo perfecto para Steven Spielberg, pues le ofrece la posibilidad de demostrar una vez más su innato talento para la planificación y la puesta en escena, esta vez en un escenario épico y grandilocuente, además de servirle en bandeja una nueva historia en la que mostrar al público su sensibilidad a la hora de filmar películas emotivas. El resultado final, de forma absolutamente consciente y en el buen sentido, es más cercano a un film de Disney que a “Saving Private Ryan”, aunque no por ello el film carezca de algunas escenas que quizá resulten demasiado intensas para el público infantil o edulcoradas para el adulto, además de una marcada irregularidad que lastra un poco sus resultados.

Adaptación cinematográfica de una obra de teatro de George Axelrod, escrita a cuatro manos con el realizador Billy Wilder, cuyo argumento gira en torno a un ejecutivo (Tom Ewell) de una compañía de publicidad que, con ocasión del caluroso verano neoyorquino, manda a su familia fuera de la ciudad. Y a pesar que ha prometido a su esposa quedarse en casa, no trasnochar y portarse bien, resulta que descubre que tiene como nueva vecina a una atractiva joven (Marilyn Monroe). Ello le ocasionará bastantes quebraderos de cabeza, sobre todo cuando comience a darle rienda suelta a su hiperactiva imaginación. Se trata del típico relato teatral sobre confusiones y equívocos que tan bien dominaba Billy Wilder, pero quizá, de un lado, las situaciones cómicas no están tan logradas como en sus grandes obras y, por otro, su temática o más bien su desarrollo ha envejecido de forma considerable, de manera que dentro de la filmografía de Wilder, el presente es un título decididamente menor y que se encuentra lejos de sus grandes logros.

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