2023 febrero
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La ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes de 2022, “Triangle of Sadness” es una ácida sátira que tiene como protagonistas a un par de jóvenes modelos (Harris Dickinson y Charlbi Dean) que consiguen de manera gratuita a un crucero de lujo gracias a que la chica es una famosa “influencer”. Una vez en el barco, la división social es muy clara, entre los pasajeros, los tripulantes que interactúan con los pasajeros y una tercera clase, la que está en la última cubierta del buque. Pero todo se dará la vuelta cuando una serie de acontecimientos hagan que el viaje no salga tan bien como debería. El sueco Ruben Östlund (“The Square”) es el encargado de llevar hasta la pantalla esta visión marxista de un crucero y de la lucha de clases que convive en el mismo, cuyo resultado es una película muy accesible y entretenida, pero que siempre deja un poso de cálculo efectista en cada uno de sus movimientos y giros de guión y muy poco pie a la naturalidad, a fin de que el mensaje llegue alto y claro, aunque no por ello continúe resultando una película disfrutable. Además de su éxito en Cannes, “Triangle of Sadness” también ha conseguido tres nominaciones a los Oscar, en tres de las categorías más importantes: mejor película, director y guión, las dos últimas para el propio Ruben Östlund.

Tercera película de Todd Field como guionista y director (más de tres lustros después de “In The Bedroom” y “Little Children”), que tiene como protagonista a una afamada conductora de orquesta, Lydia Tár (Cate Blanchett), que vive junto a su pareja (Nina Hoss) y tiene éxito internacional. Sin embargo, su vida profesional y personal parece que empieza a desmoronarse en paralelo a sus preparativos para la grabación de la sinfonía nº 5 de Mahler, cuando las cosas comienzan a torcerse con determinadas revelaciones y decisiones sobre su trabajo. “Tár” es un retrato muy ambicioso por parte de Field, soberbiamente interpretado además por Cate Blanchett, en uno de esos trabajos en los que el actor (en este caso, la actriz), se convierte literalmente en el personaje, pero más allá de eso, la película peca de ser demasiado elitista y petulante -algo especialmente evidente en su primera media hora de proyección, como si algo del personaje principal se le hubiera pegado a Todd Field, con sus continuas citas autorales que a buen seguro harán las delicias de los entuasiastas del arte y de la música clásica, pero que distancian -mucho- al espectador convencional que simplemente busque un relato cinematográfico del que poder disfrutar. Noémie Merlant, Mark Strong y Julian Glover, entre otros, forman el reparto de secundarios de la película.

Azucarado clásico del cine musical, ambientado en Austria a finales de la década de 1930 y que tiene como protagonista a una institutriz (Julie Andrews) que es enviada desde un convento de monjas para que intente cuidar a los siete hijos del Capitán Von Trapp (Christopher Plummer), a los que conseguirá cautivar gracias a su simpatía y sus dotes para el canto. Pero toda la situación se complica cuando el Capitán comienza a enamorarse de ella, al tiempo que el avance del nazismo en Alemania conlleva el anexión de Austria, a lo que se opone Von Trapp. “The Sound of Music” es una película extremadamente popular, pero tanto como previsible en su planteamiento y desarrollo, que deja lugar a muy pocas sorpresas, incluso a pesar de estar escrita por el prestigioso guionista Ernest Lehman. No obstante, la sobria y eficaz dirección de Robert Wise permite que la película fluya adecuadamente, aunque los resultados están muy lejos de su gran logro anterior en el género musical, la extraordinaria “West Side Story” (1961). Eleanor Parker, Peggy Wood y Richard Haydn, entre otros, completan el reparto de la película ganadora del Oscar en 1965.

Cuarto largometraje del guionista y director Damien Chazelle (“Whiplash”, “La La Land”, “First Man”), que realiza un más que ambicioso relato ambientado en el Hollywood de finales de la década de 1920 y comienzos de 1930, justo en la transición entre el cine mudo y el sonoro: Jack Conrad (Brad Pitt) es uno de los más famosos actores de la industria, mientras que Manny (Diego Calva), un inmigrante mexicano trata de labrarse un futuro en la producción y el mundo de los estudios. En una fiesta, Manny conoce a Nellie (Margot Robbie), una joven que rápidamente se convierte en una estrella, gracias a su desparpajo y carácter desenfadado. Pero la llegada del cine sonoro y su paulatina implantación lo cambiará todo para todos. Tomando como inspiración, a buen seguro, el famoso libro de Kenneth Anger “Hollywood Babilonia”, Chazelle rueda toda casi todo el film con la energía y estilo de un Martin Scorsese o Paul Thomas Anderson, obteniendo a ratos un maravilloso fresco sobre su grupo de variopintos personajes, a los que mira con cariño y compresión a pesar de que estos se mueven en un ambiente decadente y depravado. Pero la película es larguísima (190 minutos), excesiva y muy autocomplaciente, con homenajes propios, ajenos y mucha endogamia, que probablemente solo capten aquéllos que se dediquen al cine. Ello explica su fracaso en taquilla -es posible que se trate del “Heaven’s Gate” de Chazelle, que habrá que ver si se recupera del mismo- hasta tal punto que cabe plantearse si este tipo de productos (cine bien elaborado, para adultos, de larga duración, con cierto riesgo, casi "cine de autor de Hollywood" con vocación "setentera") siguen teniendo cabida en salas o este film hubiera tenido mucho más éxito (y llegado a mucho más público), por ejemplo, en formato de miniserie en una de las grandes plataformas televisivas.

Autobiografía confesa de Steven Spielberg, que se une a la moda de realizadores que evocan en cine su etapa de niñez o juventud. Solo que el emblemático responsable de títulos como “Jaws”, “E.T.” o “Minority Report” lo hace de manera mucho más exitosa que casi todos sus colegas: “The Fabelmans” es la historia de un joven apasionado del cine desde su niñez, que vive con sus padres y sus hermanas, y sufre por su extraña familia y por sus relaciones sociales en colegios e institutos, siendo realmente feliz cuando se coloca tras una cámara y proyecta sus creaciones en público, a veces filmando la realidad, otras, adaptándola a lo que él quiere contar. Y “The Fabelmans”, como película, es un autorretrato muy tierno, pero que no cae ni en el sentimentalismo ni en la nostalgia, a pesar de que la proyección (de 150 minutos de duración) tiene momentos mejores y otros peores. Pero al final, con su conclusión sobre cómo encuadrar paisajes “para que no sean aburridos”, termina tan en lo alto que uno querría ver una segunda parte sobre cómo aquél joven apasionado llegó a romper la puerta en Hollywood. Gabriel LaBelle, Michelle Williams, Paul Dano, Seth Rogen, Judd Hirsch y el cineasta David Lynch, en una aparición estelar ni más ni menos que como John Ford, completan el reparto.

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