2019 julio
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Remake literal de la película animada de 1994, de la que no solo toma prácticamente al pie de la letra su guión, su banda sonora o canciones, sino que además, muchos de sus planos e ideas visuales para plasmarlas en pantalla, eso sí, no ya mediante animación, sino a través de las más modernas técnicas de imagen digital, incluyendo bastantes momentos de exhibición de las mismas que hacen que el metraje se incremente en casi media hora más. La historia es de sobra conocida: el viejo león rey de la manada tiene un hijo llamado a ser su heredero, pero su hermano se opone a ello y conspira para tenderle una trampa y poder asesinar al padre y tomar él mismo el poder. Por más que la historia sea la misma, así como múltiples elementos que se mantienen inalterados, en el tránsito hacia la imagen cuasi-real que ofrece el film de Jon Favreau se pierde parte del estilo directo de la cinta de animación y su encanto como conjunto, siendo en este sentido inferior a la versión de “Jungle Book” ofrecida por el mismo director en 2016.

Adaptación cinematográfica de una novela de Edward Lewis Wallant, que tiene como protagonista a un prestamista judío (Rod Steiger), superviviente del holocausto, que desde entonces vive y trabaja en el alto Manhattan, lindando con Harlem, en Nueva York. Su existencia trata de ser pacífica, pero los demonios internos y los recuerdos minan internamente al personaje, que por momentos se acerca a su propio caos personal y rechaza cualquier tipo de conexión emocional con otras personas. Más que el propio argumento de la película, lo que parece que interesó a Sidney Lumet fue la posibilidad de mostrar en pantalla a un personaje en descomposición emocional como el que interpreta (y muy bien además) Rod Steiger, en una película que, en ciertos aspectos, guarda similitudes con el proceso similar que sufría el personaje de Gene Hackman en “The Conversation” de Francis Ford Coppola. Los resultados globales son notables, aunque quizá el film no alcance el excepcional tono que sí poseen los mejores títulos de su autor. Geraldine Fitzgerald, Brock Peters y Jaime Sánchez, entre otros, completan el reparto.

Debut de Mel Gibson en el cine norteamericano, con una película de corte muy diferente a sus mayores éxitos comerciales. En la misma, Gibson y Sissy Spacek interpretan a una pareja de granjeros cuyas tierras se encuentran en una zona con graves riesgos de inundación. Tras unas fuertes lluvias, lo pierden todo y han de comenzar casi de cero, mientras que el cacique local (Scott Glenn) hace todo lo posible por convertir el valle y sus granjas en un gran pantano tras la construcción de una presa. Se trata de una película que, dentro de su academicismo, pretende aunar algo de cine social o de denuncia con una historia íntima entre sus dos personajes centrales, sin ser particularmente exitosa en ninguno de los dos apartados, aunque sus dos horas de proyección se siguen con agrado y cierto interés. Quizá Gibson fuera demasiado joven para el papel y ese sea uno de los problemas de una película que no llega a despegar. Spacek, la fotografía de Vilmos Zsigmond y la música de John Williams fueron candidatos al Oscar, premio que sí consiguieron los efectos sonoros de la película.

Película típica del cine de los años 80, que tiene como protagonistas a un grupo de amigos (Demi Moore, Ally Sheedy, Judd Nelson, Emilio Estévez, Andrey McCarthy, Rob Lowe y Mare Winningham) que están realizando el temido tránsito entre la universidad y su inserción en el mercado del trabajo. Entre ellos se producen enfrentamientos, relaciones, rupturas, malentendidos… pero sobre todo una fuerte amistad que hace que superen ese tipo de adversidades en una de las etapas más dificiles de sus vidas. Escrita y dirigida por Joel Schumacher en los inicios de su carrera como director (fue antiguo diseñador de vestuario de Woody Allen, por ejemplo), se trata de una película amable y entretenida, aunque sin un gran interés ni ideas demasiado profundas. Aún así es un título que sigue dejándose ver bien y, como otros de los 80 de corte similar (“The Outsiders”, “The Breakfast Club”…) su esencia se mantiene en el tiempo, aunque está lejos de ser un título memorable. Andie McDowell y Martin Balsam completan el reparto.

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