Remake de “A Guy Named Joe” (1943) a cargo de un Steven Spielberg en horas muy bajas, que cuenta la historia de un piloto de aviación especializado en apagar incendios forestales (Richard Dreyfuss) que muere salvando la vida de un compañero (John Goodman). A partir de ese momento, su fantasma se dedica a ayudar a otro joven piloto (Brad Johnson) y a observar a su antigua novia (Holly Hunter). La historia, de muy poco interés, contiene algunos de los peores y más ridículos momentos de la filmografía del director de “Indiana Jones” e incluso también algunos momentos de verdadero bochorno para Dreyfuss, quien rindió muy bien en los papeles principales de “Jaws” y “Close Encounters of the Third Kind” para Spielberg, pero aquí se muestra todavía más perdido que el propio personaje que interpreta. Audrey Hepburn, en su aparición final en cine, interpreta al ángel que guía a Dreyfuss desde el cielo.
El director de fotografía fue el danés Mikael Salomon [ASC], en lo que quizá pueda ser considerado como una prueba de Steven Spielberg, ya que “Always” pertenece al período en el que el director ya había finiquitado su fructífera relación con Allen Daviau (con el que no volvería a trabajar después de “Empire of the Sun”) y todavía no había iniciado la colaboración con Janusz Kaminski, que se prolonga hasta nuestros días (entre medias, Dean Cundey se hizo cargo de “Hook” y “Jurassic Park”). Salomon fue un director de fotografía que tras rodar “Stealing Heaven” (Clive Donner, 1988) llegó a Hollywood y casi de inmediato se hizo cargo tanto de este proyecto como de “The Abyss” para James Cameron, por el que obtuvo una nominación al Oscar a la mejor fotografía. Posteriormente, además de “Arachnophia” (Frank Marshall, 1990), hizo otras dos películas para Ron Howard, “Backdraft” y “Far and Away”, con Tom Cruise y Nicole Kidman, que fue una de las pocas películas íntegramente rodadas en 65mm (Panavision Super 70) desde que los grandes formatos dejasen de usarse hacia 1970. Posteriormente, cuando podría haber continuado siendo un director de fotografía acostumbrado a trabajar en grandes proyectos, Salomon decidió dejar su oficio y dedicarse a la dirección, instalándose en la televisión desde hace 25 años.
La imagen de “Always” es muy deudora de su época e incluso vista desde una perspectiva actual no solo no es gran cosa, sino que podría decirse que ha quedado anticuada. A pesar de sus bonitos y atractivos paisajes rodados en Montana, gran parte de los exteriores no son demasiado atractivos debido a que sobre los mismos pesa un leve filtro de bajo contraste o de niebla que hace que la imagen luzca algo empastada, incluso viendo el film en nuestros modernos dispositivos de alta definición. No es que el uso del filtraje sea excesivo, sino que Salomon se queda a medio camino; en lugar de usar un filtraje evidente, parece que el danés lo usa para reducir el contraste de sus localizaciones en lugar de para crear una estética en torno a la difusión, al estilo de Geoffrey Unsworth, William Fraker o Vilmos Zsigmond solo unos años antes. Ello, en parte, le resta atractivo a las localizaciones, aunque a pesar de que algunas tomas (como el super teleobjetivo de apertura, con el hidroavión, que podría ser obra de la segunda unidad dirigida por Frank Marshall y fotografiada por John Toll antes de saltar a la fama por sus dos Oscar consecutivos a comienzos de los 90) son bastante interesantes desde el punto de vista de la cámara. Pero del talento o inspiración de Spielberg en sus múltiples escenas en aeródromos a lo largo de su filmografía (“Close Encounters”, “1941” o “Raiders of the Lost Ark”) no se aprecia el menor indicio en este film.
Los interiores sí son algo más parecidos a los habituales en Spielberg, con frecuentes haces de luz con humo que, por irreales que parezcan, nunca parece que molesten al director, ya que Kaminski es usuario habitual de los mismos. Salomon se esfuerza por crear o recrear múltiples atarcederes en interiores para conseguir un aspecto soleado y romántico, en los que únicamente tiene éxito a medias, ya que sin que le luzcan mal, está muy lejos de lo que hacía Vittorio Storaro por aquélla época, por ejemplo. Más éxito tiene el equipo de efectos visuales, ya que en una época en la que Industrial Light & Magic flojeaba mucho con el trabajo de inserción de efectos ópticos (como por ejemplo en el otro film que estrenó Spielberg en 1989, “Indiana Jones and the Last Crusade”) en esta ocasión los vuelos parece a simple vista que están rodados mediante la técnica de la proyección frontal, que al evitar composiciones ópticas y pantallas azules, utiliza un único negativo y produce muchos mejores resultados, al menos en términos comparativos. No es que sea “Always” un film de grandes efectos visuales o grandes pretensiones en este aspecto, pero al menos no se percibe por el espectador medio la habitual sensación de estar pasando a fondos de efectos cada vez que un actor y no un doble se sube a un avión.
Los resultados visuales, por lo tanto, no son demasiado destacables, sin que tampoco pueda decirse que el film carece por completo de imágenes meritorias, ya que tampoco es ese el caso. Pero lo cierto es que Salomon no obtiene un gran partido de los escenarios y tampoco de las posibilidades que ofrecía la imagen de Richard Dreyfuss vagando por la tierra. A veces lo iluminan como si fuera un ángel, otras en penumbra o en sombra… pero sin conseguir que el film despegue en ningún momento. En este sentido, Salomon, si fue una prueba de Spielberg, tuvo mala suerte de ser escogido para uno de los proyectos menos interesantes del realizador, lo que unido a la rápida irrupción de Kaminski y su propio paso a la dirección hizo que “Always” fuera su única colaboración.
Título en España: Always, Para Siempre
Año de Producción: 1989
Director: Steven Spielberg
Director de Fotografía: Mikael Salomon, ASC
Ópticas: Panavision Primo
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1
Otros: fotografía adicional de John Toll, ASC
Vista en Blu-ray
© Ignacio Aguilar, 2018.