La obra menos conocida del director italiano es un film acerca de la amistad entre un bandido mexicano y un antiguo miembro del IRA en la época de la revolución en el país centroamericano a comienzos del siglo XX. Ofrecida inicialmente a directores de la talla de Peter Bogdanovich o Sam Peckinpah, el rodaje sin embargo fue iniciado por el antiguo ayudante de dirección de Leone, Giancarlo Santi, quien fue rechazado por los protagonistas Rod Steiger y James Coburn. Por ello, el propio Leone se hizo cargo del film de forma improvisada, pese a que no pudo contar con sus habituales colaboradores en sus propios rodajes, como el diseñador de producción Carlo Simi y el director de fotografía Tonino Delli Colli [AIC], que habian sido sustituidos en sus respectivos oficios por Andrea Cristanti y Giuseppe Ruzzolini al no haber sido un proyecto ideado para que Leone ocupase la silla de director. El resultado es una película fallida y descompensada, que con frecuencia avanza a trompicones, pero que de manera aislada muestra el enorme talento para la puesta en escena del realizador italiano, además de ofrecer una extraordinaria banda sonora de Ennio Morricone.
Como era habitual en el director italiano, “Giù la Testa” fue rodada casi íntegramente en las provincias de Almería y Granada (Guadix, La Calahorra), además de algunos instantes en Irlanda y, sobre todo, destaca en ella la brillante puesta en escena y el trabajo de cámara en las abundantes secuencias de masas, que hacen que la película goce de un cierto aire épico que acentúa la tragedia derivada de la revolución. En exteriores, como es tradicional en el director, la presencia de luces de relleno es abundante y casi siempre notoria para tratar de eliminar las sombras en la dura luz del desierto español, mientras que en los interiores Ruzzolini lleva a cabo un tímido intento de justificación de fuentes que casi siempre queda en segundo plano por la presencia de altos niveles lumínicos y luces duras y dirigidas, siendo por ello lo más destacable el tratamiento de imagen realizado sobre los flash-backs, que incluyen cámara lenta, sobreexposición y filtros difusores para diferenciarlos del resto del metraje.
En todo caso, se trata de un trabajo inferior al máximo logro de Leone junto a Delli Colli (“Once Upon a Time in the West”), pues no se saca especial partido de la tremenda profundidad de campo del formato Techniscope, de manera que es muy posible que la película se hubiera visto beneficiada por la utilización del formato anamórfico y su mayor área de negativo, mientras que la utilización de objetivos zoom (Angenieux 25-250mm) es ocasionalmente excesiva y queda fuera de lugar en muchos momentos, especialmente durante la secuencia de apertura. En general, por consiguiente, es una fotografía que acusa en exceso algunos de los tics de la época y, que pese a ofrecer en términos generales un nivel técnico adecuado, supone un retroceso en la carrera de Leone a los estándares de calidad previos a “The Good, The Bad and the Ugly”, cuando contaba con presupuestos bastante inferiores. Giancarlo Santi terminó dirigiendo la segunda unidad, fotografiada por Franco Delli Colli.
Título en España: Agáchate Maldito
Año de Producción: 1971
Director: Sergio Leone
Director de Fotografía: Giuseppe Ruzzolini
Emulsión: Kodak 5254 (100T)
Ópticas: Angenieux 25-250mm
Formato y Relación de Aspecto: 2-perf 35mm (Techniscope), 2.35:1
Vista en DVD
© Ignacio Aguilar, 2012.