Vehículo para el lucimiento personal de Jean-Paul Belmondo, producido por él mismo, en el que el protagonista de “A Bout de Souffle” interpreta a un agente secreto francés que es enviado a un estado centroafricano para acabar con la vida del dictador que gobierna el mismo. Sin embargo, un cambio político hace que dicho asesinato ya no sea necesario, por lo que los franceses, en su lugar, deciden entregar al espía al régimen. Pero al escapar de la cárcel, el espía volverá a París, en donde intenta por todos los medios posibles cumplir con su misión original, aprovechando una visita del dictador a tierras galas. Se trata de una película entretenida, pero cuyo desarrollo es mucho más pretendidamente cómico que lo que su argumento podría hacer entrever, con una serie de escenas en las que Belmondo, ya entrado en años, intenta desplegar su encanto mientras burla a sus excompañeros de los servicios secretos. La banda sonora de Ennio Morricone, tremendamente popular, contribuyó a que el film tuviera un gran éxito. Robert Hossein interpreta al antagonista de Belmondo en el film.
El director de fotografía fue el francés Henri Decae, quien junto con Raoul Coutard y Nestor Almendros fue uno de los tres fotógrafos más populares de la Nouvelle Vague, aunque quizá, de los tres, fuera el que tenía un estilo más clásico y menos vanguardista. Al contrario que Almendros en la segunda parte de su carrera, Decae nunca llegó a establecerse plenamente en los EEUU, realizando eso sí trabajos esporádicos en el cine norteamericano, sobre todo cuando era el cine americano el que se desplazaba a rodar a Francia (sin que ninguno de esos trabajos, aunque fueran dirigidos por cineastas de la talla de George Stevens, Robert Wise, Franklin J. Schaffner o Sydney Pollack, se encuentren entre los más destacados o destacables de sus carreras). Decae es conocido sobre todo por sus trabajos para François Truffaut (“Les Quatre Cents Coups”), René Clement (“Plein Soleil”), Henri Verneuil (“Le Clan Des Siciliens”) o quizá sobre todo por sus trabajos para Jean-Pierre Melville, como “Le Samurai” o la icónica “Le Cercle Rouge”, a pesar que su relación con Melville no fuera le mejor al menos en términos personales.
La fotografía de “Le Professionnel” está quizá algo lejos de los mejores trabajos de Decae, ya que siendo una de las películas de la etapa final de su carrera (falleció en 1987 a los 72 años de edad, estando aún relativamente en activo), muestra un estilo de fotografía que quizá se encontraba algo ya anticuado en la época en que se rodó la película. Lo cual en cierto modo resulta curioso, porque Decae, en sus trabajos para Truffaut, Clement o Melville, se mostró siempre como un director de fotografía de un estilo moderno, aunque si bien es cierto que películas como “The Boys From Brazil” (1978) ya mostraban a un Decae más propenso a emplear técnicas del pasado, como la luz dura que tanto parecía gustar a su director Franklin Schaffner (ya que su elección habitual era Fred Koenekamp). Este efecto se aprecia especialmente en las escenas interiores nocturnas de “Le Professionnel”, en las que Decae utiliza mucha luz puntual de pequeños aparatos de luz dura y dirigida sobre los actores y diversas partes del decorado. El resultado no es que esté mal pero en cierto modo decepciona un poco teniendo en cuenta los buenos precedentes de Decae quince o veinte años atrás.
El grueso del film, no obstante, transcurre en exteriores diurnos o muchos interiores diurnos que están resueltos con una luz mucho más suave por parte de Decae. En general, en los exteriores, de hecho, hace siempre lo posible para no tener que utilizar luz artificial, confiando siempre que puede en el contraluz o en reflectores, espejos, palios, etc. para rellenar un poco las sombras, aunque también es cierto que los cielos nublados franceses contribuyen mucho a su causa y le permiten obtener una imagen natural y directa. Los interiores día son algo planos, a pesar de que la luz es suave, pero en cierto modo, se ajustan bien al tono ligero con el que se desarrolla la historia y también, de paso, favorecen que las actrices y especialmente Belmondo luzcan lo mejor posible en esta luz que apenas tiene contraste. Los pocos exteriores nocturnos están bien resueltos, con algo de contraluz y bajos niveles de iluminación, aunque por lo general es un film rodado con niveles lo suficientemente altos como para emplear el zoom como focal variable, algo a lo que ya estaba acostumbrado Decae desde hacía muchos años.
Los resultados, por lo tanto, no son especialmente interesantes y tampoco se ven favorecidos por la rutinaria puesta en escena de Georges Lautner, un realizador francés con el que Decae hizo siete películas (siendo ésta la sexta) en la parte final de su carrera. Tiene el film, eso sí, una buena persecución en su metraje, aunque el tono general es demasiado amable y cómico como para que el film llegue a despegar totalmente, ya que ni los mismos cineastas ni Belmondo parece que se lo tomasen demasiado en serio.
Título en España: El Profesional
Año de Producción: 1981
Director: Georges Lautner
Director de Fotografía: Henri Decae
Ópticas: Panavision Esféricas
Emulsión: Kodak 5247 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.66:1
Vista en Blu-ray