Descafeinada continuación de la película original de 1996, que parece ser que no toma más que algún detalle de la continuación literaria escrita por Irvine Welsh y publicada en el año 2002, con la que el director Danny Boyle y el guionista John Hodge recuperan a los cuatro protagonistas: Mark Renton (Ewan McGregor) vuelve a Escocia después de haber vivido casi veinte años en Holanda y pronto se reune con sus amigos, a los que robó el dinero que habían obtenido por una venta de drogas en la primera parte. “Sick boy”, ahora Simon (Jonny Lee Miller), que se dedica a grabar vídeos sexuales con los que extorsiona a sus víctimas; Spud (Ewen Bremner), que continúa siendo un drogadicto y Begbie (Robert Carlyle), que se ha fugado de la cárcel y desea matar a Renton. Los resultados son flojos, ya que la película nunca explora caminos nuevos ni desea ser algo más que un “revival” para fanáticos, dejando el ingenio y la frescura del original (que tampoco era perfecto) como un listón al que “T2” no se aproxima ni de lejos.
El director de fotografía es Anthony Dod Mantle [ASC, BSC, DFF], quien sustituye así a Brian Tufano, el ya por aquél entonces veterano director de fotografía de la película original, ya retirado del mundo del cine desde hace muchos años. Boyle, desde hace años, ha venido alternando a Dod Mantle y al Alwin Kuchler, con el que ha rodado títulos como “Sunshine” o “Steve Jobs”. Británico establecido en Dinamarca desde los años 80, la carrera de Dod Mantle no se ha desarrollado plenamente en Inglaterra y EEUU hasta su premio Oscar por “Slumdog Millionaire” junto a Boyle en 2009; desde entonces ha repetido con el director en “127 Hours” y ha trabajado con Ron Howard en “Rush” (2013) y “In The Heart of the Sea” (2016), además de Oliver Stone en “Snowden” (2016). Anteriormente era un director de fotografía muy ligado a Lars Von Trier, con el cual no trabaja desde “Antichrist” (2009), así como al movimiento Dogma en general, ya que Dod Mantle siempre ha sido un director de fotografía muy dado a experimentar con nuevas técnicas, estilos e incluso nuevos formatos, que aún a día de hoy continúa mezclando de forma constante en sus películas.
“T2: Trainspotting” no es ajena a este gusto por la experimentación y la creación de texturas diferentes dentro de una misma obra a la que es tan dado Anthony Dod Mantle. Más allá de que el grueso de la película está rodada con la Arri Alexa (con las cámaras Mini y XT, grabando siempre en formato ArriRaw) y las nuevas lentes Leica Summicron-C, la proyección muestra imágenes captadas con cámaras como la C300 MKII de Canon, Industries Flare 4KSDI y 2KSDI e incluso alguna minicámara más, todas ellas mezcladas sin pudor a lo largo de la película. Además, Dod Mantle también hace uso de difusión en cámara (quizá del tipo Schneider “Hollywood Black Magic”), aunque en un grado variable en función de las secuencias, por lo que en su conjunto, la textura de la película es muy poco consistente y ofrece poca coherencia en este aspecto, ya que algunas escenas están rodadas sin filtraje y en otras éste es muy aparente.
Dod Mantle se aleja también de la primera película con sus elecciones lumínicas, ya que mientras que Brian Tufano –que siempre estuvo muy lejos de ser uno de los operadores británicos más destacados- prácticamente se limitó a iluminar el film de forma realista y permitir que Boyle llevara a cabo todas sus piruetas visuales con la cámara, el autor de “Slumdog Millionaire” sí que opta, en cambio, por proporcionar una estética muy marcada para la película. Si bien los exteriores diurnos son los más neutros, casi todos los interiores de la película poseen algún tipo de viraje en el color de la luz: bien sea a través de luz verde, cián o amarilla, Dod Mantle introduce estos colores de forma muy saturada y sin que ello parezca obedecer a ninguna cuestión más que la mera estética. De hecho, tal es la falta de justificación de su luz y su poca integración en lo que está contando (más allá de en alguna escena que transcurre en pubs o clubes de alterne esta luz pueda resultar apropiada) que muchas veces parece que el director de fotografía está iluminando un videoclip en lugar de una película. Por supuesto que, como se supone a un operador ganador de un Oscar y del prestigio del británico, la película posee imágenes brillantes dentro de estos contextos, pero en lugar de tratarse de unos recursos integrados en la historia, parece más bien que es al contrario y que la luz intenta “animar” escenas a las que ni el director ni los intérpretes son capaces de sacarles partido. Mantle también utiliza algunas veces grandes aparatos de luz a modo de haces por las ventanas, pero en esencia, todo lo que le quedó tan bien en “Rush” aquí nunca parece encajar.
Boyle era un director de 40 años cuando realizó el despliegue de energía que supone la narrativa y estilo del “Trainspotting” original; ahora supera los 60 y quizá esa no sea la razón por la que la película palidece con respecto a su primera parte, pero lo cierto es que más allá de algún destello forzado (como el empleo de angulares extremos muy cercanos a los personajes, o algún movimiento de cámara frenético) la puesta en escena y la narrativa no es ya que resulten más “calmadas”, sino que comparativamente, son mucho más sobrias que en aquélla. Pero el principal problema es que el trabajo de Danny Boyle aquí se ha vuelto mucho más rutinario y menos inspirado, como la propia película. Por todo ello, los resultados globales son más bien pobres y distan mucho de los del original, cuya inventiva y frescura, e incluso atrevida narrativa (en cierto modo, con todos sus defectos, es el “Clockwork Orange” de los 90) están por completo ausentes en una película que, por la indiferencia que provoca, para lo poco que cuenta y cómo lo cuenta, sería mejor que nunca hubiera existido.
Título en España: T2: Trainspotting
Año de Producción: 2017
Director: Danny Boyle
Director de Fotografía: Anthony Dod Mantle, ASC, BSC, DFF
Ópticas: Leica Summicron-C, Angenieux Optimo, Ultra Prime 8R
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa (Arriraw, 3.4K), 1.85:1
Vista en Blu-ray
© Ignacio Aguilar, 2017.