Primal Fear
Debut en la dirección cinematográfica de Gregory Hoblit, basándose en una novela de William Diehl, que tiene como protagonista a un ambicioso abogado (Richard Gere) de la ciudad de Chicago, con notable afán de notoriedad, representa en juicio a un joven (Edward Norton, en su debut) acusado de haber asesinado a un arzobispo, enfrentándose por el camino a los poderes establecidos, representados entre otros por la fiscal (Laura Linney) encargada de la acusación. Se trata del clásico film judicial, con muchos giros en la trama, testimonios e interrogatorios tan apasionados como poco creíbles, etc. que, sin embargo, mantiene un cierto interés y un elevado nivel de entretenimiento a pesar de sus más de dos horas de duración. Ciertos aspectos del mismo conllevan quizá una suspensión de la credibilidad demasiado exigente para el espectador, lo cual al final lastra un esforzado conjunto. Además de Gere y Linney, aparecen en pantalla Frances McDormand, John Mahoney o Steven Bauer, en una de las subtramas del film que, realmente, no van a ningún sitio. Todos los elogios fueron a parar sin embargo a Edward Norton, que obtuvo una candidatura al Oscar al mejor actor secundario por su papel.