Típica producción adrenalínica de Don Simpson y Jerry Bruckheimer, que tiene como protagonista a Maverick (Tom Cruise), un joven piloto que acude a Top Gun, un centro especializado en el entrenamiento de los mejores aviadores de la marina de los EEUU. Allí vivirá entre la rivalidad que mantiene con sus compañeros de clase y el interés amoroso que siente hacia su instructora de vuelo (Kelly McGillis). Para encargarse de esta producción, dirigida claramente a un mercado adolescente –y también, para animar a alistarse en el ejército a jóvenes norteamericanos- Simpson y Bruckheimer trajeron desde Inglaterra al cineasta británico Tony Scott, el hermano menor de Ridley, conocido en aquél momento por sus estilísticos anuncios publicitarios y por la no menos estilizada “The Hunger” (1983), su debut cinematográfico. Después del éxito de la presente película, el menor de los Scott se especializó en este tipo de productos de acción un tanto descerebrados, a los que siempre aportó sus interesantes ideas visuales, que normalmente destacaban por encima de sus guiones. Anthony Edwards, Tom Skerritt, Val Kilmer, un fugaz Tim Robbins e incluso Meg Ryan secundan a Cruise en uno de sus primeros papeles importantes.
El director de fotografía fue el norteamericano Jeffrey Kimball [ASC], que también colaboró con Scott en títulos como “Beverly Hills Cop 2”, “Revenge” y “True Romance”. Gracias a su asociación con el realizador británico, Kimball, que era un veterano director de fotografía de anuncios publicitarios, se introdujo en el mundo del cine y se hizo con un nombre normalmente ligado a productos de acción, como “The Specialist” (Luis Llosa, 1994), sus films junto a John Woo (“Windtalkers”, “MI:2”, “Paycheck”) o más recientemente, haciéndose cargo de “The Expendables” (2010) junto a Sylvester Stallone. Además de su faceta como director de fotografía en películas de acción, destaca su trabajo en películas como “Jacob’s Ladder” (Adrian Lyne, 1990), “Wild Things” (John McNaughton, 1998) o “Star Trek: Nemesis” (Stuart Baird, 2002).
“Top Gun” destaca, entre otras muchas facetas, por ser (junto a “Silverado”, 1985) una de las primeras películas Hollywoodenses en adoptar el formato Super 35 como una alternativa al formato anamórfico para estrenar películas panorámicas. El Super 35, como es sabido, utiliza ópticas esféricas convencionales (de menor tamaño y mejor calidad que la mayoría de anamórficas) y el espacio reservado para la pista de sonido para aprovechar un área de negativo un poco mayor que el antiguo Techniscope, cuyas dos perforaciones por fotograma se quedaban algo escasas para proyecciones en la gran pantalla. Kimball se vio obligado a utilizar el Super 35 debido a lo complejo que resultaba (por tamaño y enfoque cercano) rodar en los aviones verdaderos utilizando ópticas anamórficas, por lo que empleó equipos Panavision esféricos y una variedad de ópticas fijas y zooms para conseguir sus propósitos. El hinchado óptico que requería el negativo de Super 35 para ser estrenado en salas cinematográficas (tanto en 35 como 70mm) también tenía como consecuencia que, habitualmente, las películas rodadas en este formato eran algo más granuladas que las rodadas en formato esférico convencional o especialmente en anamórfico.
Estéticamente, “Top Gun” sigue las líneas maestras marcadas por Tony Scott en “The Hunger” y, además, las características de imagen que su hermano Ridley ya había empleado con mucho éxito en “The Duellists”, “Alien”, “Blade Runner” o “Legend”: mucho contraste, utilización principalmente de una única fuente de iluminación, con apenas luz de relleno y muchas sombras y siluetas en los primeros términos, algo de humo en el interior de los decorados y utilización de muchos filtros de color (totales y degradados) en los exteriores, tanto para controlar las exposiciones de los cielos como para introducir bonitos –y a veces artificiales- efectos estéticos. Ello se pone de manifiesto en “Top Gun” desde la misma secuencia de los títulos de crédito, en la que filtros sunset, coral, tobacco o similares son utilizados en conjunción con teleobjetivos y zooms para captar las operaciones de repostaje, aterrizaje y despegue de los aviones en la cubierta de un barco de la marina de los EEUU. Las imágenes tienen mucha fuerza estética y combinan muy bien con la banda sonora de Harold Faltermayer, aunque en ellas ya es apreciable –incluso en Blu-ray- que la necesidad de utilizar emulsiones de alta sensibilidad con los filtros degradados tiene como resultado la aparición de bastante grano en pantalla.
El resto de exteriores de la película están dominados por este tipo de filtros, a veces de forma muy evidente pues los cineastas ni siquiera se molestan en esconder el corte de los degradados, pero el resultado es muy bonito y consigue que las localizaciones del sur de California (San Diego y Los Ángeles), algo anodinas, tengan cierto interés. A tal efecto, Kimball y Scott también buscan las horas del día en que el sol está más bajo en exteriores, o incluso, a la manera del italiano Vittorio Storaro, emplean fuentes de iluminación de tungsteno –seguramente maxibrutos- en exteriores diurnos para recrear los efectos de la luz solar sobre los personajes. Los resultados, en este aspecto, son muy buenos, ya que aunque muchos puedan considerar que Scott y Kimball se exceden, lo cierto es que de esta forma “Top Gun” tiene un look de exteriores que se impone a la realidad y ciertamente la mejora. El trabajo de rodaje real de los aviones y de los efectos es muy bueno y está muy bien integrado en la fotografía principal, pero lo cierto es que su buena técnica no contiene el interés de los exteriores rodados por Scott.
En los interiores, como comentábamos, Kimball utiliza siempre que puede una única fuente de luz justificada en el exterior de las estancias, generando un contraste muy alto que reduce mediante la utilización de humo. Esta luz a veces es blanca, pero en otras ocasiones traslada los efectos solares de los exteriores a los interiores. Muy interesante es la forma en que se fotografía a Kelly McGillis, la estrella femenina de la película, que es situada generalmente a contraluz con respecto a la fuente de luz y su rostro queda generalmente en más en sombra que los fondos, un aproximamiento típicamente británico de los 70 y los 80 que ya hizo Stephen Goldblatt en “The Hunger”. Kimball también fotografía en azul una escena de sexo –al parecer, para ocultar los cambios físicos en los protagonistas, ya que se rodó tiempo después de acabar el rodaje principal- y una interesante mezcla de luz azulada y roja en la sala de control del portaaviones, que junto con el resto de técnicas y estilos empleados hacen que la imagen de “Top Gun”, treinta años después de su estreno y por floja que sea la película en sí, siga pareciéndonos tan interesante y estilizada como el primer día.
Título en España: Top Gun
Año de Producción: 1986
Director: Tony Scott
Director de Fotografía: Jeffrey Kimball, ASC
Ópticas: Panavision esféricas
Emulsión: Kodak 5247 (125T) & 5294 (400T)
Formato y Relación de Aspecto: Super 35, 2.4:1
Vista en Blu-ray
© Ignacio Aguilar, 2016.