Avatar
11971
post-template-default,single,single-post,postid-11971,single-format-standard,bridge-core-3.3.2,qi-blocks-1.3.4,qodef-gutenberg--no-touch,qode-optimizer-1.0.4,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,vertical_menu_enabled,qode-title-hidden,qode-smooth-scroll-enabled,qode-child-theme-ver-1.0.0,qode-theme-ver-30.8.3,qode-theme-bridge,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-8.0,vc_responsive

Avatar

La película más taquillera de la historia, con la que el cineasta canadiense James Cameron superó su propio récord establecido doce años atrás con “Titanic” (1997). La historia, ambientada en el futuro, tiene como protagonista a Jake Sully (Sam Worthington), un antiguo marine, paralítico, que es llamado para sustituir a su hermano fallecido en la exploración de Pandora, un planeta habitado por los Na’vi y en el que hay yacimientos mineros de interés. Como el aire no es respirable por los humanos, los cientificos han ideado un sistema en el que éstos habitan en un cuerpo diferente (un “avatar”) cuando visitan Pandora, con cuerpo de Na’vi, pero manteniendo sus cualidades humanas. Jake recibe la promesa de ser operado para poder andar de nuevo si informa de lo que ve en Pandora al Coronel Quaritch (Stephen Lang), que junto con Parker (Giovanni Ribisi), el hombre la compañía que desea explotar Pandora, quiere usar dicha información para exterminar a los Na’vi y poder explotar el planeta. “Avatar” es una película muy poco original en su argumento, que realmente parece que retoma muchos elementos de “Aliens” (James Cameron, 1986) o incluso de “Dances With Wolves” (Kevin Costner, 1990). Pero lo que aquí realmente importa, más allá de la originalidad, es la creación del mundo de Pandora y la inmersión del espectador en el mismo, a través de efectos visuales y tridimensionales tan revolucionarios como lo fueron, en su momento, los efectos digitales de “Terminator 2: Judgement Day” (James Cameron, 1991). Sigourney Weaver, Zoe Saldana, Michelle Rodriguez o Wes Studi, entre otros, completan el reparto.

El director de fotografía de “Avatar” fue Mauro Fiore [ASC], en su único trabajo con James Cameron, ya que Fiore tampoco ha repetido en las dos secuelas ya rodadas, de las que se ha hecho cargo Russell Carpenter (“True Lies”, “Titanic”). Los orígenes de Mauro Fiore en la industria son como gaffer o jefe de eléctricos de Janusz Kaminski, el director de fotografía polaco que ha rodado todas las películas de Steven Spielberg desde que se hiciera cargo en 1993 de “Schindler’s List”, en la que Fiore también trabajó. Pero sobre todo, el director de fotografía de origen italiano trabajó con Kaminski en la época anterior a sus rodajes con Spielberg. Con posterioridad, después de hacer algunas segundas unidades para el polaco ya como director de fotografía, así como participar en “The Rock” (1996) y “Armageddon” (1998) para John Schwartzman, Fiore rodó el debut de Janusz Kaminski en la dirección, “Lost Souls” (2000), que fue la película que le sitió en el mapa. Después vendrían “Get Carter” (2000), “Driven” (2001) o sobre todo, “Training Day” (Antoine Fuqua, 2001), aunque parece ser que James Cameron le seleccionó por su labor en “Tears of the Sun” (Antoine Fuqua, 2003) y en “The Island” (Michael Bay, 2005). Después, continuando con su especialización en el cine de acción, Fiore firmó películas como “Smokin’ Aces” (Joe Carnahan, 2006), “The Kingdom” (Peter Berg, 2007), “The A Team” (Joe Carnahan, 2010), “The Equalizer” (Antoine Fuqua, 2014), “The Magnificent Seven” (Antoine Fuqua, 2016) o “Spiderman: No Way Home” (Jon Watts, 2021).

James Cameron, desde siempre, ha sido uno de esos directores que siempre han mostrado un fuerte interés en la imagen de sus películas, e incluso siempre ha mostrado una inclinación técnica tan fuerte como para imponer el formato o las lentes con las que se rodaban sus películas, que desde siempre, además, contaban con elaborados efectos visuales (Cameron había empezado su carrera haciendo efectos para Roger Corman). Fruto de ello, con “Abyss” (1989), “T2” (1991), “True Lies” (1994) o “Titanic” (1997), el director fue uno de los máximos impulsores del formato Super 35, con el que rodando en 35mm, obtenía una relación de aspecto 2.4:1 y copias en 70mm sin necesidad de recurrir a las lentes anamórficas. Incluso en las tres primeras de esas cuatro películas, prescindió de los tradicionales equipos Panavision que suelen y solían usarse en las grandes producciones comerciales norteamericanas. En el caso de “Avatar”, que es una película que contenía largos segmentos de efectos visuales, sin imagen real, Cameron comenzó de hecho la producción en Nueva Zelanda, sede de Weta Digital, la empresa de VFX de Peter Jackson que se había hecho cargo de sus películas de “Lord of the Rings” y “King Kong”, sin asignar aún un director de fotografía.

Solo después de un rodaje en “Motion Capture” o captura de movimiento durante 18 meses, comenzó el rodaje de las escenas de acción real, que Mauro Fiore estimaba en un 30% aproximado de la producción. El “Motion Capture” es un sistema en el cual se produce un rodaje de los personajes que posteriormente serán sustituidos por creaciones digitales, pero en el mismo, los actores los interpretan dirigidos en un set por el director, reaccionan a elementos reales, etc. y, al tiempo, son trackeados sus movimientos para que las creaciones digitales posean una base real y exista, cuando menos cierta fisicidad, como en los personajes de Andy Serkis en las citadas “Lord of the Rings” y “King Kong”.

Así pues, la parte que rodó Mauro Fiore se circunscribe principalmente a las escenas en las que aparecen los actores de carne y hueso, rodadas en decorados reales con extensiones mediante pantallas verdes. La ambientación en el futuro de estas escenas hacen sin embargo que posean un aspecto parecido, o muy parecido de hecho, al de “Aliens”, ya que los diseños de Rick Carter y Robert Stromberg se parecen sospechosamene a los de la película de 1986, aunque el color quizá se asemeje más al empleado también por James Cameron en las escenas modernas de “Titanic”, con fríos tonos “teal”, cián o “peacock blue” que sugieren la vertiente tecnológica de las instalaciones en las que aparecen los personajes. La iluminación de Mauro Fiore, por lo menos en apariencia, es sencilla, ya que está basada principalmente en fluorescentes integrados en los propios decorados como iluminación cenital (el film se rodó, obviamente, antes de la eclosión de los LED) así como en haces de luz dura que entran en el decorado y crean contraste y cierta imitación de los efectos del sol, si es que esto último tiene sentido con la ambientación de la película en otro planeta. No hay grandes contrastes, ni imágenes de un excesivo interés en toda esta sección, puesto que Mauro Fiore se dedica más bien a realizar un trabajo funcional, en el que resuelve bien todas las situaciones que le plantea James Cameron, pero con escaso brillo. También son obra suya, claro está, todas las escenas que combinan imágenes reales, por escaso que sea su porcentaje en los fotogramas finales, con pantallas verdes o extensiones de sets, de manera que el director de fotografía tuvo que trabajar de manera absolutamente coordinada con el equipo de efectos visuales e incluso en el rodaje de miniaturas, a fin de lograr u obtener la mejor integración posible en el producto final.

Quizá, teniendo en cuenta que, por iniciativa de James Cameron, “Avatar” fue una película rodada con cámaras HD (Sony F-950, Sony HDC-1500 y, hacia el final de rodaje, se incorporó la Sony F-23), el trabajo de Mauro Fiore es más meritorio, debido a que, incluso con la perspectiva que ofrece el paso del tiempo, su trabajo con los sensores 2/3 y sus inferiores cualidades no solo con respecto al 35mm, sino también a la Arri Alexa que se impondría poco después del estreno del film, se mantiene razonablemente bien, a pesar que se evidencian problemas de latitud en altas luces y en sombras incluso en un film íntegramente rodado en situaciones de absoluto control en estudio. Y por si ello fuera poco, James Cameron quiso rodar y rodó todo el film en formato 3-D nativo, con la ayuda de los rigs 3-D creados para la ocasión por el mismo y por Vince Pace. Es por ello por lo que múltiples escenas, aún viendo el film en su versión en dos dimensiones, evidencian su diseño para las tres dimensiones, como todos los vuelos, caídas, múltiples capas del planeta Pandora, etc.

Los resultados, quizá, sean irregulares. Es cierto que los VFX, tan extensos, están empleados narrativamente para situar al espectador en un mundo que, de otra manera, ni existiría ni sería visualizable. Pero por otro lado, a pesar de sus avances (como por ejemplo con el “Motion Capture”, para crear personajes digitales con ciertas emociones), todo ese mundo imaginario de Pandora luce tan digital como un super videojuego de última generación, de manera que, a pesar de los esfuerzos, gran parte de “Avatar” parece más bien una película de animación. Con cohesión entre sus escenas reales y las digitales (según Fiore, el aspecto del mundo de Pandora lo fijaron durante su rodaje), pero con una gran parte del metraje que poco tiene que ver con la cinematografía en sentido tradicional. Por ello, cuando vemos un atardecer en Pandora, o un crepúsculo, o las escenas nocturnas iluminadas por pequeños seres voladores, etc. no estamos asistiendo al trabajo de Mauro Fiore, sino a una creación en post-producción de acuerdo con las directrices de James Cameron, probablemente su equipo de diseño y desde luego, Weta Digital. A pesar de ello, Mauro Fiore no solo fue nominado al Oscar, sino que lo ganó -algo sorpresivo, debido a que su trabajo ni luce especialmente ni posee excesivo peso en el conjunto-, aunque a decir verdad, poco se puede criticar a la Academia de Hollywood porque los propios compañeros de Fiore en la Sociedad Americana de Directores de Fotografía (ASC) e incluso sus colegas de la británica (BSC) o los BAFTA, también le hicieron candidato a sus premios del año. El legado de “Avatar”, además de sus VFX, fue que durante algunos años, un gran número de producciones se rodaron en formato 3-D nativo (como “Hugo”, “Life of Pi” o “Gravity”) o bien se convirtieron a 3-D en post-producción, a pesar que la moda -que llegó a formatos domésticos- volvió a decaer al cabo de los años.

Título en España: Avatar
Año de Producción: 2009
Director: James Cameron
Director de Fotografía: Mauro Fiore, ASC
Ópticas: Canon Zooms
Formato y Relación de Aspecto: HDCAM SR (1080/24p), 1.78:1
Otros: Digital Intermediate
Premios: Oscar a la mejor fotografía, American Society of Cinematographers (nom), British Society of Cinematographers (nom)

Vista en 35mm & HDTV

© Ignacio Aguilar, 2022.



Language / Idioma