Adaptación de un libro de Mark Bowden, con producción de Jerry Bruckheimer, que narra los acontecimientos reales acaecidos en Mogadiscio (Somalia) en 1993, cuando marines norteamericanos realizaron una incursión al centro de la ciudad en aras a derrocar al caudillo local, y se encontraron con una enorme multitud armada que les hizo frente, perdiendo varios helicópteros y vidas de los soldados norteamericanos como consecuencia. Bajo la dirección del británico Ridley Scott, “Black Hawk Down” se centra exclusivamente en el punto de vista norteamericano, por supuesto, aunque es una película en la que lo que importa es más la acción que la política, que está muy poco desarrollada en el film. Así pues, lo que propone Scott, con muy poco texto, es un film que durante dos horas mete al espectador entre las calles de la ciudad, decenas de barricadas, casas habitadas por familias desarmadas, etc. entre las cuales un grupo de Rangers y Marines se enfrentan a las guerrillas somalíes para intentar salvar la vida de los militares cuyos helicópteros han sido abatidos. Desde ese punto de vista, se trata de un film modélico (Pietro Scalia ganó el Oscar al mejor montaje y el propio Scott estuvo nominado como director), que hace interesante un continuo tiroteo, tomando como referencia clásicos como “Battle of Algiers” (Gillo Pontecorvo, 1966) y, seguramente, “Zulu” (Cy Enfield, 1964), con un montón de secuencias muy impactantes y muy bien ejecutadas, bajo otra notable banda sonora de Hans Zimmer, en su época más fructífera. Josh Hartnett, Sam Shepard, Ewan McGregor, Eric Bana, Tom Sizemore, Jason Isaacs, Ewan Brenner, entre otros, forman el reparto.
El director de fotografía fue el polaco Slawomir Idziak [PSC], quien quizá fuera una elección extraña, teniendo en cuenta el tipo de film que es “Black Hawk Down” y el tipo de cine por el que mayoritariamente era reconocido Idziak: “A Short Film About Killing” (1988), “La Double Vie De Veronique” (1991) y “Bleu” (1993), las tres obras del compatriota de Idziak, el cineasta polaco Krzysztof Kieslowski. Idziak, que ya había iniciado una carrera fuera de Polonia con títulos como “Gattaca” (Andrew Niccol, 1997), “I Want You” (Michael Winterbottom, 1998) o “Proof of Life” (Taylor Hackford, 2000), era sobre todo conocido por su original e inusual utilización de los filtros de cámara, tanto degradados, como degradados y solidos coloreados. Hechos a mano por él mismo, los colores y gradaciones de los mismos eran muy inusuales e Idziak aseguraba que poseía centenares de los mismos. Combinados con gelatinas para los aparatos de luz que tampoco era muy ortodoxas a priori, Idziak rodó el citado episodio del decálogo de Kieslowski con un aspecto verdoso, técnica que elaboraría y desarrollaría mucho más en su obra maestra, la también citada “La Double Vie de Veronique”, aprovechando, dicho sea de paso, la serena belleza de Irene Jacob. Su mezcla de fuertes tonos amarillos y verdes, junto con una iluminación suave más o menos convencional, hizo que la película tuviera un aspecto de ensueño muy interesante, además de ser enormemente vistosa. Ello fue seguramente lo que cautivó a Scott, que reclutó a Idziak para este trabajo tan complejo por el que estuvo nominado al Oscar. Sus trabajos posteriores, que incluyen “King Arthur” (Antoine Fuqua, 2004) y “Harry Potter And The Order of Phoenix” (David Yates, 2007) ya no fueron tan exitosos, aunque pertenece activo en cine y publicidad.
Todavía en la última época en que las películas que se rodaban en negativo y formato Super 35 requerían de un hinchado óptico para ser estrenadas en copias compatibles en 35mm anamórfico, Idziak y Scott recurrieron al mismo y a su particular textura de grano, seguramente a fin de hacer que la película tuviera un mayor realismo, casi documental en este aspecto, a la manera de “Saving Private Ryan” (1998). A tal efecto, Idziak empleó una variedad de emulsiones disponibles en la época, desde muy escasa a elevada sensibilidad, seguramente recurriendo además, a propósito, al revelado forzado de las mismas, para aumentar el grano presente en pantalla. Así pues, por ejemplo, el prólogo de la película es increíblemente granulado, con una textura que combina el grano de un 16mm con la nitidez del 35mm, mientras que el grueso del metraje, especialmente las secuencias de combate, tienen una estructura de grano muy aparente. Sin embargo, las escenas finales, “el tributo a los muertos” de Scott, son las que parece que están rodadas a 50 ASA, por lo que el aspecto es mucho más límpio. Todas estas variaciones, apreciables en el Blu-ray, lo eran todavía más en las copias en 35mm que poseían ese fuerte sabor óptico y fotoquímico que, con la llegada de los primeros Digital Intermediates, se perdió muy poco después.
Pero Idziak seguramente no fue convocado por su dominio de las texturas y el grano, sino por sus filtros degradados y su uso del color, que en cierto modo, es una fusión entre su trabajo anterior y el trabajo de Scott, como por ejemplo evidencia “Gladiator”, rodada el año anterior bajo la dirección de fotografía de un hombre mucho más clásico que Idziak, John Mathieson. Por ello, en “Black Hawk Down” aparecen secuencias exteriores diurnas rodadas sin el filtro 85 y película equilibrada para luz de tungsteno, con el característico aspecto azulado que ello provoca, así como otras secuencias en las que ocurre todo lo contrario; además del filtro 85 o del uso de una película daylight, los cineastas están empleando filtros Coral o similares para hacer que la imagen todavía sea más cálida. Pero Idziak no se limita a algo tan simple, sino que combina esos filtros sólidos con decenas de extraños degradados que oscurecen la parte inferior, o superior o la esquinas de la imagen o casi toda ella al mismo tiempo. A veces, la densidad de sus degradados es tan grande que el operador polaco, bajo el sol de Marruecos –en donde se rodó todo el film- utiliza luces frontales sobre los actores en exteriores pero, con un degradado lateral, crea transiciones de luz oscureciendo ese lado.
Además de los colores especiales de los filtros, que en la copia en 35mm eran muy sutiles (en el Blu-ray el aspecto parece más digital, y a buen seguro a día de hoy las técnicas artesanales y filtros de color de Idziak podrían recrearse casi completamente en post-producción), Idziak también utiliza fuentes de iluminación con colores poco ortodoxos, tales como fluorescentes de varios tipos, pero generalmente Daylight o Cool White –que producen tonos azulados o verdosos- o fuentes de iluminación de tipo industrial, como Mercury Vapor, nuevamente con tonos azulados, que fomentan el aspecto de intrusión de las acciones norteamericanas en Somalia, un poco de la misma forma que la luz artificial de Vittorio Storaro resaltaba esto mismo en mitad de la jungla de “Apocalypse Now”. Sin embargo, es especialmente interesante la forma en que Idziak hace frente a sus escenas nocturnas, porque utiliza una combinación de los grandes fuegos presentes en pantalla y luz verde, a modo de visión nocturna; una combinación de color muy parecida a la de “La Double Vie de Veronique” pero empleada para una guerra campal, con efectos estéticos impresionantes.
El método tradicional de Scott, desde hace muchos años, ha sido el de rodar muy deprisa sus películas empleando multicámaras y métodos de rodaje que, se evidencie o no, en palabras de Dariusz Wolski, son prácticamente los de un documental improvisado. Ese método, por supuesto, le sienta muy bien a una película del tipo de “Black Hawk Down”, en la que muchas escenas muestran pequeños combates o escaramuzas, con mucho movimiento de cámara y teleobjetivos para mostrar la acción. Pero para las secuencias de los helicópteros, además de contar con una 2ª unidad dirigida y fotografiada por Alexander Witt, es evidente que Scott se esforzó para pre-planificar y pre-visualizar múltiples escenas que combinan efectos digitales, helicópteros reales, actores principales y complejos stunts. El éxito de coreografiar todas estas escenas, a veces con muchos extras e incluso con efectos físicos, como si de un General Cinematográfico se tratase, es un importante logro del director de “Alien” y “Blade Runner”, que fue justamente mencionado por sus colegas de la Academia y del Director’s Guild of America (DGA) en sus premios a finales de año.
Título en España: Black Hawk Derribado
Año de Producción: 2001
Director: Ridley Scott
Director de Fotografía: Slawomir Idziak, PSC
Ópticas: Zeiss Ultra Prime, Angenieux HR
Emulsión: Kodak 5245 (50D), 5248 (100T), 5246 (250D), 5277 (320T) y 5279 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: Super 35, 2.4:1
Otros: fotografía y dirección de segunda unidad de Alexander Witt
Premios: Oscar a la mejor fotografía (nom), BAFTA a la mejor fotografía (nom)
Vista en 35mm & Blu-ray
© Ignacio Aguilar, 2016.