Adaptación cinematográfica de la primera parte de la novela de Stephen King -llevada a la pequeña pantalla en forma de miniserie por Tommy Lee Wallace en 1990- ambientada en un pequeño pueblo de norteamérica a finales de los años 80. En este pueblo se está produciendo una serie de extrañas desapariciones de niños, en las que parece implicado un monstruoso ser que aspecto de payaso de circo, que tiene su propia guarida en el pueblo y que se mueve por el alcantarillado. Sin ser conocedor de la novela de King, parece que esta nueva versión -que comparte varios elementos con «Stranger Things» (o bien la serie los toma del universo del escritor)- rinde culto a los años 80 en los que está ambientada: el grupo de jóvenes, la amistad entre ellos, su unión en la búsqueda de un fin común, etc. presentes en títulos de la época como «Stand by Me» (1986) o «The Goonies» (1985), solo que esta vez con un trasfondo de terror que eso sí, se ve con más perplejidad que horror durante sus holgadas dos horas y cuarto de proyección.
El director de fotografía es el surcoreano Chung Hoon-Chung, quien hasta la fecha ha desarrollado el grueso de su carrera en su país natal, siendo conocido especialmente por su colaboración con el realizador Park Chan-wook, de la que han nacido películas como «Oldboy» (2003), «Ah-ga-ssi» (2016), «Bakjwi» (2009) o «Stoker» (2013), protagonizada por Mia Wasikowska y Nicole Kidman. Desde el rodaje de esta última, parece ser que Chung Hoon-Chung está más interesado en el cine de habla inglesa, se ha trasladado a vivir a Los Ángeles y que ha comenzado a trabajar más en la industria norteamericana, con títulos como «Boulevard» (Dito Montiel, 2014), «Me and Earl and the Dying Girl» (Alfonso Gomez-Rejon, 2015), «The Current War» (Alfonso Gomez-Rejon, 2017), «Hotel Artemis» (Drew Pearce, 2018), «Earthquake Bird» (Wash Westmoreland, 2019), «Zombieland: Double Tap» (Ruben Fleischer, 2019) y lo nuevo de Edgar Wright, de estreno previsto en 2020: «Last Night in Soho».
La imagen de «It» está caracterizada por su aspecto mayoritariamente naturalista, empleando niveles bajos de iluminación y un formato panorámico para capturar a los numerosos personajes que aparecen en pantalla de manera simultánea. Para conseguir este aspecto, Hoon-Chung recurrió ha una curiosa mezcla de lentes en pantalla: el grueso de la película está rodado empleando la serie «G» de lentes anamórficas de Panavision, mientras que para algunas tomas muy angulares, o bien cuando los cineastas necesitaban reposicionar el cuadro y/o emplear efectos visuales digitales, el director de fotografía empleó la tradicional serie Primo esférica de Panavision. Lo cierto es que es una combinación que funciona bien, ya que con la excepción de algunos momentos en los que el bokeh ovalado, los flares o la distorsión de los anamórficos hacen claro acto de presencia, los Primo pasan bastante desapercibidos, con un equilibrio de color y una nitidez que, después de un etalonaje digital, los hace indistinguibles. A pesar de ser una película «de época», ya que los hechos que vemos en pantalla están ambientados en 1988-1989, ni Hoon-Chung ni el director argentino Andy Muschietti hacen el menor esfuerzo (que seguramente hubiera sido superfluo de todos modos) por intentar rememorar la estética de la época. Es decir, más allá del diseño de producción, de vestuario y de algunos rótulos reminiscentes por ejemplo del cine de John Carpenter, ni Hoon-Chung ni el director deciden imitar el aspecto o textura del cine de la época. De ahí por ejemplo un rodaje en digital que ofrece una imagen contemporánea dentro del diseño «ochentero».
Como indicábamos, la iluminación de Hoon-Chung es naturalista, pero además, también, muy contrastada. Ello se aprecia desde el brillante prólogo del film, con los personajes situados en un interior a contraluz, casi en penumbra, mientras que la luz procede claramente del exterior de las ventanas. Esa es la filosofía de casi todo el film, en sus secuencias más mundanas cuando menos: grandes aparatos en los exteriores, muy filtrados y suavizados, para hacer que una única fuente de luz direccional y muy contrastada entre en los interiores, con un leve relleno (quizá en suelos, paredes, etc.) sobre los personajes. De este modo, son muy frecuentes los momentos en los que los personajes aparecen en penumbra, con el rostro en sombra total o parcialmente. Y por supuesto, en las escenas en las que los chicos entran en la casa que habita en payaso que ejerce de villano de la función, o en túneles, sótanos, etc. ni Hoon-Chung ni el realizador tienen el menor reparo en mostrar niveles de oscuridad muy marcados, a veces con simples luces de ojos que crean una pequeña chispa en los globos oculares de los jovenes intérpretes y con ello el espectador se imagina el resto de su rostro, puesto que no se les ve apenas.
Los resultados son muy interesantes desde el punto de vista estético, porque más allá de algunos momentos en que el anamórfico muestra sus habituales destellos, el formato panorámico está empleado realmente para conseguir composiciones a lo ancho, y no como un mero recurso para obtener una imagen 2.4:1 que se vea más grande en cines. La luz del operador surcoreano es muy interesante con su elevadísimo contraste y, a veces, introduciendo tonos dorados o cálidos que nos recuerdan constantemente que la historia se desarrolla durante el verano o período vacacional de los protagonistas. Quizá cuando aparecen sótanos, alcantarillas, redes de desagüe, etc. en las que la iluminación es muy ténue, con kinoflo buscando reflejos en el agua, LEDs como fuentes principales, etc. los niveles de oscuridad sean demasiado intensos, con un predominio del negro que a veces hace un poco dificil seguir lo que ocurre en pantalla. Pero en cualquier caso, aún con su imagen moderna y digital, que se aprecia sobre todo en los exteriores día, de gran luminosidad y saturación, especialmente contrapuestos a las escenas interiores de terror, los resultados de «It» son muy buenos e interesantes, demostrando una vez más que una imagen naturalista no está reñida ni con la atmósfera ni con el terror, e incluso, que de hecho, puede ayudar o contribuir a hacerla aún más efectiva.
Título en España: It
Año de Producción: 2017
Director: Andy Muschietti
Director de Fotografía: Chung Hoon-Chung
Ópticas: G-Series anamórficas y Primo esféricas de Panavision
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa (ArriRaw 2.8k & 3.4K), 2.4:1
Otros: Digital Intermediate
Vista en 4K HDTV