Frustrado proyecto de continuación de la serie “The French Connection” que, ante la negativa de Gene Hackman de retomar su papel de Popeye Doyle, fue transformado en un vehículo al servicio de Sylvester Stallone, en el que interpreta a un policía de Nueva York que debe buscar y atrapar a un peligroso terrorista procedente de Europa (Rutger Hauer, en su debut en el cine norteamericano). Lastrada por algunos problemas de producción –el director original Gary Nelson dejó el rodaje- y por el acondicionamiento de la historia para Stallone, no obstante la película es una de las más aceptables de la filmografía del actor italoamericano, aunque el eslogan publicitario que apuntaba a un cruce entre “Serpico” (Sidney Lumet, 1973) y “The Day of the Jackal” (Fred Zinemmann, 1973) se le queda enorme, especialmente con respecto a la segunda.
El director de fotografía fue James A. Contner, un prometedor ayudante y posteriormente operador de cámara que fue promocionado por primera vez al cargo más importante de su departamento por el director William Friedkin para su polémica película “Cruising” (1980). Después de rodar algún titulo importante más durante los 80, como la increíblemente fallida “Jaws 3-D” (Joe Alves, 1983), Contner abandonó su prometedora carrera como director de fotografía por la de realizador televisivo, medio en el que ha trabajado de manera constante hasta su retiro en el año 2009, y en el que tampoco parece que haya alcanzado la notoriedad que podría haber obtenido en caso de haber seguido fotografiando títulos con el interés del presente.
En “Nighthawks”, como por otro lado ya hiciera en el film de Friedkin, la inspiración máxima parece ser Owen Roizman [ASC] y especialmente el trabajo de éste en el original de “The French Connection” (1971), obra también que por supuesto se debe al realizador de “Sorcerer” (1977). Como buena obra deudora de la década de los 70 y los cambios estilísticos que se consolidaron durante la misma, “Nighthawks” trata de ofrecer una imagen natural y realista que favorezca que el espectador crea la historia que ve en pantalla. Por ello, como Roizman y casi todos los grandes innovadores de la década anterior, Contner hace uso extensivo del revelado forzado y de ópticas ultraluminosas al menos durante el grueso de la proyección, en una época justo anterior a la aparición de las primeras emulsiones de alta sensibilidad, que posibilitaron prescindir del tiempo extendido en el revelado o utilizar diafragmas más cerrados. Ello produce la típica imagen granulada, con colores saturados pero apagados, que identifica a “The French Connection”, pero también a clásicos como la citada “Serpico”, “Dog Day Afternoon”, “Taxi Driver”, “Network”, etc.
Contner hace su trabajo de forma más que eficiente y, si bien no se aprecia en él –este fue únicamente su tercer film- la clase de los grandes operadores de los años 70, desde luego tampoco desentona con respecto a los mismos, con una filosofía minimalista con respecto a la luz, que casi siempre pretende estar integrada en los decorados o, cuando menos, justificada, o también con respecto al uso de recursos como el zoom –que todavía recuerda al de la década anterior- u, ocasionalmente, las lentes de aproximación partida, en la secuencia de apertura de la película. Las imágenes nunca pretenden tener una estética llamativa y mucho menos provocativa, sino que tratan de retratar las localizaciones o ambientes nocturnos de la ciudad de Nueva York tal y como eran realmente por aquélla época.
Por ello, es un trabajo interesante, en tanto que bebe de muy competentes fuentes estéticas del cine de los años 70 y, si acaso, ya anacrónico, pues se adentra en los 80 con una estética que ya comenzaba a superarse, y aunque lo que hace Contner lo hace bien, no anticipa en absoluto lo que sería el aspecto propio de la década de los 80, como si hiciera por ejemplo “Thief” de Michael Mann, estrenada en la misma época. De ahí que, aunque sea uno de los títulos más competentes de la filmografía de Sylvester Stallone, quizá sea también uno de los más desconocidos y olvidados.
Título en España: Los Halcones de la Noche
Año de Producción: 1981
Director: Bruce Malmuth
Director de Fotografía: James A. Contner
Ópticas: Panavision Ultra Speed
Emulsión: Kodak 5247 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1
Vista en HDTV
© Ignacio Aguilar, 2014.