No Country for Old Men
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No Country for Old Men

Adaptación de la novela de Cormac McCarthy a cargo de los hermanos Joel & Ethan Coen, ambientada en el estado de Texas en 1980, que tiene como protagonista a un hombre (Josh Brolin) que un buen día, mientras se encuentra de caza, tiene la mala suerte de encontrarse en el campo con varios coches llenos de balazos y varios hombres muertos en los alrededores. No alerta a las autoridades porque también encuentra un maletín con una enorme cantidad de dinero, ignorando que hay un busca en su interior y que un peligroso asesino (Javier Bardem) tratará de recuperarlo por todos los medios, sin que el viejo Sheriff del lugar (Tommy Lee Jones) sea capaz de tomar parte activa en los acontecimientos. Aunque parta de material ajeno, se trata de una película típica de los Coen, que combina su habitual humor, personajes extraños y repentinos estallidos de violencia, en un paisaje típico americano como lo son los desiertos del medio Oeste. La gran inspiración con la que los hermanos afrontaron el proyecto les llevó a alzarse con los Oscar a la mejor película, al mejor director y al mejor guión adaptado en el año 2007, además de una estatuilla adicional para Javier Bardem por su papel de villano de la función.

El director de fotografía una vez más fue Roger Deakins [ASC, BSC], el británico que desde 1991 había fotografiado todas las películas de los hermanos, comenzando con “Barton Fink”. Con posterioridad han seguido colaborando y continúa siendo el director de fotografía predilecto de los Coen, aunque en algunos proyectos en los que no ha estado disponible, ha sido sustituido por Emmanuel Lubezki (“Burn After Reading”, 2008) o por Bruno Delbonnel (“Inside Llewyn Davis”, 2013), siendo el operador francés el inicialmente previsto para la serie de televisión que preparan los hermanos de cara al 2018, “The Ballad of Buster Scruggs”. Poco se puede escribir que no se haya hecho antes sobre la carrera de Roger Deakins, quien a sus cerca de 70 años se ha convertido en uno de los directores de fotografía más importantes de los últimos veintinco años, a pesar de lo cual y de sus múltiples nominaciones al Óscar, a fecha de escribir estas líneas y de lo que pudiera ocurrir con “Blade Runner 2049” (que no es su mejor trabajo), aún no ha conseguido el ansiado premio.

“No Country For Old Men” sí es, en cambio, uno de los mejores trabajos de Roger Deakins, quien por cierto, cambió para esta película las lentes Cooke S4 que llevaba utilizando desde hacía varios años por los Arri/Zeiss Master Prime, entonces recién aparecidos y que continúa utilizando. Combinados con un Digital Intermediate a 4K de resolución, la exhibición cinematográfica del film era de una gran nitidez y calidad, haciendo olvidar parcialmente que partía de un negativo relativamente pequeño, el del formato Super 35, al menos si es comparado con el del formato 35mm anamórfico, que hasta la fecha el británico nunca ha empleado en ninguna de sus películas.

Se trata de una fotografía que destaca por muchos motivos, pero quizá, de modo especial, por la forma en que Deakins retrata los exteriores diurnos texanos (aunque generalmente rodados en Nuevo México): lo hace a través de una fuerte sobreexposición del negativo, que hace que los cielos únicamente conserven un poco del color del cielo y de la textura de las nubes, pero que provocan la requerida sensación en el espectador de que los personajes se encuentran en un entorno seco, caluroso y decididamente inhóspito. Las exposiciones de Deakins en este aspecto son perfectas, ya que dicha línea de sobreexposición, que a priori podría chocar un poco, se muestra desde el primer fotograma hasta el último, de forma totalmente consciente. En segundo lugar, destacan también poderosamente los exteriores nocturnos del lugar en medio del desierto en el que el personaje de Brolin descubre la matanza que da pie al argumento del film, en los que Deakins evita la tentación de rodar en noche americana (day-for-night) y decide iluminarlos de verdad, creando una preciosa luz de luna azulada colocando enormes fuentes de iluminación muy lejos de la acción principal y, detrás del alto en el que se ubica el coche de Brolin, luces apuntando al cielo creando una línea del horizonte. Esta espectacular secuencia, rodada muy abierta de diafragma, está culminada además con una notable transición desde la noche al amanecer, siguiendo la huida del personaje de Brolin de los malos que le acechan.

Por lo demás, el film sigue la habitual línea naturalista del operador británico, con interiores en los que hace llegar luz suave y difusa desde el exterior, a través de las ventanas, creando un fuerte contraste en las estancias. También destaca la forma en que Deakins utiliza en varios momentos la luz del crepúsculo para pasar de exteriores a interiores, empleando una emulsión equilibrada para la luz de tungsteno (3200 kelvin) y luz más amarilla de lo normal en los interiores, creando bonitas mezclas de colores. Sin embargo, siendo Roger Deakins un director de fotografía que destaca mucho por la precisión de sus exposiciones, es muy sugerente ver en pantalla cómo en esta ocasión deja que algunas de las lámparas y luces de las que se vale en los interiores nocturnos para crear una iluminación justificada, queden sobreexpuestas en pantalla, lo que hace que el film tenga un aspecto más crudo, orgánico y menos controlado de lo que es habitual en el británico. También son interesantes algunos interiores noche en los que Deakins deja que se filtre algo de luz de farola para que se vea un poco y evitar la total oscuridad, así como los mismos exteriores nocturnos mezclando luz dura de sodio como si fueran las farolas con fluorescentes tipo daylight.

Por supuesto, a nivel de puesta en escena, el film es muy clásico, con los habituales plano-contraplano frontales y sin escorzo que han hecho famosos a los Coen, mientras que Deakins, que es uno de esos directores de fotografía a los que además les gusta operar personalmente la cámara, hace un buen uso del formato panorámico, aunque siempre empleando sus focales habituales, que suelen ir desde el 32mm hasta el 75mm. Los resultados son muy buenos, a ratos excelentes, haciendo Deakins un trabajo tan sumamente bueno que, viéndolo, incluso parece fácil, aunque detrás del mismo haya un inmenso talento que es el que hace posible que imágenes de tanta calidad lleguen a la gran pantalla. En este 2007, a pesar de ganar el BAFTA y el premio de la BSC, Deakins perdió una de sus grandes oportunidades de ganar el Oscar, ya que entregó dos grandes trabajos, éste y el de “The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford”, pero ambos fueron nominados al Oscar y ello, en parte, es muy posible que hiciera que el ganador fuera Robert Elswit, que no competía contra sí mismo, por su notable trabajo en el film de Paul Thomas Anderson “There Will Be Blood”.

Título en España: No es país para viejos
Año de Producción: 2007
Director: Joel & Ethan Coen
Director de Fotografía: Roger Deakins, ASC, BSC
Ópticas: Arri/Zeiss Master Prime
Emulsión: Kodak 5212 (100T), 5217 (200T) & 5218 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: Super 35, 2.4:1
Otros: 4K Digital Intermediate
Premios: Oscar a la Mejor Fotografía (nom), American Society of Cinematographers (nom), BAFTA, British Society of Cinematographers.

Vista en Blu-ray

© Ignacio Aguilar, 2018.



Language / Idioma