02 Dic Last Night in Soho
Una joven estudiante de diseño de moda (Thomasin McKenzie) se traslada a Londres a vivir. Sin embargo, no termina de encajar con sus compañeras de residencia, de manera que se traslada a un viejo edificio regentado por una anciana (Diana Rigg). Muy pronto, comienza a soñar que se transporta cada noche al mismo barrio en el que vive, solo que en la década de los años 60. Muy pronto, su sueño comienza a transformarse en una pesadilla de la que no puede escapar, y en la que aparecen una joven aspirante a cantante (Anya Taylor-Joy), un hombre que quiere obligarla a prostituirse (Matt Smith) e incluso un misterioso octagenario que aparece frecuentemente por el pub donde la protagonista trabaja (Terence Stamp). A pesar que se trata de una película que cuenta con la característica energía que caracteriza el cine de su director, el británico Edgar Wright, “Last Night in Soho” mezcla demasiadas influencias y fluctúa entre diferentes géneros de manera demasiado altisonante como para resultar exitosa como propuesta, de manera que a pesar de resultar moderadamente entretenida, está lejos de sus mejores o más simpáticas películas, como pueda ser por ejemplo la anterior “Baby Driver” (2017).