melville
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Primera de las tres colaboraciones entre el director francés Jean-Pierre Melville y el actor Alain Delon, en un papel (el de Jef Costello) escrito expresamente para el intérprete, en el que éste encarna a un asesino a sueldo que debe matar al dueño de un club nocturno. Todos los preparativos de su crimen, así como las consecuencias del mismo, son detalladas de manera tan pausada como metódica durante una narrativa tan concisa como apabullante, que sin duda sentaría las bases de la posterior -y más compleja- “Le Cercle Rouge” (1970), quizá la obra cumbre de Jean-Pierre Melville. Los resultados son por lo tanto tan buenos como influyentes, ya que ese rol del asesino frío, solitario y despiadado, tan visto en el cine, probablemente naciera en el presente título. François Périer, Nathalie Delon y Cathy Rosier, entre otros, forman el reparto de secundarios de la película.

Adaptación de una novela de José Giovanni escrita, producida y dirigida para la pantalla por Jean-Pierre Melville, en la que Lino Ventura interpreta a Gu, un convicto fugado de la prisión en la que ha permanecido diez años que, antes de escapar para siempre de Francia, tiene la oportunidad de participar en un golpe a un furgón blindado en el que conseguir una importante suma de dinero para hacer más fácil su vida en el exilio. Sin embargo, el metódico comisario Blot (Paul Meurisse), le sigue la pista de más cerca de lo que él piensa. Con una larguísima duración de dos horas y medias, Melville tiene tiempo para exponer una complicada trama que sigue varias líneas argumentales conjuntas y que como en su clásico “Le Cercle Rouge” (1970), no quedan plenamente enlazadas hasta prácticamente el final de la primera hora de proyección. Aún así, siendo su narrativa precisa y metódica (como siempre, poniendo un énfasis especial en el procedimiento del robo, que una vez más es la escena central del film), “Le deuxième souffle” parte de un guión que no es tan redondo como el de otros de sus clásicos, con varios giros argumentales que son demasiado abruptos o casuales para el total éxito de la propuesta.

Cuarta película del realizador francés Jean-Pierre Melville, con la que se adentró por vez primera en el género que le haría célebre: el cine negro de inspiración norteamericana. El argumento tiene como protagonista a Bob (Roger Duchesne), un hombre de mediana edad obsesionado con el juego, que le lleva a dormir durante el día para poder jugar de lugar en lugar cada noche en los fondos parisinos. Hasta que una mala racha le deja en la ruina y entonces decide reemprender el camino que había dejado muchos años atrás, planeando el robo de un casino junto con un grupo de compinches. Melville ya muestra aquí casi todos los caracteres de su posterior cine (que incluye clásicos como “Le Samurai” o “Le Cercle Rouge”), con una puesta en escena precisa y concisa, que prefiere la narrativa visual a los diálogos expositivos, así como una cuidada descripción de sus personajes y acciones, que hacen que “Bob Le Flambeur” sea una pequeña pero notable obra del cine negro europeo. Isabelle Corey, Daniel Cauchy y Guy Decomble, como el comisario que mantiene una relación de respeto y amistad con Bob (constante en el cine de Melville), completan el reparto.

Adaptación de un libro de James Sallis, que tiene como protagonista a un empleado de un taller de reparación de vehículos (Ryan Gosling), cuyas habilidades al volante le permiten realizar también otro tipo de trabajos: el de conductor especialista para rodajes cinematográficos, así como al servicio de atracadores, a los que espera y ayuda a huir en sus golpes. A través de su vecina (Carey Mulligan), cuyo marido acaba de salir de prisión, se ve envuelto en una peligrosa operación con unos mafiosos (Albert Brooks y Ron Perlman) que desencadena una espiral de violencia. El debut americano del cineasta danés Nicolas Winding Refn, premiado como mejor director en el festival de cine de Cannes, es un thriller violento, de desarrollo y situaciones en ocasiones extrañas, con ocasionales arranques líricos y un notable uso de la banda sonora y canciones escogidas para la ocasión, lo que lo convierte en una propuesta que dificilmente deja indiferente a pesar de su irregularidad y alternancia de instantes brillantes con otros ridículos. Cintas como "Per un Pugno Di Dolari" (Sergio Leone, 1964), "Le Samurái" (Jean-Pierre Melville, 1967) o "The Driver" (Walter Hill, 1978) también son una más que evidente inspiración, tanto a nivel temático, como argumental o incluso en el retrato del personaje protagonista, muy bien encarnado por Ryan Gosling.

Adaptación francesa de la novela de Patricia Highsmith, que tiene como protagonista a Tom Ripley (Alain Delon), un joven que es enviado a Italia para convencer a su amigo Philippe Greanleaf (Maurice Ronet) –que está allí ejerciendo de playboy y vividor gracias a la fortuna de su padre- para que vuelva a los EEUU y se haga cargo de los negocios de éste. Tom se instala con Philippe y su novia Marge (Marie Laforet), pero pronto, en lugar de ceñirse a la misión encomendada, comienza a fantasear con suplantar a Philippe y quedarse con su dinero y su novia. Rodada en vistosísimas localizaciones de Roma, Nápoles y el sur de Italia, “Plein Soleil” –que también se beneficia de una exquisita banda sonora de Nino Rota- fue el film que lanzó al estrellato a Delon, que realiza un magnífico retrato del amigo envidioso y mezquino bajo la solida dirección de Clement, que va mostrando paulatinamente el carácter de su protagonista y su desmedida ambición y que concluye la película con una impactante e inolvidable resolución. El posterior remake americano (“The Talented Mr. Ripley”) no está a la altura de este memorable original.

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