Signature Prime
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Historia ambientada en una remota isla de la costa oeste irlandesa en 1923, centrada en los personajes de Pádraic (Colin Farrell) y Colm (Brendan Gleeson): los dos son hombres de mediana edad que (mal)gastan su tiempo en el bar del pueblo. Sin embargo, un buen día, de pronto y sin motivo aparente, Colm decide cortar por lo sano su relación con Pádraic. Ello les llevará a una serie de consecuencias para ambos, debido sobre todo al obstinado carácter que poseen los dos. Y la hermana del Pádraic (Kerry Condon), o el tonto del pueblo (Barry Keogh), serán algunos de los personajes implicados. Escrita y dirigida por Martin McDonagh (“Three Billboards Outside Ebbing, Missouri”), “The Banshees of Inisherin” es principalmente un drama sobre el aburrimiento y la necesidad existencial de hacer algo con sus vidas de algunos de sus personajes, en un entorno que, a pesar de su belleza, les resulta hostil. Todo se desarrolla bajo el humor (o más bien, humor negro) que caracteriza el cine de su director desde “In Bruges”, pasando por “Seven Psychopaths”, aunque en el presente caso, la estructura es mucho más monótona y cabe plantearse si, al menos durante los dos primeros tercios del relato, el film no podría haber avanzado mucho más deprisa y contar lo mismo en menos tiempo.

Película ambientada en una localidad costera del sur de Inglaterra a comienzos de la década de los 80, que tiene como protagonista a Hilary (Olivia Colman), una mujer que trabaja como gerente de un cine en decadencia. Un día, comienza a trabajar en este lugar un joven de raza negra (Micheal Ward), lo que dará lugar a una serie de situaciones entre ambos, poniendo de manifiesto el problema del racismo y el machismo, con el propio cine y sus proyecciones como telón de fondo. Escrita y dirigida por el aclamado Sam Mendes, "Empire of Light" está lejos de sus mejores logros, siendo una película que, a pesar de estar ambientada en un cine, muestra muy poco la magia de las proyecciones cinematográficas y ese sentimiento de "evento" que tenía acudir a una de esas gigantescas y clásicas salas. En su lugar, lo que sí se muestra es un drama humano de un moderado interés, que está tan lejos de ofender al espectador como de enamorarle. Colin Firth, Toby Jones y Tom Brooke, entre otros, completan el reparto de la película.

Tercera película de Todd Field como guionista y director (más de tres lustros después de “In The Bedroom” y “Little Children”), que tiene como protagonista a una afamada conductora de orquesta, Lydia Tár (Cate Blanchett), que vive junto a su pareja (Nina Hoss) y tiene éxito internacional. Sin embargo, su vida profesional y personal parece que empieza a desmoronarse en paralelo a sus preparativos para la grabación de la sinfonía nº 5 de Mahler, cuando las cosas comienzan a torcerse con determinadas revelaciones y decisiones sobre su trabajo. “Tár” es un retrato muy ambicioso por parte de Field, soberbiamente interpretado además por Cate Blanchett, en uno de esos trabajos en los que el actor (en este caso, la actriz), se convierte literalmente en el personaje, pero más allá de eso, la película peca de ser demasiado elitista y petulante -algo especialmente evidente en su primera media hora de proyección, como si algo del personaje principal se le hubiera pegado a Todd Field, con sus continuas citas autorales que a buen seguro harán las delicias de los entuasiastas del arte y de la música clásica, pero que distancian -mucho- al espectador convencional que simplemente busque un relato cinematográfico del que poder disfrutar. Noémie Merlant, Mark Strong y Julian Glover, entre otros, forman el reparto de secundarios de la película.

Producción bélica a cargo del cineasta británico Sam Mendes (“Road to Perdition”, “American Beauty”), basada al menos parcialmente en los recuerdos de la Primera Guerra Mundial del abuelo del realizador: el argumento gira en torno a un momento de la lucha entre británicos y alemanes en el norte de Francia, fechado en abril de 1917. Dos soldados ingleses reciben el encargo de llegar hasta el frente, atravesando probablemente las líneas enemigas, y avisar a un coronel para que detenga el ataque previsto frente a los alemanes, que se presupone que es una trampa mortal para sus 1600 hombres. Como consecuencia, los dos hombres se adentran en un terreno muy peligroso en una misión a contrarreloj. “1917” es la primera incursión de Mendes en el género y destaca quizá sobre todo por la decisión de rodar el film como si de una única toma se tratase, escondiendo los cortes a lo Hitchcock y proporcionando una puesta en escena muy fluida que sitúa al espectador casi tan dentro del conflicto como a los propios soldados que protagonizan la película. Los resultados son brillantes desde el punto de vista técnico e interesantes en lo artístico, sin que quepa esperar ningún tipo de reflexión profunda sobre el conflicto o ni siquiera un planteamiento novedoso, pues son múltiples los films en el cine reciente que, o bien en el espacio, o bien en el interior de un teatro, o bien en el río Missouri en el siglo XIX, por citar tres claros ejemplos, han planteado técnicas similares e incluso con resultados a veces más impactantes. Pero en cualquier caso, como simple entretenimiento, “1917” bien merece un vistazo.

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