Ultra Speed MKII
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Adaptación, para la gran pantalla de unos hechos, parece ser, reales, acontecidos en el neoyorquino barrio de Brooklyn en 1972, cuando dos hombres irrumpieron en una sucursal bancaria para cometer un atracto, pero al no haber apenas dinero en la caja fuerte y aparecer la policía, se atrincheraron en la oficina haciendo rehenes a todos los empleados de la misma. Sobre la base de un guión de Frank Pierson por el cual es escritor de “Cool Hand Luke” (1967) y “Presumed Innocent” (1990) obtuvo el Oscar, el director Sidney Lumet construye un film modélico en muchos aspectos, destacando especialmente su soberbia dirección de actores: Al Pacino y John Cazale como los ladrones, con secundarios como Charles Durning, James Broderick, Lance Henriksen y Chris Sarandon. Lo estrambótico de la situación, narrado por Lumet en clave de comedia dramática, está muy bien plasmado en la pantalla, especialmente teniendo en cuenta que algunos giros de la historia (insistimos, parece ser que reales) fácilmente podrían haber hecho fracasar al film si este tipo de material hubiera caído en manos diferentes de las de Lumet.

Cine de los años 80 en estado puro, en la que Walter Hill, con producción a cargo de Lawrence Gordon y Joel Silver, retoma algunos de los temas de “The Warriors” y los traslada a los moteros y el rock: un mercenario (Michael Paré) es contratado por el manager (Rick Moranis) de una cantante (Diane Lane) –que además es ex-novia del mercenario- para que la libere de sus captores, un grupo de peligrosos moteros que habitan en su propio y peligroso ghetto. Con la ayuda de una mujer (Amy Madigan) acudirá en su busca enfrentándose a Raven (Willem Dafoe), el peligroso líder de la banda. Se trata de una de esas películas en las que si se analiza su argumento o giros de guión todo caería como un castillo de naipes, pero gracias a la forma en que Walter Hill crea y dirige el universo de la película, ocurre el mismo fenómeno que con la citada “The Warriors”: el film se convierte en un extraordinario entretenimiento en el que todas las piezas encajan a la perfección dentro de sus propias reglas y los personajes funcionan como iconos.

Un grupo de soldados de la Guardia Nacional de los Estados Unidos se encuentra realizando unas prácticas en los pantanos del estado de Louisiana. Tras desorientarse, deciden tomar prestadas unas canoas para cruzar una de las numerosas áreas húmedas del lugar, pero ello no se lo toman demasiado bien unos lugareños que deciden ir a por los soldados y darles caza. Perdidos, sin víveres ni agua, sin conocer el terreno y sin un líder, los soldados vivirán una auténtica pesadilla siendo presas de unos hombres desconocidos que no parecen tener otro fin más que el de acabar con sus vidas. Se trata de una de las películas más conseguidas del cineasta norteamericano Walter Hill, co-escrita con su habitual David Giler (ambos se encargaron de darle el toque final al guión de “Alien” (1979), de la que además fueron productores), que en ocasiones, por su brutalidad y ambientación en lo más profundo del sur de los Estados Unidos, ha sido comparada con la obra maestra de John Boorman, “Deliverance” (1972). Sea o no acertada la comparación, lo cierto es que especialmente el tramo final de “Southern Comfort” raya a un gran nivel, con una excelente administración del suspense por parte de Hill, siendo un film que sin duda va de menos a más a lo largo de su proyección. Peter Coyote, Keith Carradine, Powers Boothe, Brion James o Fred Ward son algunos de los populares rostros del reparto del film.

Adaptación de la misma novela de Thomas Cullinan que ya fuera llevada a la gran pantalla por Don Siegel en 1971 (con un reparto encabezado por su actor fetiche, Clint Eastwood, así como por Genevieve Page). La historia se repite casi por completo en esta nueva versión escrita y dirigida por Sofia Coppola, que incluso acredita estar basada en el guión de la versión anterior: en plena guerra civil americana, un soldado nordista (Colin Farrell), herido en una pierna, es encontrado por una niña en el bosque y llevado a una casa-escuela femenina. A pesar de que el soldado pertenece al bando contrario, la jefa (Nicole Kidman) decide curarlo y no entregarlo directamente a los sudistas. Sin embargo, una vez el soldado recupera el conocimiento, todas y cada una de las habitantes de la casa sucumbirán de una forma u otra ante la presencia masculina, lo que producirá un fuerte conflicto. Con su habitual Kirsten Dunst y Elle Fanning completando el reparto, Coppola realiza una de sus películas más sólidas y sobrias, aunque quizá la explosión dramática de la película de Siegel y los rencores y rencillas entre las mujeres estaban mejor aprovechadas en la versión anterior. Con todo, se trata de un buen film, realizado con mucho gusto y de una sorprendente (escasa) duración.

Brillante sátira, en la que el escritor polaco Jerzy Kosinski adaptó para la gran pantalla su propia novela que tiene como protagonista a Chance (Peter Sellers), un hombre que ha vivido toda su vida sin salir de la mansión de Washington en la que vive y trabaja como jardinero, sin haber recibido más educación que ver continuamente todo tipo de programas televisivos. Sin embargo, a la muerte del dueño de la casa, unos abogados aparecen y Chance tiene que salir al exterior. Tras un accidente, acaba casualmente en la casa de un millonario moribundo (Melvyn Douglas, ganador del Oscar por su trabajo) y su esposa (Shirley MacLaine). Sus buenos modales y sus ropas elegantes hacen que Chance sea confundido por todos por un importante hombre de negocios, que habla sobre economía con metáforas sobre jardines y etapas de crecimiento de plantas. “Being There” contiene seguramente la mejor interpretación de Peter Sellers, muy contenido en el papel principal poco antes de fallecer, y también quizá no el más vistoso, pero puede que sí el más redondo de los trabajos de Hal Ashby detrás de las cámaras, justo antes que las drogas y su precaria salud destruyeran a uno de los cineastas más interesantes de los años 70. Richard Dysart, Jack Warden (como el presidente de los EEUU) y Richard Basehart completan el reparto del film.

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