Adaptación de la novela de Tom Clancy, ambientada en 1984, antes de la llegada Gorbachov al poder en la URSS, que tiene como base de su argumento la deserción de un submarino soviético de última generación, lo cual genera un grave conflicto en el Atlántico norte: puesto que el submarino se aproxima a los EEUU, donde el capitán (Sean Connery) tiene previsto entregar la nave, los soviéticos informan a los americanos que las intenciones de los desertores son las de ejecutar un ataque nuclear en EEUU, a fin de que destruyan el submarino antes que sus hombres consumen su deserción. Sin embargo, un analista de la CIA, Jack Ryan (Alec Baldwin), intuye las intenciones del capitán e intentará probar ante los suyos que el submarino no representa una verdadera amenaza. Dirigida por John McTiernan a continuación del enorme éxito de “Die Hard” (1988), “The Hunt for Red October” es un vistoso film y entretenido film que más que un espectáculo de acción como lo era el anterior, propone el juego del gato y el ratón entre los diferentes submarinos que aparecen en la narración. Richard Jordan, Scott Glenn, Sam Neill, James Earl Jones, Peter Firth, Tim Curry, Stellan Skarsgard y Jeffrey Jones, entre otros, completan un reparto cargado de rostros conocidos.
El director de fotografía, por segunda y última vez en la filmografía de John McTiernan, fue el holandés Jan de Bont [ASC], quien ya se había encargado anteriormente de “Die Hard”. De Bont, que después de sus trabajos en Holanda con Paul Verhoeven se había afincado en EEUU a primeros de los 80, logró gran fama con estos dos trabajos, así como con “Black Rain” (Ridley Scott, 1989), a los que seguirían “Basic Instinct” (Paul Verhoeven, 1992), “Lethal Weapon 3” (Richard Donner, 1992) y “Shining Through” (David Seltzer, 1992). A continuación, consolidado como un director de fotografía importante en Hollywood, De Bont alcanzó un enorme éxito como director con uno de los “sleeper” de 1994: “Speed”. Ello propició que De Bont decidiera continuar su carrera como director, aunque palatinamente fue cosechando graves y sonoros fracasos (tanto de taquilla como de crítica) que le harían estar retirado del cine apenas con sesenta años de edad, sin que, como hicieron muchos otros directores de fotografía que se pasaron a la dirección y, posteriormente, volvieron a su antiguo oficio hasta la jubilación.
La estética de “The Hunt for Red October” es mucho más elaborada que la de “Die Hard”, un film más recordado por sus flares, el uso del anamórfico en la Steadicam y sus secuencias de acción, que por su luz, que en ocasiones es muy plana y poco atractiva. Quizá De Bont fuera consciente de ello, porque el presente film es casi opuesto en este aspecto: exceptuando algunos planos de Steadicam, al transcurrir principalmente en interiores de submarinos, es una película en la que abundan mucho más los primeros planos y los planos medios de sus actores, con tomas en las que casi siempre hay movimiento, pero de una forma controlada y medida. A pesar que estos submarinos cuentan con muchas luces integradas (incluso aparatos de luz tipo PAR, que producen fuentes directas y puntuales), los cineastas prácticamente no dejan que estos produzcan los flares habituales del formato panorámico anamórfico, como si estuvieran buscando un aspecto más maduro, más serio, en lugar de la exhibición que en dicho aspecto es “Die Hard”.
El film además destaca por el elaborado esquema para distinguir los tres submarinos que aparecen en el mismo: el Octubre Rojo aparece identificado por colores azules. El Dallas, el norteamericano que le sigue, por colores rojos, mientras que el tercero, que aparece mucho menos que los dos anteriores, es el ruso que persigue al Octubre Rojo y tiene colores verdes. Además de los azules del Octubre Rojo, en sus interiores De Bont también usa algún filtro tipo Fog o Double Fog, creando fuertes halos en torno a las fuentes de luz, consiguiendo que la atmósfera en el mismo aparezca también como si estuviera más cargada. Estas escenas además están rodadas (seguramente) con los clásicos Panavision C-Series, mientras que el resto del film y especialmente las escenas en el interior del submarino norteamericano, no utilizan difusión y están rodadas (casi seguro) con los Panavision Primo Anamórficos, lo que hace que el look sea mucho más limpio, nítido y detallado que en el submarino ruso. A fin de lograr con reducidos niveles de luz en anamórfico, lo que sí se aprecia en todo momento es que De Bont utiliza emulsiones de alta sensibilidad (seguramente la 5295 o 5296 de Kodak, de 500 ASA), que en la época aún tenían una estructura de grano muy aparente que aparece por completo en pantalla.
Los resultados son muy interesantes, ya que McTiernan y De Bont consiguen que las imágenes resulten atractivas y que, en un film cuya acción está principalmente confinada a los interiores de submarinos, unas cuentas escenas tengan tensión e interés, complimentadas por unos pocos efectos especiales y maquetas para mostrar a estas embarcaciones navegando. El esquema para diferenciar automáticamente cuándo la acción transcurre en una u otra nave, a través del color, funciona muy bien, e incluso es una película con un aspecto relativamente clásico y elaborado, pero que no ha envejecido mal en absoluto, ni posee ese aspecto a veces escasamente contrastado y algo plano que caracterizaba en algunas ocasiones a De Bont, como en “The Jewel of the Nile”, “Flesh + Blood” e incluso en algunos segmentos de la citada “Basic Instinct”.
Título en España: La Caza del Octubre Rojo
Año de Producción: 1990
Director: John McTiernan
Director de Fotografía: Jan de Bont, ASC
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1
Vista en Blu-ray
© Ignacio Aguilar, 2018.