The Straight Story
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The Straight Story

Adaptación para la gran pantalla de una historia real acaecida en los EEUU a mediados de los 90, cuando Alvin Straight (Richard Farnsworth), un anciano con graves problemas físicos y de visión, recorrió cientos de kilómetros en un cortacésped para poder ir a ver a su hermano (Harry Dean Stanton), con el que no se habla desde hace diez años, después de que éste haya sufrido un infarto. El film, en el que también aparece la hija de Straight (Sissy Spacek), muestra los diferentes episodios del viaje de Straight, en los que se va desgranando su historia y su personalidad. En manos de David Lynch, en su película más convencional junto con “The Elephant Man”, la historia es muy humana y cuenta con una extraordinaria interpretación de Richard Farnsworth en el papel principal (en una de esas caracterizaciones en las que el actor, directamente, se convierte en el personaje. Pero precisamente, por su estructura, el film está demasiado fragmentado y resulta algo irregular, pues algunas partes funcionan mejor que otras. Muy notable banda sonora de Angelo Badalamenti.

El director de fotografía fue el británico Freddie Francis [BSC], quien después de una larga carrera, en la que ejerció tanto como director de fotografía como director, se retiró después de este rodaje, en el que ya era un veterano de más de ochenta años (nació en 1917). Es además el tercer largometraje que realizaron juntos David Lynch y Francis, después de su colaboración en “The Elephant Man” (1980) y “Dune” (1984), aunque desde entonces el director había preferido sobre todo a Fred Elmes. Francis ganó dos Oscar como director de fotografía: el primero de ellos por “Sons And Lovers” (Jack Cardiff, 1960) y el segundo por “Glory” (Edward Zwick, 1989), aunque desde primeros de los 60 (junto después de rodar uno de sus trabajos más conocidos, “The Innocents”, para Jack Clayton) y hasta 1980 abandonó su oficio primigenio para dedicarse a la realización, especializándose en películas de terror de medio-bajo presupuesto principalmente. En su segunda etapa, además de sus obras para Lynch, destacan sobre todo “French Lieutenant’s Woman” (Karel Reisz, 1981) y el remake de “Cape Fear” a las órdenes de Martin Scorsese en 1991.

Freddie Francis, por su formación y por el desarrollo de su carrera, e incluso podría decirse que por su edad, era un director de fotografía muy clásico, que había aprendido su oficio sobre todo de Christopher Challis y de Oswald Morris. Por ello no es extraño que “The Straight Story” posea una imagen un tanto anticuada que por lo general luce bien y se adecúa a la narrativa, pero que no termina de aprovechar bien las localizaciones y algunas de las posibilidades que ofrecía la historia en términos visuales. Supuso el que por el momento es el último título de David Lynch rodado en formato panorámico anamórfico (los dos anteriores que hizo con Francis, así como “Blue Velvet” y “Wild At Heart” también lo son) pero Francis rodó una buena parte del mismo con lentes zoom, que como es sabido, ni ofrecen el rendimiento de las ópticas fijas ni las características propias del anamórfico. Seguramente, además de emplearlo en algunos planos con grúas, Freddie Francis hizo que su operador Gordon Hayman usase el zoom para muchos de los seguimientos del personaje de Richard Farnsworth mientras este conduce, a fin de poder ajustar el encuadre adecuadamente al rodar de vehículo a vehículo.

En casi todos los exteriores, Francis emplea también luz de relleno sobre los personajes, especialmente sobre Farnsworth mientras conduce su cortacésped, pero ello es apreciable y extensible también a múltiples escenas en las que aparecen otros personajes. Esa técnica de la vieja escuela es la que más anticuada luce en pantalla, ya que además su efecto, destinado a rellenar las sombras, reduce en exceso el contraste y resta interés a las imágenes. En los interiores diurnos, Francis emplea luz dura a través de las ventanas, en un estilo híbrido entre el que usó en el grueso de su carrera y la iluminación justificada que se llevaba ya desde hacía muchos años cuando se rodó el presente film (y decimos híbrido porque casi cualquier otro operador habría empleado luz suave en estas situaciones). Y por supuesto, las escenas nocturnas también dejan muy claro que Francis poseía un estilo antiguo: a veces deja que los fuegos de las fogatas que hace el personaje principal para calentarse o cocinar sean la fuente de luz principal de cada escena, pero por lo general es muy evidente que las mismas están complementadas por luces fuera de cuadro que simulan el fuego. Y, cómo no, los fondos azulados, por lo general con luces duras, también son absolutamente clásicos.

Los resultados, por consiguiente, no son especialmente vistosos, con la excepción de algunos momentos rodados en la hora mágica que lucen muy bien en pantalla. Seguramente, además de por la edad y por el estilo anticuado de Francis, la explicación radique en que es casi seguro que los cineastas tuvieron que rodar bajo cualquier circunstancia lumínica, lo cual implica que no siempre se puede conseguir o disfrutar de un rodaje a la hora idónea, o en los momentos en que la luz del sol es de una mayor calidad. En estas circunstancias, lo que sí que es muy elogiable es el hecho de que la película posea una notable continuidad lumínica, algo que muchas veces es dificil de obtener incluso en estos días en los que se dispone de lujos como la finalización digital de las imágenes, pero que en este caso, con finalización fotoquímica, sí que muestra que el que tuvo, retuvo, porque el gran oficio del operador británico le permite salir airoso en ese aspecto de una película complicada por su gran número de exteriores y localizaciones.

Título en España: Una Historia Verdadera
Año de Producción: 1999
Director: David Lynch
Director de Fotografía: Freddie Francis, BSC
Ópticas: Panavision C-Series & Super Panazoom Cooke
Emulsión: Kodak 5274 (200T) & 5279 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1

Vista en Blu-ray



Language / Idioma