Remake del clásico de 1960, que mantiene el argumento del mismo: las mujeres de un pequeño pueblo de EEUU quedan embarazadas tras un extraño suceso. Posteriormente, a medida que los niños nacen y crecen, se detecta que éstos poseen una extraordinaria inteligencia y peligrosos poderes, lo que hará que los habitantes del pueblo deban enfrentarse a ellos por su propia supervivencia. Christopher Reeve, en su último papel antes del accidente que le postró en una silla de ruedas, encabezó el reparto del film junto a Kirstie Alley, Linda Kozlowski y Mark Hamill, pero ni siquiera la presencia de John Carpenter tras las cámaras (en horas bajas, todo hay que decirlo) logra que la película sea algo más allá que un ligero pasatiempo, muy consciente de su condición de serie B, que sucumbe a un guión muy mecánico que tiene problemas para mantener el interés en su escasa hora y media de duración.
El director de fotografía fue el habitual de John Carpenter por aquélla época, Gary B. Kibbe [ASC]. Kibbe es un operador cuya carrera fue muy oscura, puesto que después de haber formado parte del equipo de Dean Cundey en su último trabajo para el realizador, “Big Trouble in Little China” (1985), sustituyó a éste con escaso éxito como el director de fotografía de Carpenter en todos los títulos que van desde “Prince of Darkness” (1987) hasta “Ghosts of Mars” (2001) –con la excepción de “Memoirs of an Invisible Man” (1992), que siendo de mayor presupuesto, fue fotografiada por un operador de la lista “A”, William Fraker-, pero a pesar de ello, fuera de su asociación con el realizador de “Halloween”, nunca consiguió rodar productos de un mínimo interés (el más destacable es “Robocop 3”).
Sin duda, en “Village of the Damned”, a pesar que Carpenter aporta muy poquito más que su oficio tras la cámara, lo más destacable es el uso del formato panorámico anamórfico, porque Kibbe se limita a utilizar un aspecto muy descuidado y desfasado en casi todo momento: sus exteriores –que por cierto, en lugar de utilizar lentes fijas suelen emplear zooms convertidos a formato anamórfico, sin las habituales características de éste- incluyen una evidente luz de relleno artificial para matar las sombras y sus interiores están dominados, sorprendentemente, por luces duras y dirigidas hacia los actores, eso sí, combinadas con algunas fuentes integradas en el decorado. No es que éstas proporcionen mucha luz, pero prácticamente es el único elemento que separa el trabajo de Kibbe del estilo arcaico a lo Fred Koenekamp o Harry Stradling Jr. que aún abundaba en los 80. Sus noches, por supuesto, también incluyen un exceso de luz bastante llamativo, muy lejos de los enormes trabajos de Dean Cundey para Carpenter en la citada “Halloween”, “The Fog” o “Escape From New York”.
Por ello, “Village of the Damned”, en todos los aspectos y especialmente en el estético, es un film muy pobre en el que únicamente el formato panorámico anamórfico disimula un poco su apariencia y tratamiento visual de telefilm.
Título en España: El Pueblo de los Malditos
Año de Producción: 1995
Director: John Carpenter
Director de Fotografía: Gary B. Kibbe, ASC
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1
Vista en HDTV
© Ignacio Aguilar, 2013.