Primera película de habla inglesa del realizador de “Amores Perros”, que propone una serie de historias cruzadas escritas por su entonces guionista Guillermo Arriaga, interpretadas por Sean Penn, Naomi Watts, Benicio del Toro o Charlotte Gainsborough, entre otros. El resultado es muy discutible, como todo el cine de Iñárritu, incidiendo una vez más en sus temas favoritos de redención y tragedia, también con una estructura no lineal, pero termina siendo un conjunto demasiado cargante, excesivo, maniqueo y con demasiados deseos de otorgarse así mismo una gran importancia, lo cual juega totalmente en su contra.
El operador, una vez más en la carrera de Iñárritu, fue su compatriota Rodrigo Prieto [AMC, ASC] quien, por supuesto, también había sido partícipe del éxito obtenido con «Amores Perros«, a raíz del cual inició una muy exitosa carrera en Hollywood, comenzando a las órdenes de Curtis Hanson en “8 Mile” (2003), que también le ha llevado a colaborar con cineastas como Oliver Stone, Ang Lee, Julie Taymor, Ben Affleck, Cameron Crowe o incluso Pedro Almodóvar en España.
La fotografía de “21 Grams” se caracteriza, desde el punto de vista técnico, por el empleo de diversas emulsiones durante el rodaje para crear diversas texturas de imagen en cada escena. De esta manera, cuanto más duro y desagradable es un momento del film, la capa de grano que aparece en pantalla es mayor. Para ello, Prieto cuenta con la inestimable ayuda ocasional del revelado forzado (el cual origina más grano) y especialmente del Bleach-by-Pass, que aumenta considerablemente el contraste de las imágenes y produce negros más intensos. El estilo de iluminación es naturalista, con frecuentes áreas del fotograma sobreexpuestas en torno a las fuentes lumínicas, mientras que la mayor parte del film, rodado con objetivos tendentes al gran angular, utiliza la cámara al hombro, potenciando así la sensación de inmediatez pretendida por los cineastas.
Sin embargo, como la propia película, la fotografía termina por dejar frío debido a su excesiva estilización, que no parece encontrar su plena justificación en la historia y acaba pareciendo un recurso estético utilizado arbitrariamente a pesar que a un nivel meramente estético, si es capaz de resultar atractivo. Por ello, como la propia narración, la fotografía de “21 Grams” también es excesiva y demasiado intrusiva, incluso demasiado extrema en su gradación de texturas en algunos momentos, lo cual le resta interés cuando se analiza de forma conjunta con el guión y la dirección. La finalización de la película combina la técnica fotoquímica con el Digital Intermediate para algunas escenas.
Título en España: 21 Gramos
Año de Producción: 2003
Director: Alejandro González Iñárritu
Director de Fotografía: Rodrigo Prieto, ASC, AMC
Emulsión: Kodak 5246 (250D), 5279 (500T) y 5289 (800T)
Ópticas: Zeiss Ultra Prime
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1
Otros: 2K Digital Intermediate (parcial)
Vista en DVD
© Ignacio Aguilar, 2012.