Adaptación de una novela de Thomas Harris, que tiene como protagonista a un policía (William Petersen) encargado de la investigación de los crímenes de un asesino en serie, para cuya resolución busca el apoyo de un psiquiatra (Brian Cox), tan brillante como demente, también encarcelado por sus delitos de sangre y que había sido capturado por el propio agente protagonista. Producida por el italiano Dino de Laurentiis, “Manhunter” es más conocida a día de hoy por haber supuesto la primera presencia cinematográfica del personaje del Dr. Hannibal Lecter (aquí denominado Lektor), inmortalizado por Anthony Hopkins en la película “The Silence of the Lambs” (1991), que por su propio éxito, puesto que el film tuvo una carrera más bien discreta, a pesar que en muchos aspectos es la más satisfactoria de todas las películas centradas en el personaje (incluyendo la otra y posterior versión de la novela de Harris, “Red Dragon”, del año 2002) y cuenta ya con la casi siempre interesante visión del cineasta norteamericano Michael Mann.
“Manhunter” también destaca porque supuso la primera colaboración entre el realizador y el director de fotografía italiano Dante Spinotti [ASC, AIC], cuya asociación devendría muy importante e influyente en la década siguiente. Spinotti fue presentado a Mann por el productor Dino de Laurentiis, que le había llevado a EEUU para trabajar en cintas de su productora, localizada en Wilmington (Carolina del Norte). En sus años de colaboración, Mann y Spinotti trabajaron en títulos como “The Last of the Mohicans” (1992) y eclosionaron especialmente con los ambientes urbanos descritos en “Heat” (1995) y “The Insider” (1999, con nominación al Oscar para el italiano). Su posterior encuentro en “Public Enemies” (2009), en cambio, resultó un sonoro fracaso, siendo además uno de los claros ejemplos de lo poco que a veces encaja (o encajaba) la imagen HD (especialmente, cuando todavía se encuentra en estado embrionario) con las imágenes de época. Spinotti, que a raíz del presente título llevó a cabo una notable carrera en los Estados Unidos, fue también candidato al Oscar por “L.A. Confidential” (Curtis Hanson, 1997) e incluso volvió e encargarse del remake del presente título, la citada “Red Dragon” (2002), a las órdenes de Brett Ratner, con el que también colaboró en numerosas películas.
“Manhunter” es, en casi todos los aspectos, una película muy deudora de su época. A pesar de haber sido diseñada por el estupendo Mel Bourne (“Manhattan”, “The Natural”, “Thief”) los ambientes que describe son más propios de una serie televisiva de la época (no en vano, durante toda su carrera, Michael Mann ha sido siempre conocido por ser el creador de “Miami Vice”), que de lo que cabría esperar de un estilizado thriller. Y lo extraño es que, dentro de ese estilo mundano y directo que emplea la película (en este sentido, el trabajo en localizaciones es algo pobre, típico de las producciones de Dino De Laurentiis en aquélla época), el director y el director de fotografía se las ingenian para introducir determinados aspectos visuales de bastante interés: bien sea la noche americana dentro de la casa del personaje de William Petersen, en sus escenas cotidianas con su esposa, o la introducción de luces verdes y algunos neones en la del asesino “Tooth Fairy” (Tom Noonan), que recuerdan inmediatamente al estilo de Röbby Müller en “Paris, Texas” (Wim Wenders, 1984) o “To Live and Die in L.A.” (William Friedkin, 1985), lo cual en absoluto resulta extraño teniendo en cuenta que ambas películas comparten actor protagonista.
A nivel de cámara y estilo, gran parte de las obsesiones de Mann están presentes en “Manhunter”: desde un rodaje que trata de capturar algunos momentos de luz crespuscular (la puesta de sol con el personaje de Noonan y de Joan Cusack, con filtros de cámara, o bien, las escenas en el avión, rodadas realmente durante el atardecer en un avión comercial) o los habituales planos de la ciudad, por la noche, con las luces desenfocadas de los edificios al fondo, que aparecen en varias ocasiones a lo largo de la proyección. Unido a que el estilo de cámara es directo, que firman un operador y el propio director, con seguimientos a los personajes, hombro y zooms (de hecho, muchos zooms), se puede apreciar claramente que “Manhunter” es, sin ningún género de dudas, un film de su director, en el que tampoco faltan esos típicos momentos en que policía y, en este caso, asesino, son identificados como el reverso de la misma moneda porque sus hábitos obsesivos prácticamente los equiparan. Curiosamente, “Manhunter” fue uno de los primeros films rodados en formato Super 35 en territorio norteamericano, de manera que el formato panorámico no está obtenido con las tradicionales lentes anamórficas, sino con lentes y zooms esféricos convencionales, permitiendo el uso de una mayor variedad de las mismas, aunque el menor área de negativo respecto a los formatos anamórficos también repercute en que muchas escenas, que seguramente hagan uso de alguna de las emulsiones de alta sensibilidad de los años 80, luzcan muy granuladas.
El resultado, de todos modos, es desigual, porque aunque la puesta en escena es estilizada por lo general y así lo son también un buen número de escenas de la película, los momentos quizá demasiado convencionales e incluso anodinos en lo visual, también están presentes a lo largo de la proyección. En este sentido, las apariciones del doctor Lektor, en una celda blanca y con mucha iluminación, están lejos de las posteriores de Anthony Hopkins encarnando al mismo personaje (y no por la actuación de Brian Cox, que es muy buena) porque la construcción de ambientes es más pobre en el presente film (¿quizá porque Lektor era un secundario?). Pero incluso las incursiones del personaje protagonista en la escena del crimen, o algunas de las escenas en pasillos policiales, etc. poseen ese citado aire televisivo que no las beneficia en absoluto, incluso con un exceso de luz y carencia de contraste que llaman negativamente la atención. Por ello quizá, lo más perturbador y también propio del estilo del director quizá sea un momento inolvidable: la grabación en vídeo del punto de vista del asesino antes de despertar por la noche, en la cama, a una de sus víctimas, que ni más ni menos es el plano de apertura de la película.
Título en España: Hunter
Año de Producción: 1986
Director: Michael Mann
Director de Fotografía: Dante Spinotti, ASC, AIC
Formato y Relación de Aspecto: Super 35, 2.4:1
Vista en Blu-ray
© Ignacio Aguilar, 2024.