Mann
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Adaptación de una novela de Thomas Harris, que tiene como protagonista a un policía (William Petersen) encargado de la investigación de los crímenes de un asesino en serie, para cuya resolución busca el apoyo de un psiquiatra (Brian Cox), tan brillante como demente, también encarcelado por sus delitos de sangre y que había sido capturado por el propio agente protagonista. Producida por el italiano Dino de Laurentiis, “Manhunter” es más conocida a día de hoy por haber supuesto la primera presencia cinematográfica del personaje del Dr. Hannibal Lecter (aquí denominado Lektor), inmortalizado por Anthony Hopkins en la película “The Silence of the Lambs” (1991), que por su propio éxito, puesto que el film tuvo una carrera más bien discreta, a pesar que en muchos aspectos es la más satisfactoria de todas las películas centradas en el personaje (incluyendo la otra y posterior versión de la novela de Harris, “Red Dragon”, del año 2002) y cuenta ya con la casi siempre interesante visión del cineasta norteamericano Michael Mann.

Magnífico ejercicio de estilo cinematográfico, basado en un artículo periodístico de Marie Brenner, en el que Michael Mann narra la historia real de Jeffrey Wigand (Russell Crowe), un alto ejecutivo de una tabacalera estadounidense que, tras ser despedido de su empleo se enfrenta a un dilema moral: respetar las cláusulas de confidencialidad de su rescisión de contrato y obtener con ello un buen subsidio para sostener a su familia o, por el contrario, confesar ante la sociedad, con la ayuda de un periodista de un importante programa de TV (Al Pacino), las mentiras de industria para la que trabajaba y los verdaderos riesgos de la adicción al tabaco, con la posibilidad de perder todo lo que tiene incluída su propia familia. Y en paralelo, el propio periodista tiene que enfrentarse a su propia cadena televisiva, la CBS, que ante la amenaza de un posible pleito millonario por parte de la tabacalera Brown & Williamson, duda acerca de la propia conveniencia de emitir la entrevista por la que Wigand ha puesto en riesgo toda su vida. “The Insider” no sólo ofrece un portentoso trabajo de Russell Crowe en el papel principal, que también es el mejor trabajo del cineasta Michael Mann, en el que muestra mejor que nunca sus elevadas dotes para la puesta en escena, planificación, montaje y olfato para plasmar un tema polémico de una manera inteligente y nada maniquea, en la línea de “All The President’s Men” (Alan J. Pakula, 1976), con menos periodismo, pero con una descarga emocional aún más importante y un elenco de actores, con secundarios como Christopher Plummer, Diane Venora, Philip Baker Hall, Bruce McGill, en estado de gracia.

Adaptación cinematográfica de la serie de televisión de los años 80 protagonizada por Don Johnson y Philip Michael Thomas, con Colin Farrell y Jamie Foxx retomando los papeles principales y con el que fuera productor ejecutivo de la serie, Michael Mann, asumiendo la dirección, el guión y la producción. El argumento lleva a los detectives Crockett y Tubbs a infiltrarse en una peligrosa organización que transporta droga desde Sudamérica y el Caribe hasta los EEUU, con tiempo para describir las relaciones personales de los protagonistas, como es habitual en el cine de Mann, así como para tratar de situarse a la vanguardia de la estética con un rodaje en digital, siguiendo la estela de la anterior “Collateral”. Los resultados, que decepcionaron a muchos, son sin embargo muy buenos, por más que se de la extraña circunstancia de que los protagonistas, quizá porque Mann los entienda como muy compenetrados, apenas interactúan entre sí. Gong Li, Ciarán Hinds, Luis Tosar, Naomie Harris, Justin Theroux, Barry Shabaka Henley y John Ortiz completan el reparto.

Versión libre de la novela del mismo título de James Fenimore Cooper, basada también en el guión de Philip Dunne para la versión de 1936 protagonizada por Randolph Scott, ambientada en 1757, durante el tercer año de la guerra entre Inglaterra y Francia por la posesión de Norteamérica. Tres hombres (Daniel Day-Lewis, Russell Means y Eric Schweig), los últimos de un pueblo en extinción, ayudan a escapar a unos soldados ingleses y la hijas de un coronel, que acaban de ser atacadas por una tribu de nativos. Tras conseguir entrar en uno de los fuertes en posesión de los ingleses, pero cercano por las tropas francesas, los nativos y los colonos se debaten entre apoyar a uno u otro bando en la contienda, o volver a sus casas para proteger a sus familias, mientras el líder de la tribu que preparó la emboscada (Wes Studi), busca venganza y redención matando al coronel y sus hijas. “The Last of the Mohicans” fue la vuelta de Michael Mann al mundo del cine, tras haber dedicado unos años a la televisión con la exitosa serie de “Miami Vice” desde mitad de los 80. Fue una producción llena de problemas y el corte final evidencia, especialmente en su primer tercio, la desaparición de muchas escenas en la sala de montaje. Aún así, una vez superado este punto, supone un entretenimiento de primer nivel, rodado con un gusto enorme por el detalle y muy bien interpretado, especialmente por el casi siempre estupendo Daniel Day-Lewis, en un atípico papel de héroe. Muy notable es también, por supuesto, la famosa banda sonora, a cargo de Trevor Jones y Randy Edelman.

Cyber-thriller a cargo de Michael Mann (“Thief”, “Heat”, “Collateral”), acerca de la búsqueda de un peligroso hacker, que atenta contra una central nuclear China infiltrándose en sus sistemas y que amenaza con seguir atentando contra otros objetivos en diversas partes del planeta. Un equipo formado por agentes norteamericanos y chinos, apoyado por un hacker norteamericano (Chris Hemsworth) que es liberado de la cárcel para que colabore en el caso, se encargará de seguir las escasas pistas que ha dejado el hacker, en una investigación que les lleva desde EEUU hasta el sudeste asiático. “Blackhat” es una película muy irregular y fallida como conjunto, con la que Mann intenta recuperar éxitos pasados a través de fórmulas ya probadas, pero que no tiene éxito en parte porque el elenco de actores es muy descafeinado (Wei Tang, Leehom Wang, Viola Davis) y porque la trama, con una premisa muy de los 90, nunca acaba de resultar verdaderamente interesante. Únicamente en algunos giros o sorpresas se percibe la mano del que fuera autor de alguno de los títulos más interesantes de los años 90, que a posteriori pareció embarcarse en la búsqueda de una estética digital que le ha reportado muchos más perjuicios que beneficios.

Remake confeso de un telefilm previo del propio Michael Mann (“L.A. Takedown”, 1989), que también integra un buen número de elementos de su ópera prima cinematográfica (“Thief”, 1981). El argumento gira en torno a la confrontación de los personajes antagonistas, ambos hombres de fuertes principios: un ladrón (Robert De Niro) especializado en grandes golpes y un policía de Los Ángeles (Al Pacino) que se pone detrás de la pista de la banda liderada por el primero. Con una detallada descripción de la vida de estos hombres (y los que les rodean) mucho más allá de su actividad profesional, “Heat” es un film bien interpretado, escrito y también rodado, con algunas secuencias de impacto, que si bien está lejos de ser redondo, siempre resulta muy entretenido y sólido, a pesar de su larga duración, muy cercana a las tres horas de proyección. Val Kilmer, Tom Sizemore, Tom Noonan, Diane Venora, Amy Brenneman o Wes Studi, entre otros, secundan a Pacino y De Niro, que para la decepción de muchos fans en el momento del estreno, apenas comparten unos pocos planos en pantalla.

Debut en la dirección cinematográfica del cineasta norteamericano Michael Mann, en base a un guión propio que, parece ser, adaptaba muy libremente una novela de Frank Hohimer. Producida por Jerry Bruckheimer, en una época previa a que se lanzase al blockbuster descarado, se trata de un film protagonizado por James Caan en el papel de un ex-convicto y ladrón de guante blanco que se ve forzado a trabajar para un peligroso grupo liderado por Robert Prosky, a fin de poder retirarse de una vez por todas junto a su esposa (Tuesday Weld). Gran parte de las señas de identidad y temas del cine de Mann –el enfrentamiento entre dos profesionales dedicados en cuerpo y alma a su trabajo, la familia detrás de uno de ellos- se encuentran ya muy presentes en un film muy sólido, quizá algo estirado, pero que es preferible a títulos con mucha mayor fama como “Heat” (1995), que a fin de cuentas no deja de ser una versión de tres horas de un argumento similar.

Adaptación de una novela de Robert Daley, producida por el italiano Dino de Laurentiis, escrita por Oliver Stone y Michael Cimino y dirigida por este último, en el que fue su primer trabajo después del monstruoso fracaso de “Heaven’s Gate”. La acción se sitúa en el barrio chino de Nueva York, en el que se está produciendo una lucha entre los antiguos clanes y un joven mafioso (John Lone) decidido a emprender una política expansiva de sus dominios con métodos mucho más agresivos, que ponen en peligro la convivencia con clanes de otras razas. En estas circunstancias, un policía de origen polaco (Mickey Rourke), antiguo combatiente de Vietnam, es destinado allí y, a su vez, decide cambiar la permisiva actitud policial con respecto a estos clanes, lo cual desencadenará unas terribles consecuencias para todos los implicados. Cimino dirige con una enorme garra un film tan controvertido –en su momento fue muy criticada su visión de la comunidad china-, irregular en su narrativa (el montaje evidencia cortes previos al estreno) y con una interpretación principal femenina (la debutante Ariane, de la que nunca más se supo) desastrosa, como fascinante en su conjunto, destacando especialmente además la magnética presencia de Mickey Rourke en el papel principal.

Producción de Joel Silver (“Lethal Weapon”), protagonizada por Sylvester Stallone, que interpreta a un policía de Los Ángeles que, tras atrapar a un peligroso delincuente y asesino (Wesley Snipes), es condenado junto con éste a ser criogenizado tras ser acusado, con su actuación, de haber provocado la muerte de unos rehenes. 36 años después, en una sociedad en la que la violencia, las muertes, los robos e incluso el lenguaje inadecuado ha sido erradicado, el delincuente escapa de su criogenización y la policía, incapaz de detenerlo, decide descongelar a Stallone para que vuelva a darle caza. Sandra Bullock, Nigel Hawthorne y Benjamin Bratt secundan a Stallone y Snipes en una cinta de acción rutinaria y algunos toques cómicos, que no aprovecha del todo las posibilidades que ofrecía su guión, aunque tampoco resulta tan ofensiva como cabría esperar.

Film que narra un período de diez años (1964-1974) de la vida del boxeador Cassius Clay (Will Smith), más conocido como Muhammad Alí, desde su primer título mundial de los pesos pesados hasta su victoria sobre Foreman en Zaire. Por otro lado, Mann también retrata la vida personal y los matrimonios del boxeador, su conversión al Islam, su relación con Malcolm X o su negativa a ser reclutado para la guerra de Vietnam en 1967, así como la permanente defensa que realizara de los Derechos civiles de los negros, en un conjunto cuyos resultados son algo irregulares, alternando momentos en que la puesta en escena de Mann o su montaje consiguen momentos notables, con otros en los que el tedio se apodera de la pantalla, a pesar del muy buen trabajo de Will Smith como el personaje principal. 
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