04 Nov Goodfellas
Adaptación de un libro de Nicholas Pileggi basado en la historia real del gángster Henry...
Adaptación de un libro de Nicholas Pileggi basado en la historia real del gángster Henry...
Un mortífero virus aparece en una aldea del centro de África en 1967, capaz de matar a todos aquéllos a los que infecta. Cuando entran en acción los Estados Unidos, la decisión al respecto es la de bombardear toda la zona, a fin que nadie pueda escapar de dicha zona y eliminar el virus, sin contar con que unos pequeños monos son los portadores del mismo. Treinta años después el virus se reproduce y los contagios se desatan en una pequeño pueblo californiano, que es sitiado como consecuencia, mientras los EEUU se debaten entre bombardear de nuevo a la población o esperar a encontrar una cura, por medio de un coronel del ejército (Dustin Hoffman) y su exmujer (Rene Russo), especialistas en este tipo de infecciones. “Outbreak” ofrece un planteamiento interesante sin perder nunca su condición de “blockbuster”, pero desgraciadamente, la segunda hora de proyección desciende notablemente el nivel, sobre todo cuando el conflicto se desvía de la lucha contra el virus a la lucha contra los generales del ejército (Donald Sutherland y Morgan Freeman) y la trama deriva hacia una acción poco creíble. Kevin Spacey, Patrick Dempsey y Cuba Gooding Jr. completan el reparto del film con el que el realizador Wolfgang Petersen continuó su carrera en los Estados Unidos después de haber rodado su mejor película en tierras norteamericanas, “In The Line of Fire” (1993).
Apoteósica adaptación de las memorias de Jordan Belfort, ambientada durante finales de la década de los 80 y comienzos de los 90, en la que un Leonardo Di Caprio en estado de gracia interpreta a un ambicioso broker de Nueva York que monta su propia empresa para vender a particulares acciones de otras compañias sin valor alguno, a través de su enorme capacidad de disuasión y una serie de colaboradores de lo más extraños. Scorsese, con la energía propia de sus grandes obras, ilustra a la perfección el brillante guión de Terence Winter –atención a sus diálogos o las situaciones que propone- y ofrece un producto provocativo y dramático pero lleno de desternillantes “set-pieces” que muestran el patetismo y ausencia de valores de unos personajes cegados por el dinero, las drogas y el sexo, dejando deslizar también cómo la fascinación social y el daño creado por este tipo de “líderes” provocaron después la crisis de la década posterior. Jonah Hill, Margot Robbie, Matthew McConaughey, Kyle Chandler, Jean Dujardin y los realizadores Rob Reiner, Jon Favreau y Spike Jonze, en roles menores, forman un reparto de actores que no sólo parecen haberlo pasado en grande durante la filmación, sino que contribuyen de forma decisiva al gran éxito de un conjunto que, como tal, posiblemente sea una cima del realizador italoamericano, algo que sólo el tiempo confirmará o denegará.
Adaptación de la novela con la que el autor Walter Tevis continuaba su propia obra “The Hustler”, planteada por el realizador Martin Scorsese como un remake, continuación y homenaje simultáneo de la película homónima de Robert Rossen, estrenada 25 años atrás. Paul Newman vuelve a encarnar a Fast Eddie Felson, el antiguo jugador de billar americano que, tras haber permanecido retirado todo este tiempo y haber sentado la cabeza dedicándose a los negocios, cree reconocer el innato talento para ese juego en un joven que conoce casualmente (Tom Cruise), cuya arrogancia y narcisismo le recuerdan a él mismo en su juventud, de modo que decide llevarlo de gira a Atlantic City, en la compañía de la novia de éste (Mary Elizabeth Mastrantonio). El film no solo es digno, sino que es uno de los mejores del realizador italonamericano, destacando por su enérgica labor detrás de las cámaras, los finos cortes de Thelma Schoonmaker, la selección musical o, especialmente, por la presencia de Newman delante de la cámara, que le valió el Oscar al mejor actor, o incluso la paródica presencia de Tom Cruise, en un papel muy arriesgado por su parte.