07 Feb Cobra
Adaptación (suponemos que muy libre) de una novela de Paula Gosling, escrita para la pantalla para sí mismo por Sylvester Stallone, que interpreta al policía cuyo nombre da título al film. El argumento es muy simple: una mujer (Brigitte Nielsen) presencia un asesinato y desde ese momento es perseguida por el grupo de asesinos en serie que ha cometido ese crimen. El caso es asignado al detective Cobretti (Stallone), cuyos métodos son tan suicidas como expeditivos, a fin de proteger a la testigo de los intentos de asesinato de los que es víctima. “Cobra” no es sino una versión más salvaje, ochentera y disparatada de “Dirty Harry”, a la que en cierto modo rinde homenaje con dos actores secundarios extraídos del film de Don Siegel (Reni Santoni y Andrew Robinson), pero cuyo desarrollo es opuesto a la sobriedad del film protagonizado por Eastwood. Aunque “Cobra” es una película con mala fama, hay que reconocerle mucho oficio en la puesta en escena, con brillantes secuencias de acción con especialistas arriesgando su integridad, así como un notabilísimo montaje de las mismas que potencia las virtudes de un rodaje físico como este.