Adaptación de un supuesto caso real de casa encantada, acontecido en Rhode Island a comienzos de la década de 1970. Según los testimonios, tras la mudanza de un matrimonio y sus cinco hijas a una casa en una zona aislada, comenzaron a percibir extrañas presencias que progresivamente se fueron haciendo más y más intensas, hasta el punto que llegaron a atacar a los nuevos habitantes de la casa (a través de la madre) y ello hizo que tuvieran que pedir ayuda a los Warren, un matrimonio de especialistas en este tipo de fenómenos. En manos del cineasta James Wan, director de “Saw” e “Insidious” entre otras, “The Conjuring” es un film de terror muy convencional pero que se deja ver con cierto agrado, especialmente por la habilidad del realizador con la puesta en escena y para crear algunas escenas terroríficas, aunque el conjunto de la película busque demasiado los sustos y muy poco el desarrollo de situaciones o de personajes. Con todo, se trata de un film muy influyente, que además de sus propias secuelas, ha dado lugar a decenas de imitaciones que la han tomado como modelo, a pesar que de por sí “The Conjuring” ya no era una película demasiado original.
El director de fotografía fue John R. Leonetti [ASC], menos conocido que su hermano mayor Matthew F. Leonetti, el solvente autor de la fotografía de películas como “Breaking Away” (1979), “Raise The Titanic” (1980), «Poltergeist» (1982) o “Strange Days” (1995). Como su hermano, es seguro que John también tuvo acceso desde muy pequeño a todo tipo de herramientas cinematográficas, ya que su padre Frank Leonetti, antiguo Gaffer, era el dueño de una casa de alquiler en Los Ángeles. Comenzó además como ayudante de su hermano, llegando a ser director de fotografía a finales de la década de los 80 y especializándose ya desde los 90 en películas de géneros muy marcados: comedias como “Hot Shots: Part Deux” (1993), “The Mask” (1994) o “Spy Hard” (1997) se encuentran entre sus primeros títulos conocidos. Y después de “The Scorpion King” (2002) se especializa en el género fantástico, con películas como “Dead Silence” (2007, su primera colaboración con James Wan), “Death Sentence” (2007), “Insidious” (2010), “Insidious: Chapter 2” (2013) o “Piranha 3D” (Alexander Aja, 2010). Compagina su labor como director de fotografía con la de director de películas relacionadas con la presente como “Annabelle” (2013).
A pesar de su ambientación de época (como indicábamos, la historia se desarrolla a comienzos de la década de 1970), “The Conjuring” es una película rodada digitalmente con la Arri Alexa, en formato ArriRaw y con una mezcla de lentes fijas y zooms modernos, con los Leica Summilux-C y los Fujinon Premier. El resultado, desgraciadamente, es el de una película con una imagen y, sobre todo, con una textura absolutamente contemporánea, que no se parece en este aspecto, ni de lejos, al cine de la época, sino que más bien al de una película nueva o totalmente reciente. Ello, junto con la ambientación sobre todo rural del film hace que con mucha frecuencia se nos olvide que se trata de una película ambientada hace varias décadas. Lo cual no es sin embargo un obstáculo para disfrutarla, puesto que realmente, lo que ocurre en pantalla podría haber sucedido en los 70, o bien en los 2000, pero sí que es cierto que hay ciertos elementos disonantes en este aspecto y que el film no hace el menor intento por lucir como un film de la época y desde luego tampoco lo consigue.
Sin embargo, más allá de esa crítica, que para muchos espectadores puede ser o no relevante, lo cierto es que “The Conjuring” posee unos valores muy superiores a la media del género, sobre todo quizá por la forma en que fue rodada por el director James Wan: comienza el metraje, una vez la acción se traslada a la localización principal, empleando el zoom de manera muy extensiva. Pero no lo hace para llevar a cabo acercamientos o alejamientos sin mover la cámara de un punto determinado, sino que a veces desde grúas o a veces fija, su cámara parece que sugiere el punto de vista observacional de los fantasmas o espectros que habitan en la casa, como si los mismos mirasen a los nuevos ocupantes mientras que éstos se instalan en las diferentes habitaciones y estancias de la misma. Esa parte es la mejor del film en cuanto a valores formales, ya que después es cierto que hay algunas composiciones de imagen que son más trabajadas de lo habitual en el cine moderno, pero quizá en la parte final también hay que destacar que existe, quizá, un planteamiento de cámara al hombro que también es probable que sea excesivo y que quizá debiera haber sido aún más acotado o haber sido empleado en exclusiva para los momentos de más suspense o terror. Su sobreutilización termina por alertar al espectador en demasía ante dichos momentos, algo que quizá no fuera la intención de Wan y Leonetti.
En cuanto a la luz, el trabajo del operador es moderno, puesto que excepto quizá en los exteriores de la casa, apenas emplea grandes aparatos y parece que opta por aparatos medianos o incluso de poca potencia (en plena transición entre los clásicos HMIs y fluorescentes a la iluminación LED), lo que le permite trabajar de forma cómoda y sencilla y mantener un buen aspecto trabajando rápido. En muchos interiores, lo que hace Leonetti es trabajar una luz de base subexpuesta, que a veces es azulada en las secuencias nocturnas y otras veces es cálida cuando la dominante son las lámparas del interior, dejando que entren en acción altas luces que hacen que la imagen sea más rica. Estas altas luces pueden venir en la forma de luz azulada partiendo de las ventanas en algunas secuencias, o bien de fuentes integradas en imitación de tungsteno en los interiores. Y a veces, o muchas veces, lo que hace es combinar ambos planteamientos en las diferentes zonas de una estancia o en las diferentes estancias de la casa. Los resultados son buenos, a veces obteniendo imágenes con tan poca luz como una cerilla (seguramente abriendo el obturador y empleando los Summilux a T1.4), pero sobre todo consistentes y coherentes a lo largo de la proyección. Es decir, lo que hace Leonetti lo hace bien, con más oficio que brillo por su parte, ya que el talento en este film parece más de parte de su realizador.
Título en España: Expendiente Warren: The Conjuring
Año de Producción: 2013
Director: James Wan
Director de Fotografía: John R. Leonetti, ASC
Ópticas: Leica Summilux-C, Fujinon Premier
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa (Arriraw, 2.8K), 2.4:1
Vista en Blu-ray