The Insider
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The Insider

Magnífico ejercicio de estilo cinematográfico, basado en un artículo periodístico de Marie Brenner, en el que Michael Mann narra la historia real de Jeffrey Wigand (Russell Crowe), un alto ejecutivo de una tabacalera estadounidense que, tras ser despedido de su empleo se enfrenta a un dilema moral: respetar las cláusulas de confidencialidad de su rescisión de contrato y obtener con ello un buen subsidio para sostener a su familia o, por el contrario, confesar ante la sociedad, con la ayuda de un periodista de un importante programa de TV (Al Pacino), las mentiras de industria para la que trabajaba y los verdaderos riesgos de la adicción al tabaco, con la posibilidad de perder todo lo que tiene incluída su propia familia. Y en paralelo, el propio periodista tiene que enfrentarse a su propia cadena televisiva, la CBS, que ante la amenaza de un posible pleito millonario por parte de la tabacalera Brown & Williamson, duda acerca de la propia conveniencia de emitir la entrevista por la que Wigand ha puesto en riesgo toda su vida. “The Insider” no sólo ofrece un portentoso trabajo de Russell Crowe en el papel principal, que también es el mejor trabajo del cineasta Michael Mann, en el que muestra mejor que nunca sus elevadas dotes para la puesta en escena, planificación, montaje y olfato para plasmar un tema polémico de una manera inteligente y nada maniquea, en la línea de “All The President’s Men” (Alan J. Pakula, 1976), con menos periodismo, pero con una descarga emocional aún más importante y un elenco de actores, con secundarios como Christopher Plummer, Diane Venora, Philip Baker Hall, Bruce McGill, en estado de gracia.

El director de fotografía fue el italiano Dante Spinotti [AIC, ASC], uno de los operadores más populares de la década de 1990, que llegó a EEUU a mitad de los 80 de la mano de Dino de Laurentiis, cuando el famoso productor intentó crear sus propios estudios en Carolina del Norte, en donde rodó un buen número de películas. Surgido del documental y de películas para la televisión italiana, Spinotti tuvo la suerte de que “Manhunter” (1986) fuera su primer proyecto en América, ya que precisamente, en el mismo fue ya emparejado con Michael Mann. “The Insider” fue su cuarto trabajo juntos, ya que anteriormente, Spinotti completó, rodando la mayor parte del metraje, “The Last of the Mohicans”, que sin embargo no había comenzado él, así como especialmente “Heat” (1995), cuyo duelo interpretativo entre Robert De Niro y Al Pacino también tuvo lugar bajo la luz de Spinotti. Finalmente, llegaría en 2009 “Public Enemies”, que a fecha de escribir estas líneas, parece que será la última colaboración entre ambos cineastas, que ya rozan los 80 años de edad. Además de estos trabajos, en los 90 Spinotti se hizo cargo de “Nell” (Michael Apted, 1994), “The Quick and the Dead” (Sam Raimi, 1995), “The Mirror Has Two Faces” (Barbra Streisand, 1996), crédito compartido con Andrzej Bartkowiak, o especialmente, “L.A. Confidential” (Curtis Hanson, 1997), por la que recibió su primera nominación al Oscar, siendo la segunda por el título que precisamente nos ocupa. Ya en los 2000, se encarga de “Wonder Boys” (Curtis Hanson, 2000), “Red Dragon” (Brett Ratner, 2002), “Tower Heist” (Brett Ratner, 2011) o “Hercules” (Brett Ratner, 2014), continuando en activo hasta la fecha, aunque con películas de menor interés.

“The Insider” es una película que destaca por muchos motivos, en la que, con grandes riesgos en sus planteamientos, Michael Mann y Dante Spinotti desarrollaron hasta el extremo el lenguaje visual urbano que iniciaran en «Manhunter» y prosiguió con «Heat», caracterizado por un estilo de filmación completamente directo, en su mayor parte con varias cámaras simultáneas y al hombro, lentes a máxima apertura, frecuentamente de gran distancia focal, con muchos primeros planos y enfoque selectivo entre los personajes posicionados a distintas distancias de la cámara, pero siempre muy bien repartidos por el encuadre, lo que hace que el espectador pueda introducirse en los pensamientos y en los miedos de los personajes de Russell Crowe y Al Pacino, sobre cuyas acciones gira la acción del film. El estilo de iluminación de Spinotti es una mezcla de estilización y realismo que le sienta muy bien a la película: en muchas ocasiones, ilumina los interiores diurnos a través de una fuente de iluminación lateral, muy intensa, que simula la luz solar, e incide sobre los personajes o el escenario como una luz dura. Dicha fuente es inalterada en los diferentes planos, seguramente porque Michael Mann rodó el film con multicámaras, lo que hace que, siendo la misma creíble, el aspecto sea realista porque los actores entran y salen de la misma, sin importar que ello provoque subexposiciones o situaciones de luz que a priori no son óptimas, como sucedería en la realidad, pero, al mismo tiempo, dicha fuente de luz crea efectos estéticos muy interesantes que suponen un cierto grado de estilización y van en perfecta armonía con la puesta en escena.

Los exteriores nocturnos, con su tono azul-verdoso, que son una evolución de las obras anteriores de Michael Mann, incluso “Thief” (1981) y por supuesto, las citadas “Manhunter” y “Heat”, se convertirían no sólo sello de identidad del cine de su director, tras haber incidido en ese estilo también en «Alí» (2001) y «Collateral» (2004), sino que influenciaron en cine norteamericano durante un largo período de tiempo. Pero es en ”The Insider” donde este aspecto de vapor de mercurio encuentra su máxima expresión, en secuencias como la del golf nocturno, que ilustran a la perfección la paranoia que envuelve al personaje central, mientras que planos como el de la noche americana que muestra al periodista Lowell Bergman (Pacino) hablando por el móvil en la playa merecerían formar parte de la historia del cine por su belleza, contundencia, plasticidad y simbolismo, ya que en el mismo, Pacino, al perder la cobertura en el movil con el que habla, no duda en adentrarse en el mar para poder mantener su conversación con el personaje de Russell Crowe. Hay un buen número de escenas en la redacción periodística, asimismo, iluminadas con niveles de luz muy bajos, así como mucha subexposición y grano; otro tipo de escenas con fluorescenes sin corregir, así como también escenas familiares en las que las lámparas integradas y muy poca luz adicional, si es que existe, efectúan realmente las labores de iluminación. Incluso en estos interiores nocturnos es frecuente que Dante Spinotti utilice fuentes filtradas de vapor de mercurio como luz dura que entra en los interiores, provocando un altísimo contraste, con negros muy profundos, a veces como complemento de las fuentes de tungsteno integradas, o a veces como única fuente de iluminación.

En “The Insider”, los cineastas volvieron al formato Super 35 que habían usado, casi de forma pionera, en “Manhunter”, en lugar del formato panorámico anamórfico de “The Last of the Mohicans” y de “Heat”. Además de por el estilo de rodaje, con mucha cámara en mano, teleobjetivos, zooms a máxima apertura de diafragma, seguramente ello también tendría que ver con que Spinotti buscaba una textura algo más granulada que la del formato anamórfico, ya que no conviene olvidar que en 1999, antes de la popularización del etalonaje digital pocos años después, las películas rodadas en Super 35 requerían de un hinchado óptico que hacía que el grano, que además era magnificado, fuera aún más evidente y de reminiscencias del documental, aunque el film rechace de forma expresa una narrativa y aspecto propios del mismo. Contemplada en HD, la elección de la entonces novedosa emulsión Kodak Vision 5279 (500T) hace que el film retenga, como en las copias en 35mm, una imagen de muy alto contraste, negros profundos y una bella capa de grano que ofrece un aspecto plenamente cinematográfico. Por lo tanto, se trata de un trabajo muy superior a los ya de por sí buenos resultados de “Manhunter” y “Heat” (e incluso “The Last of the Mohicans”, aunque ésta se movía en un territorio tan diferente que la comparativa siempre sería injusta), cuya genialidad narrativa y en la puesta en escena, así como su fuerte influencia en el cine posterior, demuestra que se trataba de uno de los mejores trabajos de la década de los 90 y el mejor sin duda de sus autores, que dificilmente podrán superar jamás.

Título en España: El Dilema
Año de Producción: 1999
Director: Michael Mann
Director de Fotografía: Dante Spinotti, ASC, AIC
Ópticas: Panavision Primo
Emulsión: Kodak 5246 (250D), 5279 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: Super 35, 2.4:1
Premios: Oscar a la mejor fotografía (nom), American Society of Cinematographers (nom).

Vista en 35mm & Blu-ray



Language / Idioma