Adaptación de la novela de Christopher Priest, escrita para la pantalla por los hermanos Jonathan y Christopher Nolan y dirigida por el segundo de ellos, que tiene como protagonistas a dos magos (Christian Bale y Hugh Jackman) que rivalizan en el Londres del siglo XIX. Su enfrentamiento comienza cuando ambos trabajan juntos para otro mago y, por error, la novia de uno de ellos (Piper Perabo) fallece durante uno de los trucos, lo que hace que cuando ambos se independizan, recíprocamente, el uno quiera acabar con el otro e incluso sabotear sus actuaciones, con funestas consecuencias. Hábilmente narrada con una compleja estructura temporal (marca de la casa), el film fragmenta los acontecimientos y los va ofreciendo al espectador con cuentagotas, lo que favorece determinados aspectos que el director dosifica a la audiencia de cara al desenlace de la historia. Pero quizá ese artificio sea lo más criticable de la que, por otro lado, es una de las obras más completas de su director, ya que además ofrece sólidas interpretaciones del elenco (quen incluye a Rebecca Hall, Michael Caine, David Bowie, Andy Serkis y Scarlett Johansson) y una excelente ambientación de época al servicio de una historia que siempre mantiene un elevado nivel de interés, a pesar que el desarrollo y el desenlace ofrezcan serias dudas sobre su plausibilidad.
El director de fotografía fue Wally Pfister [ASC], uno de los más importantes de la pasada década, aunque desgraciadamente dejara el oficio (al menos de manera temporal) después de encargarse de “The Dark Knight Rises” en 2012. Unido casi por completo a Christopher Nolan, para el realizador se encargó de “Memento” (2000), “Insomnia” (2002) y comenzó a recibir nominaciones al Oscar con “Batman Begins” (2005), el presente título, “The Dark Knight” (2008) y lo ganó al fin con “Inception” (2010). Con estos títulos, además, se convirtió en un firme defensor, junto con Nolan, de la adquisición en formato 35mm anamórfico renunciando además, siempre que les era posible, incluso a la finalización mediante Digital Intermediate, plenamente establecida ya en esta época como un estándar en el cine nortemericano de casi cualquier presupuesto. Además, desde “The Dark Knight” y continuando en sus siguientes películas, comenzaron a mezclar el anamórfico junto con escenas rodadas en IMAX y en 65mm convencionales, para conseguir el máximo impacto en determinadas secuencias, algo que sería imitado por otras producciones posteriores. Pero Pfister, que fuera de su trabajo con Nolan hizo películas como “The Italian Job” (F. Gary Gray, 2004) o “Moneyball” (Bennett Miller, 2011), dejó la fotografía por la dirección, con poco éxito, a partir de “Trascendence” (2013), habiendo sido capaz nada más de rodar algo de TV desde entonces.
Rodada principalmente en localizaciones y platós de Los Ángeles especialmente escogidos para recrear el Londres del siglo XIX, la imagen de “The Prestige” es muy elaborada en su conjunto y constituye sin lugar a dudas uno de los puntos fuertes de la película. Toda la misma responde al estilo que Nolan y Pfister venían desarrollando ya desde sus primeras colaboraciones, pero que cristalizó especialmente a partir de “Batman Begins”, con la que tiene muchos puntos en común. Entre ellos se encuentra, además del citado uso del formato panorámico anamórfico, el empleo de la cámara al hombro a pesar de que se trata de una historia de época, el uso de una iluminación de altísimo contraste, con altas luces muy intensas y negros muy profundos, así como una iluminación cenital muy extendida durante la proyección que muchas, muchas veces obliga al director de fotografía a emplear algo de relleno frontal sobre los intérpretes o sobre todo, constantes luces de ojos para evitar que la mirada de los actores se pierda en la oscuridad. Unido además por el gusto de Nolan y Pfister de emplear mezclas de temperaturas de color -las dominantes cálidas de los interiores, aquí están justificadas en el uso de fuentes de luz derivadas del fuego en los interiores- el resultado es una fotografía muy rica y elaborada, con una base realista en la iluminación de los interiores, pero absolutamente matizada por el empleo de múltiples fuentes de luz para crear un aspecto mucho más vistoso, rico y sofisticado.
A pesar de recurrir principalmente a la vieja serie “C” de ópticas anamórficas de Panavision, basada en los Cooke Speed Panchro como lentes primarias, “The Prestige” luce muy nítida en 4K como ya lucía nítida proyectada en 35mm, debido a que ese altísimo contraste de la luz de Pfister crea esa apariencia de alta resolución cuando realmente las lentes, generalmente empleadas entre T2.8 y T4, no ofrecen un gran nivel de detalle en la imagen. Nolan además rueda, como indicábamos, generalmente al hombro, con muchos planos frontales de los actores rodados con focales que generalmente rondan el 50, 75 y 100mm -rara vez más abierto y rara vez más cerrado- lo que supone que, a diafragmas amplios, hay mucho desenfoque en los fondos y muchos artefactos anamórficos a lo largo del film, tales como los óvalos desenfocados o incluso flares procedentes de la fuentes de luz integradas en pantalla. Aunque también aparecen ocasionalmente las famosas líneas azules horizontales cuando un aparato incide directamente sobra las ópticas, e incluso con mucha intensidad (ver por ejemplo la escena en la que Christian Bale sube al escenario durante la actuación de Jackman), lo cierto es que dichos artefactos no están especialmente buscados como en la moda posterior, siendo un film que emplea el anamórfico en un sentido más tradicional: para conseguir un área de negativo lo más grande posible y una calidad de imagen orgánica como corresponde a la adquisición fotoquímica. En este sentido, aunque para conseguir este aspecto tan contrastado es normalmente necesario recurrir a luces de positivado muy altas y un negativo muy denso, la exhibición cinematográfica mostraba una fina capa de grano que acompañaba muy bien a las imágenes. La misma, por suerte, se ha mantenido en su moderna masterización en 4K HDR, creando un lienzo que es muy apropiado para la ambientación de la historia.
Los resultados son, sobre todo, muy vistosos, porque el film traslada muy bien a la época pero de una forma muy elaborada y estética, con su elevadísimo contraste y fuertes claroscuros. Es cierto que Pfister parte de luces suaves laterales y muy intensas que podrían llevar a pensar que el aspecto es naturalista, pero también es más cierto aún que las mismas, o las fuentes integradas en pantallas como las lámparas de aceite, están tan complementadas y de forma tan visible por luces fuera de cuadro (las citadas luces cenitales y de ojos) que el aspecto termina siendo mucho más elaborado que realista. Por supuesto, Pfister se luce en múltiples secuencias con mezclas de temperaturas de color y sobre todo ese enorme contraste tan apropiado para su visionado en HDR, ya que su rango va desde el negro puro hasta el blanco sobreexpuesto en múltiples ocasiones. Sin embargo, todo hay que decirlo, sus técnicas no son especialmente favorecedoras ni para Scarlett Johansson ni especialmente para Rebecca Hall, que con esa mezcla de luz día lateral y luz noche cenital con luz de ojos no lucen especialmente bien, o al menos, de la manera cuidada en que suele tratarse a las actrices en los proyectos de este tipo, al menos con producción americana. Sin embargo, el conjunto es muy aparente, muy elaborado y de un gran interés estético, de modo que por más que existan elementos algo disonantes como el tratamiento de las actrices o la excesiva luz de ojos (que a veces es demasiado frontal cuando debería ser más lateral), los resultados son más que notables y especialmente interesantes cuando Pfister y Nolan buscan el máximo contraste para sus imágenes.
Título en España: El Truco Final
Año de Producción: 2006
Director: Christopher Nolan
Director de Fotografía: Wally Pfister, ASC, BSC
Ópticas: Panavision C Series & E Series
Emulsión: Kodak 5205 (250D) & 5218 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1
Premios: Oscar a la mejor fotografía (nom), British Society of Cinematographers (nom)
Vista en 35mm & 4K HDR