Die Hard 2
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Die Hard 2

Adaptación de una novela de Walter Wager (“Twilight’s Last Gleaming”), producida por la Twentieth Century Fox como una secuela de su anterior éxito “Die Hard”, en la que el icónico personaje interpretado por Bruce Willis vuelve a encontrarse en una situación límite, en esta ocasión en el aeropuerto Dulles de Washington; unos terroristas sabotean las pistas de aterrizaje y torre de control, a fin de bloquear el tráfico aéreo y permitir exclusivamente la llegada de un general de un país centroamericano (Franco Nero), detenido para ser juzgado en EEUU, con el que pretenden huir del país. William Sadler, Dennis Franz, así como Bonnie Bedelia y William Atherton repitiendo sus papeles del film original completan el reparto de una secuela muy digna, que ofrece acción a raudales con unas buenas dosis de ironía por parte de un Willis que maneja su papel a la perfección.

El director asignado fue el finlandés Renny Harlin, que venía de realizar “A Nightmare on Elm Street 4”, así como “The Adventures of Ford Farlaine” para la propia Fox. La leyenda cuenta que Harlin impresionó a los directivos del estudio con sus brutos para el film protagonizado por Andrew Dice Clay y que, tras renunciar a rodar “Alien³” por diferencias creativas, le fue ofrecida la secuela del film de John McTiernan, de la que no pudo hacerse cargo debido a su labor en “The Hunt for Red October”. El director de fotografía fue el británico Oliver Wood, que ya había rodado “Ford Farlaine” para Harlin. Asociado en su última etapa a las tres primeras películas de Bourne, con su imagen de un realismo casi documental, Wood casi siempre ha trabajado en un cine comercial de acción, aunque su llegada a las películas de alto presupuesto se produjo, curiosamente, después de haber rodado tres temporadas de “Miami Vice” para la televisión en la segunda mitad de los 80. En esta época y especialmente con un director como Harlin, sus imágenes buscaban una estilización muy superior, como por otra parte era una regla casi general a finales de los años 80.

Si bien la imagen de “Die Hard” –a cargo del holandés Jan De Bont [ASC]- se caracterizaba por los elegantes movimientos de cámara de McTiernan y por las luces integradas y frecuentísimos destellos a lo largo de todo el metraje, que pretendían buscar una estética más realista, la secuela se caracteriza por la utilización incesante de humo, bajos niveles de iluminación y muchas fuentes fuera de pantalla para captar sus imágenes. También, donde McTiernan optaba por la fluidez de cámara y focales tendentes al angular, Harlin utiliza planos más cerrados y muchos más cortes de montaje para plasmar el guión en imágenes.

Wood, además del humo, posiblemente utilizó algún filtro de bajo contraste o similar a lo largo de casi todo el metraje, puesto que no sólo utiliza bajos niveles de luz y con bastante frecuencia grandes aperturas de diafragma (por ejemplo en el material de la torre de control), sino que también permite que los rostros de los actores queden subexpuestos y, para extender la latitud de la emulsión en las sombras, tuviera que recurrir al humo y al filtraje. El humo por supuesto crea haces de luz en torno a las fuentes, reduciendo el contraste general de la imagen, de ahí que sorprenda que tratándose de un producto de estas características, el aspecto global luzca un poco apagado. Sin embargo, en un film que –con la excepción de la escena de apertura- transcurre íntegramente en interiores o exteriores nocturnos, Wood mantiene una coherencia muy buena y, sobre todo, la atmósfera apropiada y la credibilidad necesaria en relación a la tormenta que se supone que envuelve al aeropuerto. Sus exteriores nocturnos a veces pecan de un exceso de luz, aunque afortunadamente, están realizados con grandes y lejanas fuentes que producen una única sombra, lo que hace que su aspecto sea más llevadero.

Por ello, la fotografía de “Die Hard 2” resulta curiosa, puesto que ofrece un nivel de estilización superior al de su antecesora, aunque sin llegar a los extremos del esteticismo puro, a pesar de coquetear con esta tendencia en algunos instantes. El aspecto global, oscuro, subexpuesto, dominado por fuertes tonalidades (rojas en las cabinas de los aviones o la torre de control, de un fuerte anaranjado en las zonas de pasaje de las aeronaves) o la recreación de la nieve en los exteriores nocturnos contribuyen para que, al menos de las cuatro primeras entregas de la serie, posiblemente el título de Wood sea el más interesante a nivel lumínico, dentro de una saga que nunca ha destacado especialmente en este aspecto, siendo lo peor del mismo, sin ningún género de duda, los efectos visuales a cargo de Industrial Light and Magic, tan obvios y poco logrados como otros trabajos que hicieron por aquellos tiempos, como “Indiana Jones and The Last Crusade”.

Título en España: La Jungla 2 (Alerta Roja)
Año de Producción: 1990
Director: Renny Harlin
Director de Fotografía: Oliver Wood
Ópticas: C-Series, E-Series, Primo y Super PanaZoom Cooke
Emulsión: Kodak 5296 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1

Vista en Blu-ray

© Ignacio Aguilar, 2012.



Language / Idioma