2018 abril
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Debut tras las cámaras (si no se cuenta “Vile” de 2011, un film desconocido y del que no circulan buenas opiniones en la red) del actor y guionista Taylor Sheridan, quien en los últimos años ha alcanzado un notable prestigio como consecuencia de ser el autor de los sólidos libretos de “Sicario” (Denis Villeneuve, 2015) y “Hell or High Water” (David Mackenzie, 2016). En esta ocasión Sheridan continúa con la misma temática y género, ya que “Wind River” es otro thriller que esconde en su interior un Western moderno. En esta ocasión el argumento gira en torno a la investigación del asesinato de una joven en una reserva india en el estado de Wyoming. A tal efecto, el FBI envía a una joven agente (Elizabeth Olsen) para que intente resolver el caso, para lo cual cuenta con la ayuda de un policía local (Graham Greene, recordado por su papel en “Dances With Wolves”) y especialmente de un cazador especializado en los más peligrosos depredadores (Jeremy Renner), pero que en este caso intenta dar caza a sus propios fantasmas. El buen guión y el notable trabajo actoral (especialmente por parte de Renner) hacen que la película sea muy recomendable, aunque desgraciadamente Sheridan detrás de las cámaras está lejos no solo de Denis Villeneuve, sino también de David Mackenzie.

Thriller a cargo del director británico Nicolas Roeg (“Walkabout”, “Don’t Look Now”), quien con su particular estilo de narrativa fragmentada cuenta la historia de un psiquiatra norteamericano afincado en Viena (Art Garfunkel), que inicia una extraña relación con una mujer casada de errático comportamiento (Theresa Russell). Cuando ella llega en ambulancia a un hospital tras un intento de suicido, un policía (Harvey Keitel) comienza a investigar algunos elementos que parecen no encajarle en el caso. Rodada después de “The Man Who Fell To Earth” (1976), aquél caótico vehículo de Roeg para David Bowie, “Bad Timing” mejora notablemente los resultados de aquélla, aunque su narrativa y sus formas producen tanta fascinación como aburrimiento según avanza el metraje. No es por ello un film para todos los gustos y menos aún, todas las sensibilidades, aunque posea el innegable estilo de su autor. Denholm Elliott es el cuarto miembro principal del reparto de la película.

Adaptación de una novela de Kyle Onstott, que fue llevada a la pantalla con un notable despliegue de medios por el productor italiano Dino de Laurentiis, en una de sus primeras incursiones en el cine norteamericano. El film está ambientado en una plantación del sur de los EEUU durante el siglo XIX, propiedad de un viejo terrateniente (James Mason) y de su hijo (Perry King) y narra la historia de abusos que sufren los esclavos negros que viven en sus tierras, incluyendo el sometimiento sexual de una de las mujeres por parte del hijo, así como la compra de un negro para utilizarlo en sangrientos y violentos combates contra otros negros. El film, que tuvo mucha controversia en la época de su estreno, es muy irregular en su planteamiento y su desarrollo, destacando más por sus escenas subidas de tono y por su gráfica descripción de la violencia que por su narrativa o cualidades fílmicas. Pese a ello, es una rareza de tal calibre, por estar financiada por Hollywood, que no deja de ser interesante. Richard Fleischer parece ser que no fue el director original, aunque todo el metraje parece que lleva su sello y firma la película en solitario. Susan George, Ken Norton y Brenda Sykes completan el reparto.

Extraño e irreverente film, escrito para la pantalla por Anthony Shaffer (“Sleuth”), cuyo argumento gira en torno a un policía que acude a una pequeña isla en el norte de Escocia para investigar la desaparición de una niña a la que nadie parece conocer. Lo que allí descubrirá escapará por completo de sus moral, religión y conocimiento. Película de culto por antonomasia, a medio camino entre el thriller, el terror e incluso la comedia, plagada además de elementos “folk”, lo cierto es que “The Wicker Man” es una obra inclasificable que no está particularmente bien dirigida o interpretada, pero contiene elementos que hace que el espectador tenga dificil olvidarse de ella. Contiene además uno de los más raros papeles de la filmografía de Christopher Lee, quien sin miedo alguno al ridículo fue además uno de los pilares sobre los que se sustentó la producción de la película, a pesar que el suyo es un papel importante, pero secundario. Edward Woodward, como el inspector de policía protagonista y Britt Ekland, como la hija del posadero, aparecen en pantalla junto a Lee.

Producción ambientada en los años 70, que tiene como protagonistas principales al director y los periodistas del mismo periódico que poco tiempo después destapó el escándalo Watergate que acabó costándole la presidencia de los EEUU a Richard Nixon. Pre-producida, rodada y estrenada en un tiempo de solo nueve meses, en la misma Steven Spielberg narra un caso anterior, cuando la filtración de unos informes encargados por el entonces Secretario de Defensa Robert McNamara revelaban que los EEUU habían sabido desde los tiempos de Kennedy que la de Vietnam era una guerra imposible de ganar, a pesar de lo cual, todos los gobiernos sucesivos, incluyendo el de Nixon en aquél momento, habían seguido enviando armas y soldados y mintiendo a la opinión pública. Tom Hanks interpreta a Ben Bradlee, el director del periódico, el mismo rol por el que Jason Robards ganó un Oscar en “All The President’s Men”, mientras que Meryl Streep es su jefa, la hija del fundador, que se enfrenta al dilema de publicar una noticia que puede destruir el periódico. Los resultados globales son satisfactorios, con algunos ratos de buen cine (esa llamada a varias bandas), pero por lo general el film funciona mejor cuando Spielberg se centra en Hanks o la búsqueda de informaciones que en Streep, cuyos dilemas y problemas familiares tienen escaso interés.

Language / Idioma