Verhoeven
-1
archive,tag,tag-verhoeven,tag-130,bridge-core-3.3.2,qode-optimizer-1.0.3,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,vertical_menu_enabled,qode-title-hidden,qode-smooth-scroll-enabled,qode-child-theme-ver-1.0.0,qode-theme-ver-30.8.3,qode-theme-bridge,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-8.0,vc_responsive

Retorno de Paul Verhoeven al cine europeo -y más concretamente a su país natal - tras más de veinte años de ausencia, con una historia ambientada en Holanda en los últimos estertores de la Segunda Guerra Mundial, que tiene como protagonista a una joven judía (Carice Van Houten) que a fin de ayudar a la Resistencia a combatir a los nazis, se infiltra en el cuartel general de los mismos como ayudante de uno de sus más altos cargos (Sebastian Koch). Ello es el comienzo de una serie de aventuras y desventuras que incluyen traiciones, grandes dosis de violencia y contenido sexual. Esa forma salvaje de hacer cine del realizador holandés es lo mejor de un film que, a pesar de sus dos horas y media de duración, es muy ágil y dinámico. Pero quizá esa agilidad en la narrativa también hace que varios de sus giros de guión traten de entrar al espectador demasiado deprisa, no resultando del todo creíbles, de manera que a veces el film es algo atropellado en sus acciones por mucho que el ritmo no decaiga nunca durante la proyección.

Adaptación cinematográfica de un libro de Robert A. Heinlein, escrita para la pantalla por Edward Neumeier (“Robocop”), que cuenta la historia de un grupo de jóvenes que, en el futuro, deciden alistarse en la lucha de los humanos contra una especie de alienígena con aspecto de insectos gigantes. El argumento, además, hace que dichos jóvenes sean o resulten ser una especie de nueva generación de aquéllos que aparecían en “Beverly Hills 90210”, de manera que, de no haber sido filmado e interpretado todo en el tono satírico que le imprime Paul Verhoeven, el film probablemente se hubiera convertido en un desastre de primera categoría. En su lugar, aparece una visión sarcástica del futuro, no exenta de sexo (Verhoeven venía de rodar consecutivamente “Basic Instinct” y “Showgirls”) y, por supuesto, con mucha violencia en su descripción de la guerra contra los insectos. Aunque en la parte final el espectáculo de efectos visuales cobre un exceso de protagonismo y, por lo tanto, el film sea netamente inferior por ejemplo a “Robocop”, los resultados continúan siendo interesantes, sobre todo por ver cómo el director ofrece algo muy diferente a lo que su premisa y planteamiento a priori sugerían. Casper Van Dien, Dina Meyer, Denise Richards, Jake Busey, Neil Patrick Harris, Michael Ironside y Clancy Brown, entre otros, forman el reparto de la película.

Primer trabajo en Norteamérica del director holandés Paul Verhoeven, el cual, tomando algunos elementos del cine de justicieros que tan popular fue en los años 70 y primera mitad de los 80, así como influencias de la ciencia-ficción (notablemente, “Blade Runner” de Ridley Scott, o incluso el primer “Terminator” de James Cameron), filmó un efectivo film ambientado en la ciudad de Detroit, la cual, en el futuro, se encuentra sumida en el caos y la delincuencia. Una corporación utiliza entonces el cuerpo sin vida de un policía (Peter Weller) para crear un cyborg que patrulle las calles y se enfrente a los criminales, hasta que éste cobra conciencia de su antigua personalidad y horrible muerte y, como consecuencia, comience a provocar problemas de funcionamiento. Un argumento que en manos de casi cualquier otro director hubiera asegurado el típico film de venganza, en su versión cibernética, se torna una inspirada crítica social y un serio aviso sobre los peligros de la tecnología en manos del realizador holandés, que además tiene la valentía de proponer una serie de “spots” absolutamente delirantes a lo largo de la proyección. Nancy Allen, Ronny Cox, Felton Perry, Miguel Ferrer y Kurtwood Smith forman el reparto de secundarios de una película en la que además del director, brilla especialmente el maquillaje de Rob Bottin (“The Thing”, John Carpenter, 1982), que incluye el diseño y ejecución del robot que da título a la obra.

Adaptación de una novela corta de Philip K. Dick, que tiene como protagonista a Quaid (Arnold Schwarzenegger) un hombre que en el futuro posee un trabajo y una bella y sumisa esposa (Sharon Stone), pero que arde en deseos de viajar a Marte, a lo que ella se niega. Un buen día, como sustitutivo, decide ir a un lugar en el que se implantan recuerdos de vacaciones a los clientes y decide tener una aventura como espía en el planeta rojo y conocer a otra mujer (Rachel Ticotin) en el proceso. “Total Recall” es una película cuyo planteamiento sueño-realidad por parte de Paul Verhoeven y sus encadenadas escenas de acción hacen que sea uno de los títulos más entretenidos del cine de la época, sin renunciar ni un ápice a las grandes dosis de violencia que caracterizan el cine del realizador holandés. Michael Ironside, como el villano que persigue sin tregua a Schwarzenegger, así como Ronny Cox, el malvado caudillo que rige los destinos de Marte, completan el reparto de un film que también posee un memorable tema principal a cargo de Jerry Goldsmith, efectos de maquillaje de Rob Bottin y unos oscarizados efectos visuales previos a la era digital.

Primera producción de habla inglesa a cargo del director holandés Paul Verhoeven, famoso sobre todo por sus posteriores películas en los EEUU, como “Robocop”, “Total Recall” o “Basic Instinct”, cuya ambientación medieval le llevó a rodar en España en localizaciones como Ávila, Cáceres o Belmonte. La historia, que parte de un guión co-escrito por el propio realizador, es una visión muy visceral de la Edad Media: un terrateniente ofrece a sus tropas alzarse con los botines de una ciudad si consiguen tomarla. Una vez lo hacen, incumple su promesa, por lo que un grupo, formado por hombres y un par de mujeres, deciden vengarse secuestrando a la prometida de su hijo, a la que mantienen retenida en un castillo. La peste, la suciedad, muertes violentas, el sexo, etc. son algunas de las palabras clave de este film, en el que Verhoeven no renuncia a mostrar en pantalla imágenes desagradables para el espectador medio; esta es la parte quizá más alabable (por valiente) de un film que, por otro lado, no está tan bien rodado como otros del realizador holandés y tiene el hándicap de que todos o casi los personajes que aparecen en pantalla son, por su comportamiento, desagradables o repulsivos, lo que hace que no sea apto para todos los paladares. Rutger Hauer, Jennifer Jason Leigh, Tom Burlinson, Brion James, Bruno Kirby y hasta Simón Andreu forman el reparto coral de la película.

Potente adaptación de una novela de Philippe Djian con la que el cineasta holandés Paul Verhoeven ha vuelto a la primera línea cinematográfica a sus 78 años de edad. La historia sigue a Michelle, una mujer de mediana edad (Isabelle Huppert), empresaria de éxito pero con un pasado familiar turbio, después de que sufra una violenta agresión sexual en su domicilio. Pero lejos de que ello le suponga un trauma, Michelle inicia el peligroso juego del gato y el ratón con su agresor, quien poco a poco se va desvelando como alguien de su entorno cercano. Sobre la base de un estupendo guión de David Birke, Verhoeven lleva a cabo una magnífica labor administrando los giros de la trama y componiendo una serie de personajes muy bien descritos, con una magnífica labor actoral en la que destaca, por supuesto, Huppert, quien se apodera de la película por completo y soporta su peso, a pesar de las complicaciones que conllevaba este rol. Ello hizo precisamente que Verhoeven tuviera que renunciar a su primera intención de rodar en EEUU (ya que ninguna actriz de primera línea quiso afrontar este papel), pero el resultado es que “Elle” es una película plenamente europea, muy atrevida, morbosa y provocativa, que funciona tan bien como thriller como drama con serios tintes de comedia negra y que conjuga muy bien con la personalidad del realizador, que ofrece sin duda uno de los títulos más interesantes de su filmografía.

El último proyecto del cineasta holandés Paul Verhoeven en los EEUU fue este film en el que un grupo de científicos, apoyados por el pentágono, investigan la fórmula de la invisibilidad y la manera de recuperar el estado visible normal a través de unos sueros. El líder del equipo (Kevin Bacon) decide ser el primer humano en probarlo después del éxito en animales pero, tras un fallido intento de recuperar la visibilidad, poco a poco se va volviendo loco y supone una amenaza para todos los que le rodean. Elizabeth Shue, Josh Brolin y William Devane secundan a Bacon en este fallido film, vigorosamente dirigido por Verhoeven, pero cuya resolución es demasiado convencional y explora sólo superficialmente las posibilidades que ofrecía la historia.

Nueva versión cinematográfica del relato de Philip K. Dick, llevado anteriormente a la gran pantalla en 1990 por Paul Verhoeven con Arnold Schwarzenegger en el papel principal que en esta ocasión asume Colin Farrell. La premisa sigue siendo la misma; en el futuro es posible acudir a un centro en el que implantan a las personas una serie de recuerdos, para vivir vacaciones o situaciones de ensueño. Pero cuando Farrell acude allí con la intención de vivir una aventura como espía, algo sale mal y de pronto comienza a ser perseguido por los hombres del Canciller que rige los destinos de la humanidad. Kate Beckinsale y Jessica Biel sustituyen a su vez a Sharon Stone y Rachel Ticotin en sus respectivos papeles, en una película que carece de la frescura, inteligencia, ritmo y casi todas las virtudes de la película del realizador holandés y, que en manos de Les Wiseman (“Underworld”, “Live Free or Die Hard”), se convierte en una mera excusa para encadenar peleas y persecuciones en decorados futuristas.

Language / Idioma