Zwartboek / The Black Book
Retorno de Paul Verhoeven al cine europeo -y más concretamente a su país natal - tras más de veinte años de ausencia, con una historia ambientada en Holanda en los últimos estertores de la Segunda Guerra Mundial, que tiene como protagonista a una joven judía (Carice Van Houten) que a fin de ayudar a la Resistencia a combatir a los nazis, se infiltra en el cuartel general de los mismos como ayudante de uno de sus más altos cargos (Sebastian Koch). Ello es el comienzo de una serie de aventuras y desventuras que incluyen traiciones, grandes dosis de violencia y contenido sexual. Esa forma salvaje de hacer cine del realizador holandés es lo mejor de un film que, a pesar de sus dos horas y media de duración, es muy ágil y dinámico. Pero quizá esa agilidad en la narrativa también hace que varios de sus giros de guión traten de entrar al espectador demasiado deprisa, no resultando del todo creíbles, de manera que a veces el film es algo atropellado en sus acciones por mucho que el ritmo no decaiga nunca durante la proyección.