Versión libre de la novela del mismo título de James Fenimore Cooper, basada también en el guión de Philip Dunne para la versión de 1936 protagonizada por Randolph Scott, ambientada en 1757, durante el tercer año de la guerra entre Inglaterra y Francia por la posesión de Norteamérica. Tres hombres (Daniel Day-Lewis, Russell Means y Eric Schweig), los últimos de un pueblo en extinción, ayudan a escapar a unos soldados ingleses y la hijas de un coronel, que acaban de ser atacadas por una tribu de nativos. Tras conseguir entrar en uno de los fuertes en posesión de los ingleses, pero cercano por las tropas francesas, los nativos y los colonos se debaten entre apoyar a uno u otro bando en la contienda, o volver a sus casas para proteger a sus familias, mientras el líder de la tribu que preparó la emboscada (Wes Studi), busca venganza y redención matando al coronel y sus hijas. “The Last of the Mohicans” fue la vuelta de Michael Mann al mundo del cine, tras haber dedicado unos años a la televisión con la exitosa serie de “Miami Vice” desde mitad de los 80. Fue una producción llena de problemas y el corte final evidencia, especialmente en su primer tercio, la desaparición de muchas escenas en la sala de montaje. Aún así, una vez superado este punto, supone un entretenimiento de primer nivel, rodado con un gusto enorme por el detalle y muy bien interpretado, especialmente por el casi siempre estupendo Daniel Day-Lewis, en un atípico papel de héroe. Muy notable es también, por supuesto, la famosa banda sonora, a cargo de Trevor Jones y Randy Edelman.
El director de fotografía original de la película fue Douglas Milsome [ASC, BSC]. Originalmente, Michael Mann había querido que el italiano Dante Spinotti [ASC, AIC], con el que había rodado “Manhunter” (1986), se hiciera cargo de la película, cosa que el italiano comenzó a hacer durante el período de preparación. Sin embargo, cuando el rodaje de “The Last of the Mohicans” fue pospuesto y aún no contaba con una nueva fecha, Spinotti aceptó rodar entre tanto la película de Garry Marshall “Frankie And Johnny” (1991). Entonces el rodaje de “The Last of the Mohicans” se reactivó repentinamente y Spinotti no estaba disponible. Entonces fue cuando Mann recurrió a Milsome, que había sido ayudante de cámara de John Alcott (“Barry Lyndon”) durante años y había comenzado su carrera como director de fotografía ni más ni menos que en “Full Metal Jacket” (1987), a las órdenes de Stanley Kubrick. Desde entonces, Milsome se había hecho cargo de “Desperate Hours” (1990), a las órdenes de otro perfeccionista como Michael Cimino y acababa de rodar “Robin Hood: Prince of Thieves” (1991) para Kevin Reynolds y Kevin Costner, por lo que parecía el hombre adecuado para rodar una película de similares características estéticas y ambientación de época, aunque en esta ocasión el rodaje tuviera lugar en el continente americano. Sin embargo, parece ser que Mann tuvo diferencias personales y/o artísticas con Milsome, al igual que con muchos otros jefes de equipo que fueron dejando el film a medida que se rodaba. Cuando Spinotti (autor posterior de “Heat”, “L.A. Confidential”, “The Insider”, “Wonder Boys”, etc) terminó “Frankie and Johnnie”, Mann acumulaba serios retrasos y únicamente llevaba cuatro de las trece semanas de rodaje. Milsome, como varios de los otros jefes de equipo, fue despedido –está acreditado como director de fotografía adicional- y Spinotti se hizo cargo del film.
La versión de Spinotti, que el propio director de fotografía confirmó personalmente al autor de estas líneas, se corresponde con lo expuesto en el párrafo anterior, a lo que hay que añadir que, según el italiano, Mann estaba descontento principalmente porque Milsome estaba utilizando muchas fuentes de luz en los bosques, cuyo transporte, ubicación y preparación para el rodaje estaba tomando mucho tiempo. Como consecuencia, la luz caía rápidamente entre los árboles y arbustos y, a medida que se hacía de noche, la exposición de la luz de ambiente también caía, haciendo que los aparatos de luz de Milsome, con fuertes haces de luz dura y dirigida, fueran muy evidentes y el verde de los fondos o las sombras, quedase casi oscuro por completo. A ello hay que añadir que Milsome estaba empleando la misma emulsión que utilizó extensivamente en “Robin Hood”, la Agfa XT-320, popularizada por David Watkin en “out of Africa” o Chris Menges en “The Mission”, que era de bajo contraste y bastante granulada, aunque rendía bien cuando era fuertemente subexpuesta. Fruto del intento de emplear haces de luz en los bosques, junto con una emulsión de bajo contraste, el aspecto de las primeras secuencias de la película, que son por lo general las que permanecen de lo que rodó Milsome, es plano, oscuro y granulado. La versión de Milsome es que Mann no le dejaba emplear sus aparatos de luz e iluminar correctamente, pero en cualquier caso, hay circunstancias en las que la película va corta de negativo y, por ejemplo, para el Blu-ray, dichas escenas se han oscurecido notablemente, quizá para evitar que aparezca un grano excesivo. Las escena, casi inicial, en que los colonos piden al General Webb poder volver a sus casas en el supuesto que sean atacadas, está claramente subexpuesta, con esos haces de luz dura y apenas relleno, que hacen que a Wes Studi apenas se le vea en su primera escena en pantalla.
Spinotti solucionó el problema empleando menos aparatos, pero con unidades mucho más grandes y potentes, tanto en HMI como en tungsteno, tipo de luz en el que hizo uso de los Jumbo de Storaro. Además de abrir más el diafragma, por lo que el negativo le quedaba más denso, Spinotti también desechó la emulsión Agfa –excepto para la escena de la cueva y la cascada- y la sustituyó principalmente por la Kodak 5296 (500T), que forzó continuamente hasta los 800-1000 ASA para ganar de exposición y tiempo de rodaje. El aumento de contraste fue contrarrestado principalmente con humo en los fondos, que junto con algunos haces de luz aquí y allí, mejoran notablemente la seca apariencia de las escenas rodadas por Milsome. Cuando los personajes no se encuentran entre los árboles, Spinotti deja que sus negativos queden bien sobreepuextos, e incluso utilizó la emulsión Kodak 5248 (100T), que reproduce mejor los colores que la ’96, como por ejemplo se aprecia en la escena de la emboscada a plena luz del día. Del trabajo del italiano destacan sobre todo las secuencias nocturnas en el fuerte, que lucen espectaculares gracias a la utilización de grandes aparatos de luz subidos muy altos en grúas, a modo de contraluz, mientras el fuego y el humo se emplean en los primeros términos, así como todas las secuencias que simulan estar rodadas con fuego y antorchas, rodadas también a la manera de Vittorio Storaro, con grandes aparatos de tungsteno muy, muy difuminados y con algo de flicker, exponiendo muy bien los negativos.
Aún así, la mezcla entre el metraje de Milsome -que parece un cruce entre la inconsistencia de su “Robin Hood”, con lo experimental de la luz de Bruce Surtees en “Pale Rider”- y el Spinotti, más pulido y embellecido, muy vistoso, pero verosímil y con cierto arraigo en la realidad cinematográfica, queda algo raro y la película da muchos saltos en este aspecto, alternando secuencias excelentes con otras cuyos defectos son insalvables. A ello no ayudan tampoco las elecciones técnicas de Michael Mann usando el formato panorámico anamórfico, el cual no se ajusta demasiado bien a sus eternas pretensiones de rodar casi sin luz. Cuando se emplean las lentes Panavision Primo anamórficas, que eran novedosas por aquélla época y siguen siendo las lentes de este fabricante con mejor calidad de imagen (y un peso exagerado, entre 6-7 kilos por lente), la calidad de imagen es estupenda, con buenos negros y muy buena definición, incluso a grandes aperturas de diafragma. Pero Mann tiene cierto gusto por el zoom y éstos en formato anamórfico rinden muy mal y son muy poco luminosos (entre T/4.5 y T/5.6). El zoom está utilizado extensivamente a lo largo de la película e intercalado, con mucha frecuencia, como si fuera una cámara B, con las lentes fijas. Por ello, además de por la carencia de artefactos anamórficos, es fácil darse cuenta de dónde fue empleado por incluso en Blu-ray se aprecia una caída de la definición, del contraste y de la limpieza de los negros.
Los resultados, de esta forma, son absolutamente irregulares. Las escenas iniciales son las que más sufren en este aspecto. Sirva como ejemplo la secuencia de los títulos de crédito, muy subexpuesta, sin apenas detalle en las sombras y que además sufre de un mal copiado de los efectos ópticos para sobreimpresionar los créditos –como todo el film cuando hay subtítulos de los indios o franceses- o la de Madeleine Stowe y Daniel Day-Lewis en el cementerio, también corta de luz, mientras que una vez que avanza el metraje y especialmente todo lo relativo al fuerte y la batalla-emboscada posterior, tiene por lo general un aspecto muy rico y elaborado, quizá más en la línea de lo que cabía esperar a priori de una película de acción y aventuras de estas características. La dirección de Mann es muy contemporánea, eso sí (no en vano, se trata de un cineasta que precisamente es conocido por sus películas urbanas), alternando todo tipo de planos y focales, los mencionados zooms, Steadicam, planos al hombro, grúas, cámaras lentas, etc. con el único objetivo de hacer que la película sea muy dinámica, algo que sin duda consigue.
A pesar de la irregularidad del trabajo final y de que mucho material se quedó para siempre en la sala de montaje, Spinotti, que firmó la película en solitario (Milsome tiene un pequeño crédito al final), fue nominado por la American Society of Cinematographers (ASC), por la British Society of Cinematographers (BSC) e incluso a los premios BAFTA, aunque no ganó ninguno de estos premios y no consiguió la nominación al Óscar, lo que pone de manifiesto que, dentro de la irregularidad, “The Last of the Mohicans” posee imágenes de gran calidad.
Título en España: El Último Mohicano
Año de Producción: 1992
Director: Michael Mann
Director de Fotografía: Dante Spinotti, ASC, AIC
Ópticas: Panavision Primo, Super Panazoom
Emulsión: Kodak 5248 (100T), Kodak 5296 (500T), Agfa XT-320 (320T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1
Otros: fotografía adicional de Douglas Milsome, ASC, BSC
Premios: American Society of Cinematographers (nom), BAFTA (nom), British Society of Cinematographers (nom)
Vista en Blu-ray
© Ignacio Aguilar, 2016.