Extraño giro en la carrera del cineasta norteamericano James Gray, autor de obras como “Little Odessa”, “Two Lovers” o “The Lost City of Z”, que en esta ocasión abandona la Tierra para adentrarse en la odisea espacial de Roy McBride (Brad Pitt), un astronauta al que le es encargada la misión de ir hasta el planeta Neptuno, en el que hace ya muchos años se perdió la pista de la nave tripulada por su padre (Tommy Lee Jones) en una misión especial en busqueda de vida extraterrestre. A pesar de la ambientación y de algunas secuencias de acción, lo que no pierde James Gray es su foco de atención en las relaciones humanas, en este caso, la relación paterno-filial entre estos dos personajes y como la misma ha condicionado la vida del personaje de Pitt. Sin embargo, las ambiciones de Gray (el film es una especie de cruce entre “2001: A Space Odyssey” y “Hearts of Darkness” de Joseph Conrad, libro del que surgió “Apocalypse Now”) quizá sean desmedidas para los resultados finales de la obra, que en ocasiones posee un desarrollo que parece demasiado visto en cine. Por ello, como le ocurría a la propia “The Lost City of Z”, “Ad Astra” es un film fallido, en el que parece que partiendo de un concepto muy interesante, Gray no ha sabido extraerle todo el jugo o bien que algo importante se quedó por el camino, pues la película queda lejos de ser tan trascendente como sus obvias referencias. Donald Sutherland, Ruth Negga y Liv Tyler tienen breves apariciones a lo largo de la proyección.
El director de fotografía de las dos películas inmediatamente anteriores de James Gray (“The Immigrant” y la citada “The Lost City of Z”, dos obras de arte en lo visual, fue Darius Khondji [ASC, AFC], quien al parecer no se encontraba disponible en el momento de rodar este film. Por ello, sobre la base de su trabajo en “Let The Right One In” y “Tinker Tailor Soldier Spy”, que sigue siendo su mejor obra con diferencia, así como la pericia técnica de “Interstellar”, James Gray decidió contratar a Hoyte Van Hoytema [ASC, FSF, NSC], quien se dio a conocer precisamente por esas dos películas a las órdenes de Tomas Alfredson y que posteriormente ha sido la elección de Christopher Nolan para sustituir a Wally Pfister como su director de fotografía predilecto, acumulando ya tres films juntos hasta la fecha (la citada “Interstellar”, “Dunkirk” y “Tenet”, pendiente de estreno). Ello hace obviamente de Van Hoytema uno de los directores de fotografía más de moda en la actualidad, con una filmografía que también incluye películas como “The Fighter” (David O. Russell, 2011), “Her” (Spike Jonze, 2013) o “Spectre” (Sam Mendes, 2015).
Hoyte Van Hoytema es un director de fotografía que, a tenor de su filmografía, prefiere claramente los rodajes en celuloide en contraposición a la adquisición digital, ya que hasta la fecha casi todos sus títulos han sido rodados en formato fotoquímico. En este aspecto “Ad Astra” no es una excepción, puesto que se trata de un film rodado en 35mm, pero eso sí, en un sorprendente formato de dos perforaciones por fotograma (2-Perf). Y decimos que es sorprendente porque se trata de un formato casi híbrido entre el 35mm convencional y un Super 16mm, al reducir la altura del formato a la mitad del 35mm de toda la vida y disponer de un negativo, por tanto, de la mitad de tamaño. Pero la idea es clara, los cineastas deseaban una película con una fuerte textura fotoquímica, con el grano del celuloide bien presente en pantalla, de ahí que hayan escogido este formato híbrido entre el 35mm y el 16mm para fotografiar el film. Gracias a ello, al menos “Ad Astra” posee una imagen con cierta vida que, en otras circunstancias, en las localizaciones generalmente asépticas en las que se desarrolla la historia (con bastantes interiores de naves espaciales) los resultados hubieran sido más monótonos. Y lo cierto es que son buenos, pero están lejos de ser excepcionales.
“Interstellar” poseía una fotografía de interiores en las naves espaciales que era muy plana y aburrida, con un abuso de luces integradas y una luz de relleno incesante que restaba cualquier matiz de contraste a la iluminación. Algo de ello ocurre también en “Ad Astra”, lo que parece significar que a Van Hoytema le gusta precisamente este estilo, pero afortunadamente hay más situaciones de interés en “Ad Astra”. Para comenzar, hay claros conceptos de color a lo largo del film: colores cálidos y aspecto soleado para las pocas escenas que se desarrollan en exteriores en la Tierra, aspecto neutro para las primeras etapas de los viajes espaciales del personaje de Brad Pitt, así como tonos rojizos, como no podría ser de otra manera, en Marte, finalizando con un aspecto azulado-violeta en las escenas de Neptuno. También es significativo como Van Hoytema retrata los haces de luz solar (con una luz dura, un 18K HMI, situado lo más lejos posible) y los mismos se van desvaneciendo a medida que el protagonista se aleja del sol. Sin embargo, a pesar de los virajes de color y de esa ausencia del sol, la imagen de “Ad Astra” tampoco es especialmente contrastada; los contrastes se producen más por esos giros en el color que por la contraposición luz-oscuridad. Hay varias secuencias interesantes (especialmente una, la de Pitt grabando el mensaje para su padre en Marte), pero globalmente el uso de mucha iluminación LED integrada en los decorados de las naves espaciales acaba siendo también algo plano, por mucho que algunas ideas visuales eleven las sensaciones que transmite el conjunto.
Eso sí, empleando dos juegos de Arri/Zeiss Master Prime, uno de ellos especialmente modificado por Camtec para reducir el contraste de las lentes y conseguir espectaculares flares o destellos, algunos momentos son bonitos y poéticos, aunque quizá yendo demasiado a la actual moda de emplear este tipo de efectos, lo que genera dudas acerca de cómo perdurará el film en este aspecto, ya que su uso no es aislado sino generalizado. Por lo demás, “Ad Astra” es un film de una escala reducida, aunque con varias secuencias de efectos visuales elaborados, con pretensiones más realistas que de exhibición de los mismos (lo cual es siempre de agradecer), incluyendo una sobre la superficie lunar con uso de varias cámaras Alexa XT modificadas para la fotografía infrarroja. Pero en resumidas cuentas, ni es el mejor trabajo de Van Hoytema, ni tampoco precisamente el de James Gray, que no es que se encuentre perdido en un film de estas características, pero que ha funcionado mejor hasta la fecha como cineasta y especialmente como narrador cuanto más mundana ha sido la ambientación de sus historias. El gran Caleb Deschanel fue convocado para rodar algunos insertos y tiene un crédito de fotografía adicional en el film.
Título en España: Ad Astra
Año de Producción: 2019
Director: James Gray
Director de Fotografía: Hoyte Van Hoytema, ASC, FSF, NSC
Ópticas: Arri/Zeiss Master Prime, Camtec Astra
Emulsión: Kodak 5207 (250D) & 5219 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: Super 35 (2-Perf), 2.4:1
Otros: fotografía adicional de Caleb Deschanel, ASC
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