El primer film del director danés Nicolas Winding Refn después del éxito de la tan excitante como irregular “Drive” (2011) es este thriller ambientado en los bajos fondos de Bangkok, en donde un norteamericano, traficante de drogas (Ryan Gosling), debe vengar la muerte de su hermano por petición expresa de su madre (Kristin Scott Thomas), haciéndole enfrentarse a un peligroso ex-policía. El argumento es tremendamente simple, como lo son los diálogos de una película eminentemente visual a la que Refn trata de dotar de una enorme solemnidad y perfección formal, pero cuyo frustrante ritmo y pretenciosidad (Refn, que se gusta continuamente, demuestra en cada fotograma que se tiene a sí mismo en una altísima estima) la lastran por completo, de modo que el conjunto siempre está mucho más cerca de los momentos más irritantes de su anterior obra que de aquéllos en los que despuntaba.
El director de fotografía es el británico Larry Smith [BSC], el cual, con este título, ha realizado su tercera película para el realizador danés (las anteriores fueron “Fear X” en 2003 y “Bronson”, en 2008). Smith, cuya carrera en cine es muy corta en el puesto de primer operador, además de por haber rodado con el oscarizado Tom Hooper, es conocido sobre todo por haber sido jefe de eléctricos de John Alcott en “Barry Lyndon”, gaffer en “The Shining” y, tras la muerte de Alcott y la renuncia de su sucesor en “Full Metal Jacket” Douglas Milsome, por haber ocupado ya el puesto de director de fotografía en “Eyes Wide Shut” a las órdenes de Stanley Kubrick.
A pesar de contar con un par de estrellas en el reparto y de sus pretensiones estéticas, “Only God Forgives” tuvo un presupuesto reducido para los estándares norteamericanos, de modo que Smith se vio obligado a rodar en formatos digitales por primera vez en su vida sin apenas poder realizar tests, empleando dos cámaras Arri Alexa en formato Prores 4:4:4, así como la Red Epic propiedad de Ryan Gosling como tercera cámara con la que “cazar” algunas tomas. La Alexa, por supuesto, no era una desconocida para Refn, que ya había rodado “Drive” con la misma, en aquélla ocasión junto a Newton Thomas Sigel.
La iluminación de Smith en “Only God Forgives” es muy básica, pues -siguiendo la línea de Alcott- es el tipo de trabajo en el que se parte de una luz disponible –bien se trate de exteriores nocturnos o localizaciones reales sin ventanas- y el operador debe basarse en la luz preexistente, modificarla ligeramente o complementarla y ponerse a rodar. Por supuesto, ello produce que gran parte de la película está rodada con niveles de luz muy bajos, haciendo uso de muchas fuentes integradas en los decorados –la especialidad de Smith, teniendo en cuenta la experiencia de “Eyes Wide Shut”- debidamente complementadas a través de fluorescentes comunes, LEDs o bien de fuentes de iluminación cinematográfica con gelatinas para producir colores azules o rojos muy intensos y muy saturados, consiguiendo continuas mezclas de colores. También, ocasionalmente, Smith usa pequeñas fuentes de tungsteno (Dedolights, Fresnels de 1Kw, 2Kw), a menudo filtradas, para proyectar luces más duras o bien dirigidas sobre los actores o el escenario.
La puesta en escena es donde decíamos que Refn se gusta y parece creer ilimitadamente en su arte. La predilección por los grandes angulares (seguramente un 18mm) sigue estando presente, pero a pesar que la cámara no se mueve demasiado durante todo el film excepto para algunos travellings de seguimiento o acercamiento, el realizador siempre parece preocupado en filmar desde el ángulo más rebuscado, separando a los personajes en las tomas, dándolos más presencia a base de situarlos cerca de la cámara con los angulares y los fondos desenfocados o, especialmente, cámaras lentas que pretenden engrandecer todas y cada una de las miradas, de los gestos, de los movimientos que realizan los actores.
El resultado es un film que aunque técnicamente sea intachable, pretende hacer videoarte de una simple historia de venganza, a través de lo exótico de las localizaciones, o las pretensiones estéticas de las marcadas decisiones de color de la fotografía –que no afectan a momentos concretos del film, sino a la integridad del mismo-, pero ante lo endeble que resulta lo que cuenta, la forma en que además pretende hacerlo Refn con sus decenas de artificios, no hacen sino poner aún más de manifiesto la vacuidad del conjunto y lo endeble que es lo (poco) que narra, siendo uno de esos claros ejemplos en el que el estilo no sólo es muy intrusivo, sino que prima muy por encima de la (escasísima) sustancia.
Título en España: Only God Forgives
Año de Producción: 2013
Director: Nicolas Winding Refn
Director de Fotografía: Larry Smith, BSC
Ópticas: Cooke S4
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa + Red Epic 5K, 1.85:1
Otros: 2K Digital Intermediate
Vista en DCP
© Ignacio Aguilar, 2013.