Skyfall
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Skyfall

Tercera película de la serie Bond con Daniel Craig encarnando al personaje creado por Ian Fleming, que en esta ocasión debe enfrentarse a un antiguo agente secreto (Javier Bardem) que ha robado un disco duro con las identidades de agentes infiltrados en todo el mundo como simple pretexto para ejecutar su venganza contra “M” (Judi Dench). Al contratar a Sam Mendes, realizador de “American Beauty”, los productores seguramente han querido llevar a cabo un giro dramático que dote de una mayor intensidad al conflicto de personajes (con “The Dark Knight” de Christopher Nolan como indudable referente), al tiempo que las numerosas escenas de acción recuperan la senda tradicional de múltiples especialistas y acción física de la mano del director de segunda unidad Alexander Witt (“Casino Royale”). Sólo por ello ya se trata de una entrega netamente superior a la anterior “Quantum Of Solace”, aunque ni los elevados valores de producción y la presencia de nombres importantes como el montador Stuart Baird, el diseñador Dennis Gassner o el músico Thomas Newman impiden que “Skyfall” sea víctima de un guión endeble o de su excesiva duración, que alejan del éxito a la propuesta a pesar de algunos valores muy sólidos. Ben Whishaw, Albert Finney o Ralph Fiennes completan un reparto en el que, curiosamente, las “chicas Bond” son lo menos recordado por su marginal presencia en el desarrollo de la historia.

El director de fotografía es el británico Roger Deakins [ASC, BSC], en su tercera colaboración con Mendes, después de “Jarhead” y “Revolutionary Road”, en las que asumió la tarea de reemplazar al fallecido Conrad L. Hall [ASC], quien había obtenido sendos premios de la Academia de Hollywood en las dos primeras películas del realizador, la mencionada “American Beauty” y “Road to Perdition”. Con diez nominaciones al Oscar a sus espaldas y todavía ningún premio, Deakins es el operador más prestigioso en hacerse cargo de un film de Bond -desde que en 1967 Freddie Young (“Lawrence of Arabia”, “Doctor Zhivago”) se pusiese tras la cámara de “You Only Live Twice”- como atestigua su larga filmografía junto a los hermanos Coen o títulos como “The Shawshank Redemption” (Frank Darabont), “Kundun” (Martin Scorsese), “The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford” (Andrew Dominik), “A Beautiful Mind” (Ron Howard) o “The Reader” (Stephen Daldry), entre otros.

“Skyfall” destaca por ser el primer film de la serie Bond rodado en HD, en este caso con la cámara Alexa (y tomas aéreas con la Red Epic). Deakins ya había rodado con la última invención de Arri su anterior film, la fallida “In Time” (Andrew Niccol), solo que en este caso ha tenido acceso al grabador externo Codex, que permite capturar el metraje sin compresión y una mayor resolución. El paso al formato digital le sienta bien al veterano operador británico que, en plena madurez y dominio técnico, parece como si hubiera decidido asumir mayores riesgos al poder visualizar sus imágenes en pleno rodaje y en tiempo real. A pesar que gran parte de la película está rodada con el modelo Alexa Studio, que ofrece un visor óptico y un sensor 4/3 optimizado para el formato anamórfico, Deakins es fiel en su renuncia al mismo, rodando el grueso del film con sus ya tradicionales Zeiss Master Prime y zooms Angenieux, a veces utilizados para realizar leves movimientos de aproximamiento, de manera que se consigue una calidad de imagen que, globalmente, es muy buena, aunque sus niveles de nitidez tampoco sean excesivos.

La fotografía de “Skyfall” parte, como todos los trabajos de Roger Deakins, de una inspiración naturalista aunque, claro está, tratándose de un producto exclusivamente comercial y con una larga tradición estética a sus espaldas, también se preocupa de obtener imágenes de una enorme vistosidad, faceta en la que entra en juego especialmente la Alexa con su riqueza cromática y enorme sensibilidad en la oscuridad. En sus imágenes meramente estéticas, Deakins demuestra que si quisiera dedicarse exclusivamente a un tipo de fotografía comercial a lo Adrian Lyne, Alan Parker, Russell Mulcahy o hermanos Scott, hubiera sido uno de sus mejores colaboradores; sin embargo, “Skyfall” destaca todavía más por su enorme nivel a la hora de utilizar fuentes de luz integradas en sus decorados (fluorescentes en el cuartel general del MI6, bombillas en los túneles, las lámparas del apartamento de “M” o en el casino de Macao, etc), suerte en la que posiblemente el británico sea el operador más hábil a nivel mundial, especialmente ahora que con la HD se atreve a prescindir –en gran medida- de la luz de relleno y con ello las mismas tienen una superior apariencia de fuente real de iluminación.

Por supuesto, a pesar de que Deakins utiliza luz suave casi en exclusiva, destaca el enorme contraste de sus imágenes, fruto de utilizar enormes fuentes de luz a través de varias capas de material difusor, su exquisita justificación de fuentes en los interiores diurnos o, especialmente, su resolución de las secuencias finales, con iluminación desde una única fuente, algo de humo y sin relleno en los interiores de la mansión Bond (de manera que su aislamiento y frialdad queda muy reforzada) o su iluminación con el fuego real o recreándolo como una fuente de luz lateral y lejana en el clímax de la película, que aúna brillantemente estética y justificación de fuentes. Sin embargo, esta entrega quizá sea recordada por algunos de los momentos específicos en que, dentro de lo majestuoso que es el trabajo de Deakins, muestra una mayor inspiración (la toma inicial, con Bond captado a máxima apertura de diafragma, completamente desenfocado, caminando hacia la cámara y el enfoque, momento en el que una luz lateral le ilumina los ojos) o lo moderno que resulta en el empleo de la Alexa para rodar con bajísimos niveles -emulando a Newton Thomas Sigel [ASC] en «Drive«- y obtener imágenes casi desconocidas en celuloide (como por ejemplo, Bond nadando por la noche en la piscina en Shangai, situada en un ático, con las luces de la ciudad correctamente expuestas como fondo, o bien la pelea a contraluz en lo alto del rascacielos en la ciudad china, de una estética arrebatadora).

Por ello, se trata de un trabajo visual espléndido, a buen seguro uno de los mejores de la temporada, que si no cae en desconsideraciones por pertenecer a la serie Bond (y no debería, teniendo en cuenta que Wally Pfister ha obtenido reconocimiento por rodar entregas de “Batman”) debería seguir engordando el abultado palmarés de Deakins, quien sabe si incluso otorgándole el premio que hasta la fecha le ha sido negado sistemáticamente.

Título en España: Skyfall
Año de Producción: 2012
Director: Sam Mendes
Director de Fotografía: Roger Deakins, ASC, BSC
Ópticas: Arri/Zeiss Master Prime, Angenieux Optimo
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa (ArriRaw, 2.8K), 2.4:1
Otros: 4K Digital Intermediate
Premios: Oscar a la mejor fotografía (nom), BAFTA a la mejor fotografía (nom), American Society of Cinematographers

Vista en DCP

© Ignacio Aguilar, 2012.



Language / Idioma