The Big Wednesday
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The Big Wednesday

Sonoro fracaso en la carrera del cineasta norteamericano John Milius (“Conan: The Barbarian”), perteneciente a la misma generación que Coppola, Lucas, Spielberg, Scorsese o De Palma, entre otros, quien después del éxito de su film de aventuras “The Wind and The Lion” (1975), consiguió levantar un proyecto que tenía mucho arraigo en sus propias vivencias personales como surfista en la California de los años 60 y primeros 70. Sin embargo, el film, que por momentos parece que pretende emular el tono de “American Graffiti” sumándole espectaculares secuencias de surf, jamás llega a despegar, a pesar que el tono elegíaco de otros films del director sigue estando presente. Se trata por tanto de una película absolutamente descafeinada y sin vida, algo muy extraño conociendo la personalidad de Milius y más aún los elementos autobiográficos presentes en el film. Jan-Michael Vincent, William Katt y Gary Busey interpretan al trío protagonista.

El director de fotografía fue el californiano Bruce Surtees, una elección lógica para el tercer film de John Milius y el segundo de ellos ambientado en los EEUU, puesto que Milius había sido guionista de varios de los films de Clint Eastwood (“Magnum Force”, la primera secuela de “Dirty Harry”, así como ésta, aunque su nombre no figure en los créditos) y el propio Surtees era la primera elección en aquélla época de la productora Malpaso, propiedad de Eastwood. Surtees, hijo del gran operador clásico Robert Surtees, ganador de tres premios Oscar, debutó con la primera versión cinematográfica de “The Beguiled”, a la que pronto siguieron la propia “Dirty Harry” y “Play Misty for Me”, el debut de Eastwood en la dirección. Durante los años 70 y primeros 80 fue una de las figuras básicas del cambio de aspecto del cine americano de estudio, con una gran tendencia al riesgo y una paulatina renuncia a los convencionalismos y rasgos característicos del operador hollywoodense que curiosamente tan bien representaba (desde la cima) el propio padre de Surtees. Films como “High Plains Drifter”, “The Outlaw Josey Welles”, “Night Moves”, “Escape From Alcatraz”, “Firefox” o “Pale Rider”, su último film con Eastwood en 1985, llevan su indudable sello.

En el caso de “The Big Wednesday”, no es el trabajo de Bruce Surtees lo que sin duda es más recordado del film, sino las espectaculares secuencias de surf producidas por Greg MacGillivray, un hombre hasta aquél entonces especializado en fotografía aérea (las secuencias de apertura de “The Towering Inferno” y “The Shining” llevan su sello) y que tras la muerte en un accidente de rodaje de su socio Jim Freeman, posteriormente se hizo un nombre en documentales y en grandes formatos como el IMAX. La realización de estas secuencias, que trasladan al espectador dentro del mar, en mitad de las olas, con cámaras lentas, teleobjetivos o cámaras en mano sobre las tablas, que en el film están concentradas en los últimos veinte minutos de metraje, son lo mejor y más interesante de la proyección. No se trata de imágenes en las que la luz o incluso la coherencia lumínica (o de actores, puesto que es relativamente fácil discernir cuándo una toma contiene a los actores principales o a sus dobles) tengan una gran importancia, sino de lograr un creíble espectáculo de surf. Para los no aficionados a esta disciplina, estas secuencias no llegan a justificar el visionado del film, pero es comprensible que los que sí lo sean asistan con entusiasmo al mismo, por más que se encuentren dentro de un film de dos horas en las que el resto se puedan intepretar como mero relleno.

En cuanto al trabajo de Surtees, el comienzo, con varias escenas exteriores rodadas en la hora mágica, es absolutamente esperanzador, pero una vez comienza la proyección es fácil darse cuenta que “The Big Wednesday”, por el motivo que fuera, no es uno de los films en los que Surtees estaba dispuesto a asumir riesgos o siquiera ofrecer su cara más innovadora. De hecho, gran parte del film está rodado con un estilo anticuado, con muchos interiores fotografiados con luces duras y puntuales sobre los personajes, lo cual sorprende teniendo en cuenta que aunque Surtees se había formado en ese estilo, hacía años que venía practicando técnicas mucho más modernas a las órdenes de Eastwood o Don Siegel. Quizá la respuesta se encuentre en Milius, cuyo film anterior (“The Wind and the Lion”) estaba bien fotografiado por Billy Williams en un estilo híbrido entre el clasicismo y la modernidad, pero cuya obra posterior está marcada por films lejos de la misma, como la propia “Conan: The Barbarian”, en la que un operador televisivo de gustos anticuados como Duke Callaghan reemplazó a Gilbert Taylor, o “Flight of the Intruder” (1989), en la que Milius luchó por disponer de un veterano como Fred Koenekamp, que la rodó de la misma forma en que un operador clásico lo hubiera hecho en los años 60.

Los resultados, a nivel estético, no son en absoluto destacables más allá de las secuencias de surf y de algunos planos generales en la hora mágica en las propias playas. El grueso del metraje, desgraciadamente, cumple su función sin ningún brillo y lo que es peor, sin ningún rasgo de la personalidad de su autor, que es lo que siempre le hacía interesante, más allá de que algunas de sus experimentaciones con la subexposición le salieran bien o mal. Pero lo que es más raro aún, teniendo en cuenta la biografía y filmografía de John Milius, es que un film a priori tan personal como este le saliera tan soso y carente de vida. Si bien es cierto que resistió a las presiones del estudio para evitar rodar un “Animal House”, es curioso que los resultados –a nivel empático- se encuentren a millones de años luz de los de “American Graffiti”, cuando realmente siempre se ha dicho que Milius (que colaboró con Lucas en el desarrollo inicial de “Apocalypse Now”, de la que fue guionista) era el tipo empático del grupo y el realizador de “Star Wars” el tipo experimental y distante que no empatizaba con casi nadie.

Título en España: El Gran Miércoles
Año de Producción: 1978
Director: John Milius
Director de Fotografía: Bruce Surtees
Ópticas: C-Series & Super Panazoom Cooke
Emulsión: Kodak 5247 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1
Otros: secuencias de surf producidas por Greg MacGillivray

Vista en HDTV

© Ignacio Aguilar, 2018.



Language / Idioma